He sido Florestan y Eusebius
Músico, crítico, poeta
Peregrino de un altar lejano
Sueño de August Schumann
Chispa nacida de sus libros
*
Admirador ferviente de C.W.
Soy uno con ella
Brazo fuerte en nuestra Liga de David
Mil plumas en la Nueva Revista de Música
Adquiérala, que aún se publica
*
Late en mí el año 1810
Sobreviví al cólera
Estoy hecho con arcilla de Zwickau
Espíritu de Leipzig, Eros de Dresde
Esperanza y decepción en Düsseldorf
Ternura y piano de mi madre Johanna
*
Crecí conversando con E.T.A. Hoffmann y mi hermano Jean Paul
Fui amigo de Félix
Bebí los mostos y las estelas del Rin
Amé a Mozart y Beethoven
Insistentemente busqué a Hummel como maestro
Recibí silencio
y bofetadas de luz.
*
Mi sordera estuvo en mi mano derecha
Así, me incliné por crear
Contra la voluntad de mi Maestro me uní a su hija
Fuimos dos vertientes de la Unidad
Viajeros al interior de lo humano
Huesos que unidos descansan.
*
Escribí junto a Clara nuestro Libro de Familia
reflejamos allí nuestro hogar
edificios del arte
correrías de hijos
emociones - desacuerdos
hacer y sentir de nuestros cuerpos
*
Ahora ustedes han escuchado “Myrthen”,
- mi regalo de bodas-
y recorren nuestras páginas
quizás tras visitar el hogar de los Buddenbrook
perseguir mis mariposas
recordar al hombre del saco
asistir al baile de máscaras
develado por Jean Paul
*
En mi trabajo, levanté a Schubert de su tumba
Abracé a Berlioz
Fui alas y pulso de Heine
Confié a Joseph Joachim notas del fuego que rige mi alma
Abrí para Brahms las puertas del mundo
Dejé a Clara, juventud y el genio de Johannes y no mi locura
*
Ciertamente practiqué el espiritismo
Fui la mano de Félix y Franz
Juntos creamos un concierto imposible para violin
Escondido durante 80 años por Joseph
Hasta que sus sobrinas lo invocaron
y el espectro de mi amigo liberó la partitura
*
Como creador, fundí sonido y poesía
Y mis instrumentos aprendieron a soñar
Fueron brisa leve
Mirada inquisidora
Mañana en la Iglesia
Lágrima sobre el rostro de un niño
*
Observé el genio y los peligros de Liszt
Aplaudí el nacimiento de Chopin
Enlacé mi arte a su obra
Invadí Europa con mi alma
Mi muerte inició entre los románticos: la guerra
*
Castigué como filisteo a Meyerbeer
y sus Hugonotes superventas
pues sentí mancillados nuestros himnos cristianos
Enardecido, otorgué voz a Wagner
para descargar sobre él su furia racista
Ahora me doy cuenta
Gonzalo me invita a darme cuenta:
Hice mal y me disculpo
*
En mi cuerpo, la sífilis
Ángeles y demonios sentados en mi mesa
Bebiendo barriles de mi cerveza
Cantando en mis oídos
Disolviendo mis sueños
Empujando mi ser a las estrellas
*
En Chile, mi mirada está en Carmen y Violeta