Voy con mi esposa en automóvil
El Moldava invade poco antes de la calle 9
Sus aguas vienen desde bosques y trigales
Ahora inundan Stefani y La Bimbo
Se derraman por quebradas de Recreo
y caen a este Océano del Sur
justo donde pelearon los gringos.
Le digo a Carola:
A cada rato te invade el Moldava
y recuerdas que lo cantabas en la Alianza
cuando el mundo estaba dibujado en francés
y tú sentías el agua mojar tus medias azules
la alfombra del salón
los pies desnudos de los maestros.
Ella siempre me dice que no.
Que lleva años sin escucharlo
Sin sentir el frío de sus aguas
Sin galopar libre
entre las altas hierbas de sus bordes.
Ahora:
A la enésima vez de su negativa, entendí el mensaje.
Pronto cruzaremos el Moldava
Mojaremos allí los pies
Como lo hicimos en el Jordán
y en la casa de Bedřich Smetana
o tal vez en un prado estrellado:
besaré la frente del espíritu.
***
¿Porfiada yo?, se eleva siempre desde tu boca
y de eso no me cabe duda
¿Porfiado yo?, cuestiono a mi conciencia
y ya no necesito al Moldava para comprender.
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Disculpa Moldava
la primera vez que caminé sobre tus agua
no supe escuchar tu nombre