Mis poemas existen sobre el mosaico
Lugar de abrazos y discusiones
Remanso de estrellas
Recinto de luz
Espacio en que la vida canta
Mis poemas existen sobre el mosaico
Lugar de abrazos y discusiones
Remanso de estrellas
Recinto de luz
Espacio en que la vida canta
Paulina entrevista como una diosa
conoce el alma de Juan Pablo
lo lleva a su historia y a su alma
lo invita
lo deja abrazarnos con su luz.
En casa de Cata hay un felino
costumbres alemanas
palta molida
marido barista
cierto piano
una cocina amplia y hermosa
*
Hay vasos que evocan a México
Abundan poderes femeninos
delicias de un queque de plátano
imágenes de arte
amistad de la mesa
hogar como reflejo de la madre
No quiero estar por sobre la ley
Quiero estar en ella
Abrazado por un hilo de igualdad
Libre en mi alegría
Seguro de amar la bondad
Vine a la Clínica Dental
Aquí soy Modelo de Dientes
La Diabla hurga en ellos
Los retrata antes y después
Abre nuevos espejos para el sol
*
El campo dunar respira tras el cristal
La gente trepa sobre la arena
Desde allí observa Valparaíso
Atisba las infancias de tantos
*
En la sala de espera una jueza
me cuesta reconocerla
evocar divorcios y alimentos
mi vida antes del hospital.
Lo que hoy es azul, mañana tendrá el color del silencio
y el tiempo volverá a colgar de la Luna
adolescente extraño a su cuerpo
dragón que mata y escupe sueños
Lo que hoy es trasparente
pronto será un sótano oscuro
pensamiento caído
aurora caminando sobre el fuego
El niño Carlos observa los cielos de Chile
Percibe en sus huesos el poder del sol tras la Cordillera
Es alto para mirar la ternura
Tiene curiosidad por el mundo
Abismos de la palabra
Secretos de las estrellas
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En el plano en que vive ocurren cosas
Pululan helicópteros y secuestros
Balas trazadoras
Resguardo de generales
Santiago a medio camino del infierno
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Y el Amor, ese que abraza y canta
A las dos de la tarde impone su fuerza
Presenta al bien encarnado en la rosa
Horus ha nacido de Isis
Cecilia y Carlos se han abrazado en la playa
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El niño observa los cielos de Chile
Empuña su espada de Experto
Cuida el Templo del Espíritu
Admira a sus hijos
Brinda por la Patria que viene
Un lugar para llamarnos hermanos
Elegí el viaje
Hablar con luces
Respirar el perfume del bosque
Dejarme tocar por la brisa
Recibir el empuje y el oleaje de la música
Ser el cielo que mira sus estrellas
Elegí el tiempo para cruzarlo contigo
Tus labios tibios de ternura
La caricia de tus manos
Aquella estrella que habita en tus sueños
Tanta fuerza que irradia tu cuerpo
¿Dónde están mis zapatos rubí?
La nube que cubre mi nombre
El polvo que busca mi tumba
La estrella que ampara mis días.
Bendita mi hija y sus lápices
Las teclas de su piano
La madera de su nombre
El árbol que eleva sus sueños
En mi hablar: La Campana
Algunas estrellas cercanas
Himnos que sacuden el alma
Nuestra Luna
Neruda
Lengua y manos de Cervantes
Quillay, Peumo y Canelo
Hay aquí un grupo de hermanos entusiastas
Son poema del cielo
Almas empujando La Tierra
Varones Cantando
Hombres libres bajo los rayos del sol
Trabajan porque están llenos de amor
Dejan su luz en el silencio
Las miradas
El ímpetu
Hecho dulce de escuchar
Arte poderoso de enseñar
El sol ha cruzando mi cuerpo
Partículas de su luz han quedado en mi interior
Y me siento hecho de estrellas
Hombre de fuego
Trueno azul de la primavera
Me encanta abrazar a Myriam
Celebrar su generosidad
Pintarla sobre el cristal del cielo
Pensarla naciendo desde el mar
Lo que digo
Aquello que apenas digo
Está encerrado en una carpeta verde
Desde allí asoman mis manos de combate
Y pido al viento que libere la resma
para que mi espíritu vuele
y ayude en los trabajos del sol
Lo que he ganado es mi libro de luz
Palabras que vuelan
Ciertas frases que cantan
Un gemelo en el cielo
Varios trocitos de sol
Mi alma quiere viajar a las estrellas
Acercarse a Ottorino Respighi
Escucharlo bajo el sol de Roma
Acompañarlo a grabar ruiseñores
Cenar en el Rey de la media porción
Compartir con él en talleres de luz
Es serio amar a esta lluvia
Medir el valor de sus gotas
Temer su peso sobre la tierra
Limpiar nuestro rostro en su belleza
Encontré al infierno tal como lo había dejado´
La montaña oscura hundida hacia el centro
Su río de sangre
Aceites hirviendo
La corneta aún en el culo de Malacolda
El viejo Gerión, engañado por un mago