El nuevo hospital está erguido.
Falta en él la primavera.
Máquinas cargadas de vida.
Médicos que guardan auroras.
Mástil de alta bandera.
Gente que ama a su pueblo.
31 de diciembre de 2015
30 de diciembre de 2015
2015. El año de Estela
Puse el año en mi esfera
Lo cubrí con todos mis zapatos
Observé periodistas asesinados
Estrellas que caían
Gente disparando a la gente
Mi rostro torcido.
Isidora abrazando un delfín.
Entre el barro de la memoria:
Alarma de tsunami.
Karadima en su Claustro.
Estela brillando en su tumba.
Aurora cargada de viento..
Hay colores y juguetes en el cementerio.
Pesa la vida sobre la tierra.
Chile cambia y no cambia.
Arden silencios.
Seguimos golpeando primaveras.
Hay colores y juguetes en el cementerio.
Vida rodeando la muerte,
Brota fuego del aire.
Van desnudos los señores.
Estela se ha unido a la tierra,
Puse el año en mi esfera.
Todo marcha.
Quedan chispas en mis letras.
29 de diciembre de 2015
Riqueza
Es bueno defender la riqueza.
UDI lo hace por mínima comisión.
Lo mismo hacemos transversalmente.
Bienvenidos los ricos a la zona especial.
Se escriben poemas por encargo.
Larga vida a las que cobran por besar.
Siga entonces la procesión del dinero.
Bendito el que vende su alegría.
El que roba a sus hijos.
El que deja morir a su madre.
Benditos porque honraron el dinero.
Eligieron su tesoro.
Belleza de los números.
Mínima alegría de tener.
No es bueno acumular riquezas.
Deje sus bienes a la Iglesia.
O bien a la Asamblea del Pueblo.
Comité de Salvación Nacional.
Algún dirigente del partido.
Antigua Internacional de los Obreros.
28 de diciembre de 2015
Otra vez Isidora
Isidora, niña que nada con su abuela.
Ser hecho de sonrisas.
Espíritu que salta.
Maga del cine.
Mujer que juega.
Dulce violinista.
Hija que llevo en mis brazos.
Sol que conversa.
No bailaré tango
Nunca más bailaré tango.
Tendré a la primavera como un limite,
No avanzaré entre cuerpos.
Ni seré humilde como el aire.
Nunca más entraré en milongas.
Viviré la noche como una ausencia.
No vendrá tu risa hacia mis brazos.
Ni aguardaré en silencio tu desborde.
Nunca más cederé mi espíritu.
Extraviaré mi nombre entre las aguas.
Seré una ola castigando bordes.
Hombre sin luz.
El frío invadiendo mi carne.
Margarita
Quilpué. Bosques y Schubert
María José descalza.
Margarita en tren sobre la aurora.
Michel cosechando su alegría.
En todas partes flores,
silentes labios del mar.
De invierno y leche es la niña.
Abuelas y estrellas la conforman.
Honrados músicos de Viena.
Hombres de la noche.
Corderos dormitando en Chiloé.
Ella crecerá entre vitrales.
Montará en hombros de su padre.
Será azul y verde en su ternura.
Feliz entre tambores.
Mujer de jazz y solsticios.
Bendita al nombrar la primavera.
27 de diciembre de 2015
Formas de matar
En el arte hay distintas formas de matar.
Bala en un desconocido.
Proyectil sobre Malva Centauro.
Arena devorando un forajido.
En todas aquellas formas
el ser que muere no importa
no habla su alegría
no observa su madre
no brilla el sol en su niñez.
Pero está el Chacal en sus letras.
Campanas de Ana Frank
Lihn y su Diario de Muerte.
Julieta gigante en su tumba.
Guernica
Jesús en la marca de los tiempos.
El arte también tiene su ética, por eso los vaqueros ya no juegas a disparar a los indios y la guerra se muestra en todo su horror.
26 de diciembre de 2015
Tu sueño
Hoy escribo un sueño tuyo.
El mar a comienzos del verano.
Calas y quiscos en la tierra.
Tú desnuda como siempre.
Agua corriendo sobre piedras.
Pequeñas flores en tu pelo.
Amplia espuma de las olas.
Fluyes y todo cede.
Apenas hay horizonte.
Eres rocío en algunas rosas.
Cielo cargando el mediodía.
Marca en el tiempo.
Laberinto.
Rama azul del invierno.
La noche ingresa a este cuadro.
Cruzan algunos domingos.
Hay luces en el jardín.
Marejadas.
Lobos.
Antiguos obeliscos.
Tu padre en medio de la sala.
La fotografía es de Jeffrey Vanhoutte y proviene de
El mar a comienzos del verano.
Calas y quiscos en la tierra.
Tú desnuda como siempre.
Agua corriendo sobre piedras.
Pequeñas flores en tu pelo.
Amplia espuma de las olas.
Fluyes y todo cede.
Apenas hay horizonte.
Eres rocío en algunas rosas.
Cielo cargando el mediodía.
Marca en el tiempo.
Laberinto.
Rama azul del invierno.
La noche ingresa a este cuadro.
Cruzan algunos domingos.
Hay luces en el jardín.
Marejadas.
Lobos.
Antiguos obeliscos.
Tu padre en medio de la sala.
La fotografía es de Jeffrey Vanhoutte y proviene de
25 de diciembre de 2015
25 de Diciembre
Clama el sol su lugar en Santiago.
A mis espaldas: Nueva Providencia.
En educación gratuidad.
Algunos mínimos de decencia.
Mucho debe cambiar en nuestro interior.
24 de diciembre de 2015
Poemas de Navidad
Navidad en el Cielo y en la Tierra
La navidad está en el cielo de los solsticios.
Amor de los Magos.
Alegre luz de los niños.
Aurora, en la gran noche del año.
La navidad llega si tu sonríes.
Si recuerdo a mis abuelos.
Si ocupa la ternura un lugar en tu espíritu.
La navidad tiene su árbol.
Fuerza en el centro del bosque.
Libertad en la raíz de lo nuestro.
Antigua estrella de oriente.
Unión de Adanes y Evas.
Navidad en el Sur
En nuestra tierra,
la navidad tiene sol,
es plena de flores
acuática,
frutal,
estrellada en cumbres del cielo,
magnífica en niños que ríen
bendita al unir nuestra luz.
En la obra renacentista de Luca Signorelli, "La Virgen y El Niño", puede advertirse al propio Jesús formando la estrella de cinco puntas.
Isidora me pidió escribir un poema sobre la navidad y aquí está doblado su requerimiento.
23 de diciembre de 2015
Casa en Recreo
Ayer estuve en la casa en que mis padres se conocieron.
Algún día en los años 60.
Recreo, el mar, jardín de paz y humedades.
Marisol Urzúa me mostró el paraíso.
Hoy a cien metros de mi ventana.
Mi madre estudiando primaveras.
Mi padre de su luz enamorado.
La habitación vacía.
A mi derecha un piano.
A la izquierda el océano.
La canción verde de los árboles.
La terraza que recuerda mi esperanza.
Algún día en los años 60.
Recreo, el mar, jardín de paz y humedades.
Marisol Urzúa me mostró el paraíso.
Hoy a cien metros de mi ventana.
Mi madre estudiando primaveras.
Mi padre de su luz enamorado.
La habitación vacía.
A mi derecha un piano.
A la izquierda el océano.
La canción verde de los árboles.
La terraza que recuerda mi esperanza.
22 de diciembre de 2015
Nacimiento de la Logia Blas Cuevas Zamora Nro. 232
El año recibe al verano
Blas Cuevas Zamora está de regreso.
Hospital y Escuela sonríen.
Bóveda de acero sobre su luz.
Ramón Allende en el Oriente.
La bondad ha tumbado tristezas.
El Gran Maestro confió sus estrellas.
Sabiduría, Fuerza y Belleza
Ahora son Geometría.
Plano del Espíritu.
Hogar del sol bajo el Océano.
En el Cielo, puerta de los delfines.
Dante, Verne y Shakespeare en las columnas.
Obreros extienden su aurora.
Brota alegría desde la tierra.
Los hombres construyen su destino.
La ciudad laica está de fiesta.
En la imagen, el QH Blas Cuevas Zamora, filántropo porteño.
21 de diciembre de 2015
20 de diciembre de 2015
El despertar de la fuerza
En medio de la fiesta de consumo de la navidad/solsticio,
"El despertar de la fuerza" se las arregla para hablarnos del ser humano,
bajo el velo de lo fácil, lo masivo, el mercadeo del plástico, la magnífica danza del lucro.
La película nos habla de trabajar con alto riesgo, apenas por una pieza de comida.
Matar por el bien del negocio.
Educar para la sumisión.
Hacer lo correcto.
Amar a los hijos, aún cuando abrazan el odio.
Buscarnos en nuestros padres.
Preferir la libertad antes que el orden.
Elegir nuestro camino hacia la luz.
"El despertar de la fuerza" se las arregla para hablarnos del ser humano,
bajo el velo de lo fácil, lo masivo, el mercadeo del plástico, la magnífica danza del lucro.
La película nos habla de trabajar con alto riesgo, apenas por una pieza de comida.
Matar por el bien del negocio.
Educar para la sumisión.
Hacer lo correcto.
Amar a los hijos, aún cuando abrazan el odio.
Buscarnos en nuestros padres.
Preferir la libertad antes que el orden.
Elegir nuestro camino hacia la luz.
Cielo y Agua
Estoy hecho de cielo y agua.
De pulso y luz estoy hecho.
Antigua coherencia.
Sol nacido en mi sombrero.
Noto el respirar de las novias
Hay días en que me atrapan silencios
y noto corazones de pájaros,
el respirar de las novias,
tréboles que crecen en mi alma.
Son mañanas heladas,
mis ojos tocan el Aconcagua
cordilleras visten su manto,
vapores de fuego sobre tu piel sin marcas.
Son mañanas en que lloro
y converso con los barcos,
espectros del mediodía,
mendigos, cartoneros,
porteros de palacios
invisibles.
Días en que abro calles en mi cabeza
y camino descalzo
por habitaciones de mis abuelos,
rostros de mis hermanos,
silbidos de mi padre al llegar a casa.
Son días en que subo peldaños de la aurora
y converso con otros Gonzalos,
juego con ellos canasta,
encumbro volantines,
lustro sus zapatos,
anudo sus corbatas.
Son días perdidos para todo fin práctico,
salvo para escuchar canciones de Isidora,
cometer infracciones de tránsito,
observar cisnes,
dibujar a mi esposa,
bendecir sus labios.
(Poema renovado)
La fotografía es de Yolanda Allemandi.
19 de diciembre de 2015
Camila Reyes San Martín
En mi vida hay sólo una Camila Reyes.
Caperucita, Caperuza.
Pequeña sonrisa en primavera.
Sencilla en distancias.
Novia casada con sus sueños.
El árbol de la conciencia
Llevo mi muerte en la mochila.
La piscina plástica en que jugué con mis hermanos.
Abrazos de Isidora.
Cielo de volantines.
Cierta música.
La mirada de mi madre.
Hay ángeles que beben burbujas en mi terraza.
Brillantes al jugar canasta.
Zurdos como buena primavera.
Grandes humaredas de Montecristo.
Manzana, zanahoria, betarraga.
Como todo el mundo,
uso zapatos de Inglaterra.
Rojos cual granada en mi boca.
Con ellos camino la aurora,
siento el calor de la tierra,
recuerdo a mi padre,
trepo al árbol de la conciencia.
Isidora Villar J. ayudó a crear el poema.
El texto conversa con Alejandra Pizarnik en:
Exilio
A Raúl Gustavo Aguirre
Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.
¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.
En la imagen, el mural de Gustav Klimt, "El Árbol de la Vida".
18 de diciembre de 2015
Mientras dormía
Mientras dormía, vino un cometa a buscarme.
Estuvo el sol que cruza mi ventana.
Las manos tibias de la aurora.
El viento que ha borrado mi esperanza.
Dormía y en mi interior hablaron las nubes.
Otoño e invierno se abrazaron.
El tiempo lavó sus manos y sus piernas.
Hubo sombras expulsadas de mi sangre.
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