Tombuctú

 

Alguien nos espera en Tombuctú

Quizá los santos del Islam

Libros que escribieron otros siglos

Aquellas manos de la arena

Oro dormido en el Níger

La Corona de Mansa Musa

La  rosa verde de  África

Chaucer

Siempre hay un día para abrazar a Chaucer

Pensarlo nevegando

Escribiendo después del trabajo

Enriquecido por pequeños sobornos

Peligrosa vida en la  Corte

Arte de atender a los Reyes

Diez nombres para Mundo

 Tengo diez nombres para mundo:

Agua  

Hogar

Tercer barrio del sol

Patio de todos

Roca de Vida

Nave espacial

Gran casa redonda

Planeta de aves y árboles

Capital de los nombres

Bella madre en el cielo

Un día de piedra

 En mis horas un día de piedras

El sol clavado en las paredes

Tu vestido rojo como bandera

Negroni en Asamblea de los Soviets

El mundo bajo el suelo de mis letras

Siempre hay tiempo

 Siempre hay tiempo Gonzalo

 Huesillos y mote en tu verano

Tu bella esposa

Estrellas espiando en la ventana

Hay tiempo compañero

El sol uy la lluvia pasan por tu rostro

Tu hija te abraza

En café de visita desde la altura

Toma tu libro de luz

 

Hija,  toma tu libro de luz y sigue adelante

Endereza ríos con tus brazos

Vive en una ronda de sonrisas

Quédate siempre en mi abrazo

Fluye como el agua y el aire

Junto al mar

 Has dormido junto al mar?

Yo lo hice

Y pasó la muerte a nombrarme

con sus tijeras de mango verde

Pero muy arriba.

las estrellas,

me soñaron.

Cada día

Cada día nos jugamos el sol

Esa luz de justicia

La hermandad que amamos

El abrazo rojo de nuestro pueblo

Y bebemos leche de invierno

Tibieza de bellos senos

Mil manos en el mismo lazo

Nuestra unión de amor sobre la tierra

Cada noche nos busca la Luna

Nuestra amiga Venus

Las estrellas que nos cuidan

El viento de los sueños 

Carta del Gran Maestre Templario

 

A mis Capitanes:

Perdida Jerusalem, id por el mundo.

Buscad las antipodas de Sión

Las costas que visitó Ulises

El monte que muestra el horizonte

Allí levantareis nuestro templo

7 signos habrá en vuestra frente

De de cada uno de ellos seréis purificados

El  sol despertará en vuestro centro

Y en ese campo de luz habrá Fuerza de Amor

Una flor violeta

 

En el pelo, mi niña tiene una flor violeta 

Usa el mes de enero en el rostro

Rayos de luna en las mejillas

Todo el océno en  sus  ojos.

 

Hay campanitas que la miran y besan

Nubes azules la rodean

y su ángel preferido la  besa

La  pequeña razona

habla idiomas de la tierra

canta mil veces al día

viaja a su silencio antes de dormir

Hormigas y Palabras

La palabras van caminando agachadas

En la espalda llevan sinagogas  y  truenos

Limas para  celdas

Genios de lámparas perdidas

Enanos gordos

Un viejo fagot  para zurdos

Abrigo amarillo

La palabra lleva un abrigo amarillo

El mediodía está helado y ella sonríe

Habla de tantas heridas

Deja sonreír la esperanza

El tiempo está creciendo

y nos despierta

retorna a lo humano

y la decencia nos mira como hermanos

Políglota

 Isidora canta  en  alemán

Conoce el idioma de la Luna

EL francés del  Canal  San Martín

Algunas palabras en árabe

El idioma de Sansón y Salomé

Recuerdo

 Todo era de piedra y de luz

Había mutos cruzando mi alma

Un nido de arañas em mi centro

Una espada nocturna en mi boca.

Ur

 En la ciudad de Ur

tomé una sopa reconfortante

tenía grada, ajo y cilantro

poseía el bamboleo de las barcas

y el dejo amargo de la cerveza

Cosas del cielo

Aprendo cosas del cielo

Disfruto su piel desnuda

El impulos de su risa verde

Sus tibias manos de viento

El grito gigante de  de su orgasmo

Día de sol

 

He sentido las manos del sol

Su mirada sobre mi cuerpo

Sus flechas invitándome al mar

Su puño en mi ventana del norte

Adelante

 Adelante, firme como la torre

Deja tu nombre en el cielo de verano

Que susurren tu poder lo crucigramas

Y  quede tu alegría en las ciudades

Las antiguas paredes

La memoria azul de las novias

Mi nombre como debe ser: en rojo

 

Lanzas contra mí la primavera y yo sonrío

Me confío a la ternura  de mis abuelos

La bandera roja de Ulianov

Aquellos ojos de Luis Emilio Recabarren

Estrella de Chile hundida en Simón Bolívar

Pienso entoces en mis letras grises  de abogado

Los niños que aún respiran  por su simple mérito

Las madres que lograron abrazar a sus hijos

Los ancianos que sufrieron menos

Lanzas  contra mí tus suciedades y yo sonrío

Saludo a una multitud de obreros

Nuestra sangre en la Plaza Colón

La escuela ultrajada en Iquique

Nuestro pueblo no agrede a nuestro pueblo

Bello

 

Se que soy increiblemete bello

Poseo  libertad del cielo

Veo  distintos futuros

Elijo la amistad del sol

Soy agua

La piedra que sella el silencio