Carola Jamett luce una araña en su centro
Al occidente, Vargas la llaman.
Yo la nombro esposa
Esfera y refugio de luz
Alma con raíz en la lluvia.
Carola Jamett luce una araña en su centro
Al occidente, Vargas la llaman.
Yo la nombro esposa
Esfera y refugio de luz
Alma con raíz en la lluvia.
Gracias por los quesos
y estos nombres de tus naranjas
tus pronósticos del tiempo
un poco de vodka
mezclado con cielo
Hoy escucho mi silencio
Una pausa antes del asalto
Antes de cruzar el árbol nocturno
y asirme a los hilos del sol
para respirar su fuerza
y conquistar la vida
Jamás el sol ha olvidado
su muerte
Ni Oscar Ichazo
sus noches de Chamán
Lee el hombre su vida
en las piedras.
Marilyn |
Lo que Múnich Von Trappen
Hare Krishna non prestan
Porque mi Padre
el que abrió mar y cielo
no es Dios de muertos
sino de vivos
y Robert estuvo allí
esa noche de sobredosis
Ese agosto en que
Marilyn partió a otro Hollywood
y Lenin cerró sus ojos en la ambulancia
Porque, claro,
nunca murió en su cama
sino en brazos de América
o, al menos, en los de su Fiscal General
bien lo sabe Hoover y Netflix
el rostro triste de Clark Gable
y los ojos sabios de Billy Wilder
Tom y Jerry jugaban al jazz en los cines
y pronto balas harían crecer el Valhalla
mientras Vietnam bebía Napalm
y Malcolm cae bombardeado
lo mismo que Jack
Ernesto en las montañas
Marcos un 5 de octubre
y nuestro hermano Martín Lutero hijo.
No por mucho florecer
asoma el día desde su tumba
o cae el cielo sobre Nueva York
y el Presidente se despide desde La Moneda
Me parezco a mi hija
El mismo sol brilla en nuestro centro
Espíritus comunes nos conforman
y nos cobija una misma alegría
este destino de abrazos
el libro que leen nuestros sueños
Marque su trabajo sobre un Libro de Paz
Uno de esos textos que flotan en el aire
y se leen en la profunda noche
como puntos de luz en el cielo
Lleve su trabajo sobre los hombros
O deje que él lo conduzca a usted
Niños y marineros sobre techumbres
Artistas y Obispos sobre tejas de Madrid
Y al fin, dejé su trabajo en el olvido
Renuncie
Camine bajo el sol del día lunes
Beba chocolate del destino
Tome el tiempo de nacer junto al mar
La sentí como vida en mi rostro
Fin de un silencio
Amistad entre el mar y estas rocas
Elías subió desde Pirque a las estrellas
Fue criado en la Colmena
Vivió entre flores de Guatemala
Escuadras de acero salvaje
Tormentas de higos
Nietos y bisnietos del Winnipeg
Ahora sonríe en Reñaca
Despierta acontecido en Ovalle
Enseña el poema de la palta
El largo beso de la Chirimoya
Aquellos pasos lila de su esposa
Su nombre en el Zafiro del Este
Elías cruzó el espejo en Pirque
Habló de Londres con Zaratustra
Bebió pintas bajo suelo bombardeado
Estuvo en la tumba del viejo Moro
Fue maíz y papa de altura
Lloró en la raíces y en la puerta de Chile
Que el poema se una a tu nombre
y tu piel de Carola sea mi piel de Gonzalo
y tu noche de hembra sea mi luz de alegría
sereno cuerpo de Luna, agua ondulante
sol que hiere mi pulso
agua volcada en mi carne.
Escribo para no perder mi cabeza
No herirme de cielo
No huir de mi infancia
No dejar que se pierda el calor de mi madre
Escribo para no llorar de certezas
No trizar mi silencio
No ahogarme en la sombra
No dejar que se borre el azul de sus ojos
La vida me quiere y lo agradezco
Me dejo lamer por ella
La huelo, la toco, la beso
Soy su conciencia
La recibo en mis ojos y en mi luz
Ocurre que el aire está de fiesta
Pronto el agua cruzará su cuerpo
Habrá ríos en el cielo
Las piedras se cubrirán de verde
y la muerte dejará de ser
Caravaggio |
Jesús y Velásquez en nuestros hogares
Palma, "El Joven" |
Antonio Ciseri |