Al interior del infierno
Un ramo de uvas
Ojivas, peste, torturas,
pero también un ramo de uvas
Vaivén en los brazos de una madre
Todo se disipa en un ramo de uvas
Al interior del infierno
Un ramo de uvas
Ojivas, peste, torturas,
pero también un ramo de uvas
Vaivén en los brazos de una madre
Todo se disipa en un ramo de uvas
Estoy tras la cortina del Gran Mundo
Apenas diviso tu sombra
Escucho de lejos tu risa
Tú está en la esfera de lo cierto
Yo , en mi terraza frente al mar
El bautismo de Jesús
Por aquellos días
llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Y en cuanto salió del agua vio rasgados los
cielos y al Espíritu descender sobre él como una paloma.
Y se oyó una voz
desde los cielos: Tu eres mi Hijo amado, en ti me complazco.
Rajé los cielos para
abrazar a mi hijo desde lo alto
la paloma fue emblema de mi paso
la nueva alianza
rescate del ser humano
a causa y por medio del Amor
Rajé los cielos y mi espíritu
creció en su mente
su conciencia tuvo
un fluir de tiempos
respiró en veinte siglos
y fue compasiva
y fue eterna
Un día rajé el cielo para recibir a Elías
que arrastraba el templo de Jerusalén
Ahora adelanté a Juan
y en las aguas del Jordán
inscribí mi nombre y mi Luz
Mamá linda
Perfuma tu alegría mi viaje
Me abriga tu ternura
Y me faltas, aunque me abrazas en silencio
Tengo un lío con el tango
Me lleva la noche y al nombre de Buenos Aires
El Paredón de Boedo Antiguo
Ciertos Cambalaches
Cuartos Azules
El humo y la escuela del Cafetín
Cuéntame algo Beatriz
Dime por ejemplo
que las narices de los niños
están frías
y este invierno se parece a los de antes
agua en el cielo
la vida llena de esperanza
el sí y no de de las olas
entre tus rizos infinitos
y entre los nombres de Dios
Nunca tuve nombre
Sólo una piel de palabras
Un anillos con silencios
Mi alma carga de estrellas
Juan y el que viene detrás
Yo os bautizo con agua, pero el que viene detrás de mí es
más fuerte que yo . Yo no soy digno de quitarle las sandalias.
Él os bautizará con
el Espíritu y fuego. Tiene su bieldo en
la mano y aventará su parva, y reunirá el trigo en su granero, pero la paja la
quemará en un fuego que no se apaga.
Haz dicho que no eres digno
y sin embargo abriste su camino
fuiste recto
de seguro una flecha del sol
Haz dicho que no eres digno
y te escogió el tiempo
para romper el cielo
dejar fluir el Espíritu
hornear el pan con los primeros granos
dejar tu nombre en la noche de los justos
Escribo los bordes de las cosas
La pelusa sobre labio de un tigre
Las uñas de una hormiga
El libro bajo la almohada de un muerto
Agrego aquello profundo
La sala de un cine abandonado
Tú durmiendo desnuda
Un ángel silbando desde la sombra
Y las cosas escriben en mis bordes
Habla el sol en mis latidos
Me toca el rezo de las olas
y tu piel eléctrica
la noche estallando en tu piel
Veo las esferas que giran invisibles
Electrones armados de relámpagos
Siento aire tibio de tu nombre
Hay cortejo de recuerdos
Un muro que el tiempo aún perdona
Juan Bautista son elementos de Baco, Leonardo da Vinci |
Juan anuncia el juicio
Apareció Juan Bautista en el desierto, predicando un
bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
Dijo a la gente que
venía a ser bautizada:¿ raza de víboras, quién os advirtió para huir de la cólera que se acerca?
Dad, pues, un fruto
digno de conversión y no os gloriéis diciendo en vuestro interior: tenemos por
padre a Abrahán. porque os digo que Dios puede sacar de estas piedras hijos de
Abrahán.
Ya está puesta el
hacha junto a la raíz de los árboles. Y todo árbol que no de buen fruto será
cortado y arrancado al fuego. Mc
Y acudía a él toda
la región de Judea y todos los habitantes de Jerusalén, y eran bautizados por
él en el río Jordán después de reconocer sus pecados.
Voy en camino hacia el Jordán
He sentido el hacha junto a mi raíz
La tempestad se anuncia
en mi ventana
y en mi centro
No me salvará el linaje de mi pueblo
Ni la promesa hecha a Abraham
Ni el pacto con Jacob
Tendré que mudar mi mente
Abrir mi casa a la Gran Luz
Sumergirme en el río eterno
Limpiar mi cuerpo y mi espíritu
Salir de aquí hacia el otro Reino
* Hoy comienzo a comentar la Fuente Q, el testimonio más antiguo de los dichos de Jesús.
Llevo en mi cabeza a Dios
y la Gran Luz
me empuja y posee
o me disuelve en su mano
como a una simple
espiga de trigo
Me abruma el 9 y el 6
también tu colores celestes
cierto vapor del café
el pan que grita tu nombre
En la noche
me apego a tu ternura
bebo tu fuego y tu dicha
cierta luz de tu esencia
la Luna que brilla en tu centro
En el templo, los trabajos
Pulsiones de Mercurio
Permanente amanecer
Aquí la estrella espléndida
Nuestro amor escrito en el cielo
Bendigo al tiempo
que tanto une
al imperio de tu boca
y a los signos
que aplaudo
en tu humedad.
Esta ciudad la escribió el viento
Hubo nubes perfumando su destino
Una Templo de estrellas
eligió su nombre
y su única rosa ha nacido en mis sueños
Hoy he visto el otoño
Inscribió campanas
en mi tiempo
lo sentí en mi piel
fue el viento
que cruzó por mi nombre.
Nunca más sin ellas
y no faltará agua
en la raíz de este siglo
bendición a nuestros niños
cerezas , humitas y libros
Hay un sexo sentido
entre nosotros
y cabe en él este invierno
la calvicie del silencio
cierta hierba azul
una herida de placer
cierta piedad del trayecto