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La destrucción del Templo en el Arco de Tito |
Tras discutir en el templo con los
sacerdotes y los maestros de la ley, comencé a hablarles por
parábolas a quienes me seguían:
Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y
construyó una casa para el celador. La alquiló después a unos viñadores y se
marchó al extranjero.
A su debido tiempo envió a Jeremías para pedir a los viñadores la parte de los
frutos que le correspondían.
Pero ellos lo tomaron, lo apalearon y lo despacharon con las manos vacías.
Envió de nuevo a Amós, y a éste lo hirieron en la cabeza y lo insultaron.
Mandó a Juan, y a éste lo mataron. Y envió a muchos otros, pero a unos los
hirieron y a otros los mataron.
Todavía le quedaba uno: ése era su hijo muy querido. Lo mandó por último,
pensando: "A mi hijo lo respetarán".
Pero los viñadores, que habían hecho de la Casa del Señor una Cueva de
Ladrones, se dijeron entre sí: 'Este es el heredero, la viña será para
él; matémosle y así nos quedaremos con la propiedad.
Tomaron al hijo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
Ahora bien, ¿qué va a hacer el dueño de la viña?: Vendrá, matará a esos
labradores y entregará la viña a otros.
Y añadí "¿No han leído el Salmo 117 : La piedra que rechazaron
los constructores ha llegado a ser la piedra angular del edificio. El Señor ha
hecho esto. No es acaso, cosa maravillosa en nuestros ojos?
Los jefes querían apresarme, pero tuvieron miedo al pueblo; habían entendido
muy bien que la parábola se refería a ellos. Lo dejaron allí y se fueron.
Tras hablar así, pasaron por mi mente las imágenes del año 70, la destrucción del tempo y el asesinato de sacerdotes y maestros de la ley, salvo de uno que escapó escondido en su ataúd.
¿Por qué Jeremías antes que Amós?
¿Dije yo esta parábola?
¿Qué queda de perdónalos porque no saben lo que hacen?