30 de abril de 2022

Marilyn partió a otro Hollywood y Lenin cerró sus ojos en la ambulancia

 

Marilyn

Lo que Múnich Von Trappen

Hare Krishna non prestan

Porque mi Padre

el que abrió  mar y cielo

no es Dios de muertos

sino de vivos

y Robert estuvo allí

esa noche de  sobredosis

Ese agosto en que

Marilyn partió a otro Hollywood

y Lenin cerró sus ojos en la ambulancia


Porque, claro,

nunca murió en su cama

sino en  brazos de América

o, al menos, en los de su Fiscal General

bien lo sabe Hoover y Netflix

el rostro triste de Clark Gable

y los ojos sabios de Billy Wilder


Tom y Jerry jugaban al jazz en los cines

y  pronto balas harían crecer el Valhalla

mientras Vietnam  bebía Napalm

y Malcolm  cae bombardeado

lo mismo que Jack 

Ernesto en las montañas

Marcos un 5 de octubre

y nuestro  hermano Martín Lutero hijo.


No por mucho florecer

asoma el día desde su tumba

o cae el cielo sobre Nueva York

y el Presidente se despide desde La Moneda


29 de abril de 2022

Me parezco a mi hija

 


Me parezco a mi hija

El mismo sol brilla en nuestro centro

Espíritus comunes nos conforman

y nos cobija una misma alegría

este destino de abrazos

el libro que leen nuestros sueños

28 de abril de 2022

La Gran Renuncia

 


Marque su trabajo sobre un Libro de Paz

Uno de esos textos que flotan en el aire

y se leen en la profunda noche

como puntos de luz en el cielo


Lleve  su trabajo sobre los hombros

O deje que él lo conduzca a usted 

Niños y marineros sobre techumbres

Artistas y Obispos sobre tejas de Madrid


Y al fin, dejé su trabajo en el olvido

Renuncie

Camine bajo el sol del día lunes

Beba chocolate del destino

Tome el tiempo de nacer junto al mar


27 de abril de 2022

Lluvia, te amo

 



Hubo  alegría en  la lluvia

La sentí como vida en mi rostro

Fin de un silencio

Amistad entre el mar y estas rocas

26 de abril de 2022

Elías Ciruelos

 


Elías subió desde  Pirque a las estrellas

Fue criado en la  Colmena

Vivió entre  flores de Guatemala

Escuadras de acero salvaje

Tormentas de higos 

Nietos y bisnietos del Winnipeg


Ahora sonríe en Reñaca

Despierta acontecido en Ovalle

Enseña el poema de la palta

El largo beso de la Chirimoya

Aquellos pasos lila de su esposa

Su nombre en el  Zafiro del Este


Elías  cruzó el espejo en Pirque

Habló de Londres con Zaratustra

Bebió pintas bajo  suelo bombardeado

Estuvo en la tumba del viejo Moro

Fue maíz y papa de altura

Lloró  en la raíces y en la puerta de Chile

25 de abril de 2022

Que el poema se una a tu nombre

 




Que  el poema se una a tu nombre

y tu piel de Carola sea mi piel de Gonzalo

y tu noche de hembra sea mi luz de alegría

sereno cuerpo de Luna, agua ondulante

sol  que hiere mi pulso

agua volcada en mi carne.

24 de abril de 2022

Cosas que dejaste en mi cuerpo


Raimundo Madrazo


Escribo libros que dejaste en mi cuerpo

Poemas iniciados por tus  manos

Música con el tono de tus pasos

Pulsos y pausas de tu centro

Grito animal de tu alegría

23 de abril de 2022

Escribo para no perder mi cabeza

 Escribo para no perder mi cabeza

No herirme de cielo

No  huir  de mi infancia

No dejar que se pierda el calor de mi madre


Escribo para no llorar de certezas

No trizar mi silencio

No ahogarme en la sombra

No dejar que se borre el azul de sus ojos


22 de abril de 2022

Mi parte del cielo

 

Boucher



Eres la parte del cielo que cabe en mi alma

La ciudad que cubre mi abrazo

El tiempo que tardan mis besos

El cuerpo que abriga mi fuego

21 de abril de 2022

Conciencia de vida

 


La vida me quiere y lo agradezco

Me dejo lamer por ella

La huelo, la toco, la beso

Soy su conciencia

La recibo en mis ojos y en mi luz

20 de abril de 2022

La muerte dejará de ser

 


Ocurre que el aire está de fiesta

Pronto el agua  cruzará su cuerpo

Habrá ríos en el cielo

Las piedras se cubrirán de verde

y   la muerte dejará de ser

19 de abril de 2022

El joven vestido de blanco ¿Embalsamar?

 




Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para embalsamar el cuerpo.

Y muy temprano, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, apenas salido el sol. Se decían unas a otras:

¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?

Pero cuando miraron, vieron que la piedra había sido retirada a un lado, a pesar de ser una piedra muy grande.

Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron.

Pero él les dijo: "No se asusten. Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí, ha resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron".

Ahora vayan a decir a los discípulos, y en especial a Pedro, que él se les adelanta camino de Galilea. Allí lo verán, tal como él les dijo.

Las mujeres salieron corriendo del sepulcro. Estaban asustadas y asombradas, y no dijeron nada a nadie por el miedo que tenían.

Soy Baruch
el joven que vestía de blanco 
al interior del  sepulcro

En esos días de equinoccio
Sobre las rocas recibimos al sol
Elevamos himnos
Abrigamos nuestra unión con Jesús

Aquella noche
Entre varios movimos la piedra
Con sales levantamos al dormido
Oramos junto a él
y mis hermanos lo llevaron a nuestra casa

Yo quedé esperando a las mujeres
Iluminé sus rostros con mis  ojos
Les dije que el Maestro había resucitado
y era lo que ellas sabían en su corazón
era lo que ellas  anunciaron al mundo.


18 de abril de 2022

Jesús es sepultado

 

Caravaggio






Había caído la tarde. Como era el día de la Preparación, es decir, la víspera del sábado,intervino José de Arimatea.

Ese miembro respetable del Sanedrín era de los que esperaban el Reino de Dios, y fue directamente donde Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.

Pilato se extrañó de que Jesús hubiera muerto tan pronto y llamó al centurión para saber si realmente era así.

Después de escuchar al centurión, Pilato entregó a José el cuerpo de Jesús.

José lo bajó de la cruz y lo envolvió en una sábana que había comprado, lo colocó en un sepulcro excavado en la roca e hizo rodar una piedra grande contra la entrada de la tumba.

María Magdalena y María, la madre de José, estaban allí observando dónde lo depositaban.


Como centurión 
he presenciado  cientos de crucifixiones
Esta tortura mortal
importa varios días de agonía
Pero Jesús ha fallecido en tres horas
6, en el uso de vuestro tiempo.

José de Arimatea 
le ha solicitado el cadáver a Pilato
y yo  he certificado el fallecimiento
El Maestro no respira
y ya puede ser llevado a su tumba.

Me preguntan 
si tengo conocimiento sobre filtros
y si entiendo sobre el método de los cirujanos
Yo me excuso y les respondo
Soló soy un soldado del Imperio
Sé que Jesús estaba muerto
Sé que verdaderamente era Hijo de Dios.

¿Es cierto que Jesús sanó a su hija?
Le pregunta un joven abogado  de este texto
Y él responde: "Son sólo rumores"
Los niños enferman y sanan 
con mucha facilidad.



17 de abril de 2022

Eloí, Eloí ¿lama sabactani? Las horas se anotan exactas y se corresponden con las tres mujeres

 

                                                             Jesús y Velásquez en nuestros hogares


Los soldados me sacaron del palacio y en el camino cogieron a un tal Simón de Cirene , padre de Alejandro y de Rufo, que regresaba del campo, y le obligaron a cargar con mi cruz.

Llegamos a un lugar llamado Gólgota, que traducido significa "calavera", y me dieron a beber vino mezclado con mirra; pero no quise tomarlo.

Cuando ya me habían crucificado, los soldados se repartieron mi ropa, sorteándola entre sí.

Era aproximadamente la hora tercera (nueve de la mañana).

En la cruz fijaron un título que proclamaba la causa de la ejecución: 'El rey de los judíos'.

Al propio tiempo crucificaron también a dos ladrones, uno a mi izquierda y otro a mi derecha.

La gente que pasaba por allí movía burlonamente la cabeza, me gritaba: ¡Si tú eres capaz de derribar el templo de Dios y de volver a levantarlo en tres días, sálvate a ti mismo! ¡Baja de la cruz y sálvate!

También los principales sacerdotes y los escribas se unían a las burlas de la gente, y se decían unos a otros: ¡Ya lo estáis viendo! A otros pudo salvar, pero no puede salvarse a sí mismo.

¡En cuanto veamos que ese Cristo, Rey de Israel, desciende de la cruz, creeremos en él! Hasta los ladrones que junto a mí morían, me injuriaban.

Hacia la hora sexta (mediodía) quedó sumida la tierra en una profunda oscuridad que duró hasta la hora novena (tres de la tarde).

A esta hora clamé a gran voz: Eloí, Eloí ¿lamá sabactani? (que traducido significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?).

Algunos de los presentes, al oírme, pensaron que estaba llamando al profeta Elías; y un hombre corrió, empapó una esponja en vinagre, la puso en una caña y me dio a beber, mientras decía: ¡Vamos a ver si viene Elías a bajarlo de ahí!

Pero mi cuerpo, lanzando otro grito, entregó su espíritu.

En ese mismo instante, el velo del templo se rasgó de arriba abajo, en dos partes; y el centurión que estaba frente mí, al ver cómo expiraba después de haber dado aquel grito, exclamó: ¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!

Entre la gente que allí se encontraba había varias mujeres que miraban de lejos todo lo que ocurría. Eran María Magdalena; María, la madre de Santiago el menor y de José; Salomé, y algunas más.

Todas ellas me habían auxiliado y servido desde mi predicación en Galilea. También había otras muchas que me habían acompañado a Jerusalén.

¿Lo notaste Gonzalo?, mi grito conduce al Salmo XXII. Mi Sacrificio fu antes poema y profecía.

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste? ¡Las palabras que lanzo no me salvan!

Mi Dios, de día llamo y no me atiendes, de noche, mas no encuentro mi reposo.

Tú, sin embargo, estás en el Santuario, de allí sube hasta ti la alabanza de Israel.

En ti nuestros padres esperaron, esperaban y tú los liberabas.

A ti clamaban y quedaban libres, su espera puesta en ti no fue fallida.

Mas yo soy un gusano y ya no un hombre los hombres de mí tienen vergüenza y el pueblo me desprecia.

Todos los que me ven, de mí se burlan, hacen muecas y mueven la cabeza:

¡Confía en el Señor, pues que lo libre, que lo salve si le tiene aprecio!

Me has sacado del vientre de mi madre, me has confiado a sus pechos maternales.

Me entregaron a ti apenas nacido; tú eres mi Dios desde el seno materno.

No te alejes de mí, que la angustia está cerca, y no hay nadie que pueda ayudarme.

Me rodean novillos numerosos y me cercan los toros de Basán.

Amenazándome abren sus hocicos como leones que desgarran y rugen.

Yo soy como el arroyo que se escurre; todos mis huesos se han descoyuntado; mi corazón se ha vuelto como cera, dentro mis entrañas se derriten.

Mi garganta está seca como teja, y al paladar mi lengua está pegada: ya están para echarme a la sepultura.

Como perros de presa me rodean, me acorrala una banda de malvados. Han lastimado mis manos y mis pies.

Con tanto mirarme y observarme pudieron contar todos mis huesos.

Reparten entre sí mis vestiduras y mi túnica la tiran a la suerte.

Pero tú, Señor, no te quedes lejos; ¡fuerza mía, corre a socorrerme!'

Libra tú de la espada mi alma, de las garras del can salva mi vida.

Sálvame de la boca del león, y de los cuernos del toro lo poco que soy.

Yo hablaré de tu Nombre a mis hermanos, te alabaré también en la asamblea.

Alaben al Señor sus servidores, todo el linaje de Jacob lo aclame, toda la raza de Israel lo tema;'

porque no ha despreciado ni ha desdeñado al pobre en su miseria, no le ha vuelto la cara y a sus invocaciones le hizo caso.

Para ti mi alabanza en la asamblea, mis votos cumpliré ante su vista.

Los pobres comerán hasta saciarse, alabarán a Dios los que lo buscan: ¡vivan sus corazones para siempre!

De Dios se acordará toda la tierra y a él se volverá; todos los pueblos, razas y naciones ante él se postrarán.

¡Rey es Dios, Señor de las naciones! Todo mortal honor le rendirá,

se agacharán al verlo los que al sepulcro van. Para Dios será sólo mi existencia.

Lo servirán mis hijos, hablarán del Señor a los que vengan,

al pueblo futuro: Que es justo, les dirán. Tal es su obra.


De esas horas recuerdo a los que estuvieron conmigo

Simón, un griego de Libia,  que cargó el peso de mi cruz

y mis hermanas,

de quienes sentí el latir de su corazones

María de Magdala, 

María,  madre de Santiago y de José

Mi  sabia  y justa Salomé

y varias más, que me  abrigaban con su mirada.


16 de abril de 2022

Jesús es torturado

Palma, "El Joven"




Pilato me hizo azotar, y después me entregó para que fuera crucificado.

Los soldados me llevaron al pretorio, que es el patio interior, y llamaron a todos sus compañeros.

Me vistieron con una capa roja y me colocaron en la cabeza una corona que trenzaron con espinas.

Después comenzaron a saludarme: '¡Viva el rey de los judíos!'

Y me golpeaban en la cabeza con una caña, me escupían y se arrodillaban ante mí para rendirme homenaje.

Después de haberse burlado de mí, me quitaron la capa roja y me pusieron de nuevo la ropa.




Mientras el látigo abría mi carne

yo pensaba en Pedro Juan Merino

gente llevada como ganado a su martirio

el olor de la carne quemada

ESMA, DINA, CHECA

barcos colmados de esclavos

parodia llamada inquisición




Ellos me escupían

y en mi espíritu les perdonaba

bendecía a sus madres y sus  sueños

honraba el fuego de sus hogares

enviaba ángeles para calmar su dolor




Me llamaron Rey de Israel

y cada espina que hirió mi cabeza

fue el rostro de un monarca

que abusó de su pueblo

y por cada gota de sangre

nacieron cien estrellas

y siete siglos de luz




Me dejaron desnudo

y me vi en los niños abusados en mi casa

en mis hermanas violadas

genocidios de la tierra

cien tormentas entre el trueno y la muerte



El Pueblo salva a Barrabás

Antonio Ciseri




Cada año, con ocasión de la Pascua, Pilato solía dejar en libertad a un preso, a elección del pueblo.

Había uno, llamado Barrabás, que había sido encarcelado con otros revoltosos por haber cometido un asesinato en un motín.

Cuando el pueblo subió y empezó a pedir la gracia como de costumbre,

Pilato les preguntó: '¿Quieren que ponga en libertad al rey de los judíos?'

Pues Pilato veía que los jefes de los sacerdotes le entregaban a Jesús por una cuestión de rivalidad.

Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que pidiera la libertad de Barrabás.

Pilato les dijo: '¿Qué voy a hacer con el que ustedes llaman rey de los judíos?'

La gente gritó: '¡Crucifícalo!'

Pilato les preguntó: 'Pero ¿qué mal ha hecho?' Y gritaron con más fuerza: '¡Crucifícalo!'

Pilato quiso dar satisfacción al pueblo: dejó, pues, en libertad a Barrabás y sentenció a muerte a Jesús.

Y mi sentencia estuvo compuesta de palabras

tan solo aire

brotado de los pulmones de mi pueblo

éter en las entrañas de Pilato

el deseo de tantos por cautelar su riqueza.





La madrugada del viernes ante Pilato

 



El viernes muy temprano se reunieron  los ancianos y los maestros de la Ley. Después de atarme con  con cadenas, me condujeron ante Pilato.

Pilato  preguntó: '¿Eres tú el rey de los judíos?' y respondí : 'Así es, como tú lo dices".

Como los jefes de los sacerdotes  me acusaban de muchas cosas,

Pilato volvió a preguntarme: "¿No contestas nada? ¡Mira de cuántas cosas te acusan!"

Pero Jesús yo no le respondí, de manera que Pilato no sabía qué pensar.

No era la hora de  impedir  con palabras el plan de mi Padre.


No era la hora, pero pasó por mi mente esta defensa:

Pilato, padre de Marcial y de Tito

Hijo amado de  Flavio y  Valeria

Pesa en tu conciencia la justicia de mi causa

pues sólo cumplo las escrituras sagradas

Soy Hijo del Hombre

Hijo y creación de Dios

y  el Reino de mi Padre existe en el Espíritu

no en los dominios y reinos de Tiberio.

Pesa en tu conciencia la justicia de mi causa

y define tu lugar entre los hombres y las estrellas.

Pedro miente y llora

La Negación de Pedro, Carl Henrich Bloch


Mientras Pedro estaba abajo, en el patio,

pasó una de las sirvientas del Sumo Sacerdote.

Al verlo cerca del fuego, lo miró fijamente y le dijo:

'Tú también andabas con Jesús de Nazaret.

El lo negó: "No lo conozco, ni entiendo de qué hablas". Y salió al portal.

Pero lo vio la sirvienta y otra vez dijo a los presentes: "Este es uno de ellos".

Y Pedro lo volvió a negar. Después de un rato, los que estaban allí dijeron de nuevo a Pedro: "Es evidente que eres uno de ellos, pues eres galileo".

Entonces se puso a maldecir y a jurar: "Yo no conozco a ese hombre de quien ustedes hablan".

En ese momento se escuchó el segundo canto del gallo. Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: 'Antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres', y se puso a llorar.




Aquí Pedro vuelve a marcar el tiempo, 

esta vez el amanecer.

Marca también los límites del coraje

y el poder de la conciencia 

que derrama lágrimas en sus ojos

En el  interior del templo, los captores de Jesús,

mofándose de  él,

lo instan a profetizar

,y  en las cercanías,

Pedro y  el gallo

dan  cumplimiento a  la  visión  del Maestro.

Mucho tiempo después

vendrá Pedro y el Lobo

y Sergei Prokofiev

hará de las mentiras un prodigio  musical






15 de abril de 2022

Pedro marca la proximidad entre el arresto y el juicio

 



Dice Marcos  que Pedro  siguió a Jesús de lejos hasta el patio interior del Sumo Sacerdote, y se sentó con los policías del Templo, calentándose al fuego.

Sugiere el texto la proximidad entre el arresto y el juicio.

¿Cómo en plenas celebraciones de pascua?

¿Un juicio nocturno?

¿El vértigo del complot?

¿Un simulacro?,  al estilo de Colonia Dignidad y Simón  Bolívar.

Un hito entre el  relato humano y el principio del mito sagrado.

Guardé silencio ante los falsos testimonios



Me llevaron ante el Sumo Sacerdote, y todos se reunieron allí. Estaban los jefes de los sacerdotes, las autoridades de mi pueblo y los maestros de la Ley.

Los jefes de los sacerdotes y todo el Consejo Supremo buscaban algún testimonio que permitiera condenarme a muerte, pero no lo encontraban.

Varios se presentaron con falsas acusaciones contra mi, pero no estaban de acuerdo en lo que decían.

Algunos lanzaron esta falsa acusación:

Nosotros le hemos oído decir: Yo destruiré este Templo hecho por la mano del hombre, y en tres días construiré otro no hecho por hombres.

Pero tampoco con estos testimonios estaban de acuerdo.

Entonces, el Sumo Sacerdote se levantó, pasó adelante y me preguntó: '¿No tienes nada que responder? ¿Qué es este asunto de que te acusan?'

Pero yo guardaba silencio y no contesté.

Estaba esperando que alguien dijera una verdad, para reconocerla y asumir mi destino.


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