El nueve está dormido bajo mi alfombra
También la palabra Delfines
Un sol de juguete
Mucho cielo hundido en la tierra
El nueve está dormido bajo mi alfombra
También la palabra Delfines
Un sol de juguete
Mucho cielo hundido en la tierra
He recibido nuestro sol
Lo sentí disolverse en mi cuerpo
Devolver sus rayos al cielo
Desatar el tiempo
Generar la luz
No tengo miedo
Camino bajo montañas y el mar
Renuncio a mi nombre de guerra
Soy luz y palabra de paz
Privilegio impasible de mirar al sol
Amor voluble del viento
Herencia de mil arroyos
Cadencia y ritmo de las olas
Las mismas que dibujan caracolas
*
Corrientes que cruzan y conforman
Amado hogar de delfines
Esfera de pulpos
Piel del calamar
Agua con rostro de Luna
Montaña líquida
Tesoro y basurero del hombre
*
Cuna de vida
Principio de la música
Novia de estrellas
Vecina de mi rostro
Matarife de rocas
Invasora de tierras
Poderosa guerrera en tempestad
Lo que falta es un tesoro de inviernos
Electrochucuchu
La idea de nieve
Temporal con viento
El agua triunfando sobre la tierra
Mis pies sobre barro bendito.
Aún me pesa el domingo
También el sábado y sus pasos de tango
En realidad me pesan los 55 años
Los mismos que danzan en mi alma.
Voy rumbo a los caballos
Un carrusel de los que ama Isidora
El mundo entre burbujas de champaña
Tus ojos verdes: un escudo de luz.
Hoy me puse el alma al revés
mi conciencia tiene ranuras de luz
tengo impulso vital en ambas orejas
percibo emociones
mi lazo con las estrellas
quedó entre la vesícula y el peroné.
Pese a todo me siento bien
Aunque tengo epifanías
cuando muerdo mi lengua
y escucho a los muertos
en ascensores
avenidas con árboles
asientos de Uber
plazas de otoño y llovizna.
Al lavarme los dientes
me desplazo en el tiempo
escucho voces mientras bailo tango
voy con mi hija a Orión
soy energía expandida
me persiguen septiembres
abrazo fantasmas de guerras
Hoy creí ponerme el alma al revés
y parece que esta vez acerté.
Allí donde existe el tango
Vuelve a nacer Buenos Aires
Hay luces en Corrientes
y América se hace Luna y Plata
Palermo junto al río que nos creó.
Allí donde existe el tango
Nace un cafétín de almas
Discépolo esquina Heredia
Milonga como centro del tiempo
Barrida tras el simple cuadrado
Mordida, Baldosa, Cunita
Pasillo rumbo al Puente y la Calesita
Allí donde existe el tango perdura la cadencia
ciertas voces en lunfardo
mundo de Pugliese
piernas infinitas de las hembras
la mirada que precede al encuentro
sentimiento heredado del bandoleón
Escribí limones en láminas de mediodía
y entre reglones: azahares fragantes
Sobre el árbol un cielo celeste
Luego una página azul
Dedos rojos de un crepúsculo
Una ruta de estrellas en el zenit
Te conocí Vinnie Ream
Estuve en la roca que puliste
En la ruta que los cielos te marcaron
Estuve en las mañanas que pasaste con Lincoln
En el aroma del café que compartieron
En el árbol de luz que creaste para él.
No dejaré que te llamen inocencia
mi tumba, ni libro de ternuras
porque en ti existe el espíritu
y purificas decisiones
creas entre sueños y empujones
República en conflicto
Asamblea de imágenes y verdades
La niña me causa alegrías
Eleva su sonrisa sobre el tiempo
Aprueba y corrige la aurora
Cuestiona los sueños
Empuja la marcha del sol
La niña tiene en su alma
un álbum de Los Beatles
Bulla de estrellas
melodías de otro puerto
Your mother should now
Las manzanas caen en el paraíso
Isidora estudia
Yo preparo la lluvia
Mi caballo invisible
Un listado de joyas
La pausa en que cabe mi nombre
Lo que no te mata te embaraza
Al menos te hace reír
Cultiva tu ternura
Cae como la lluvia sobre tus sueños
Lo que no te mata
pasa calladito y en penumbra
ocurre y no ocurre
perdona
luce tábanos de oro
Lo que no te mata: engorda
Vive en cazuelas y champañas
Desayuna desnudo en tu cocina
Canta entre tantos que luchan
Silba antes de votar
Mi cuerpo lo rigen los cielos
El Lucero que abraza mis noches
Cierto sol que habla como Goethe
La estrella en que nací
Galaxias lejanas que crearon mi nombre
Me resisto a dormir mi primavera
Sumar o restar infiernos
Olvidar mi tábano áureo
Renunciar a la noche
Dejar de abrazar a mi adversario
Nunca vi jugar a Jesús Trepiana
Pero sé que amaba trepar los travesaños
Admirar desde allí la noche
Imaginar estadios en los astros
Muchedumbres en la Vía Láctea
Nuestra luna emergiendo en medio del césped
Tanta ilusión hecha gol y primavera.
Nunca lo ví jugar
Pero sé que atrapó disparos de Pelé
y que fue fusilado por Pata Bendita Castro
llegando maltrecho al Hospital de Calera
No digas fusilado, Gonzalo
que la tumba de Jesús aún está vacía
y miles de poetas van cayendo en camino
fieros rebeldes contra el silencio
niños jugando a ser canto
almas y voces que hacen ronda.
Este texto conversa con Eick Pohlhammer. en "Yo vi jugar a Jesús Trapiana"