En el mar de Galilea
mi hija
una estrella en busca del pan
mensaje
cena antes de los himnos
un milagro para su propio cielo
En el mar de Galilea
mi hija
una estrella en busca del pan
mensaje
cena antes de los himnos
un milagro para su propio cielo
Mientras cruzábamos Galilea discretamente,
les dije: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres;
lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará"
pero mis hermanos no comprendían esto y temían hacerme preguntas.
Entregado dije
y la noche resplandecía sobre mis hermanos.
Aprendí que todo es posible para el que cree
y que hay algunos demonios a los que sólo se expulsa con la oración
Así abro mi corazón
Lleno mi espíritu de fuerza
Dejo que mi luz mueva los tejidos de la carne
Disuelva los nudos de la mente
Transforme la intuición en acto de curar.
Ahora me dices:
"maestro he traído a mi hijo"
y mi alma, unida al Gran Amor,
comienza a desplegar su trabajo.
Me preguntaron:
¿Por qué dicen los escribas que antes debe venir Elías?
Respondí que en ese punto aciertan
que Elías debe venir para restablecer el orden de todo
y que el Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser despreciado
Agregué que de hecho Elías ya vino
e hicieron con él lo que quisieron
tal como anunció el mensajero
tiempo después del carro de fuego
en que Elías se elevó a los cielos
Se que escribirás de Teodora
Entrenadores de osos
Cisnes desnudando su cuerpo
Banderas azules en el hipódromo
Su rostro abofeteado
Un curso de los milagros
Su corona manchada por la sangre
He nacido para leer tu nombre
Vivir lo como se vive el viento
Retenerlo en mi boca
Sentirte lejos y cerca
En esta misma brisa vivió Carlos Reyes
Se educó en el amor a nuestro pueblo
Junto a multitudes, inventó el destino en 1968
Cruzó silencios y rubores de tantas
Mintíó lo mínimo
Amó el mar y la noche
Cultivó libros y sombreros
No calló, nunca quiso hacerlo.
*
Al dormir su alma
parten para su hija todos los padres del mundo
nuestra casa triza sus copas
se torna frío el tango
y el fruto más dulce
de nuestra única higuera
cede su cuerpo a la tierra
*
La Luna llena
escribió su camino
tomó su mano para guiarlo
y lo tiene ahora en nuestra fonda criolla
brindando con la Patria ausente
Tati, Miguel, la sonrisa de Víctor
*
Muere Carlos como lo hacen los choros
Alegre de haber luchado y haber sentido
Bendito rey de sí mismo
y no un siervo del dinero.
*
Muere Carlos como lo hacen los choros
junto a los ojos de Fabiana
justo en el verano de Valparaíso
mientras la ciudad herida, se disuelve.
Seis días después de anunciar mi martirio
tomé a Pedro, Santiago y Juan
y los conduje sólo a ellos a un monte elevado.
Allí, me transfiguré en presencia de ellos
Mis vestiduras se tornaron resplandecientes
de un blanco nunca visto
Elías y Moisés aparecieron sobre las rocas
y conversaron conmigo.
Pedro, ocultando su miedo me dijo:
Maestro, ¡que bien estamos aquí!
Hagamos tres carpas
Una para ti, otra para Moisés y para Elías
Pedro acotó que no sabía qué decir
pues lo inundaba el temor
Entonces, una nube nos cubrió a todos con su sombra
y salió de ella una vos
"Este es mi Hijo, muy querido, escúchenlo!"
De pronto, sólo Pedro, Santiago y Juan me acompañaban
y mientras bajábamos del monte les prohibí contar lo sucedido
hasta mi resurrección desde los muertos
Ellos guardaron silencio, pero en su interior se preguntaron
qué significa "resucitar de entre los muertos".
Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes
no morirán antes de haber visto
que el Reino de Dios ha llegado con poder
pues mi espíritu y el de quien me envía
residirá plenamente en ellos
de modo que serán uno con el Gran Amor, La Bondad
y la Luz Eterna
A través de mis hermanos,
convoqué a la muchedumbre y les dije:
Si alguno quiere venir en pos de Mí,
que me siga.
Debe entonces imitarme,
renunciar a su ego,
asumir que su sangre y labios se extinguen
Ellos salvarán su vida
estarán en el oleaje del Amor
residirán en la Luz Eterna
y en la serena permanencia del Bien.
Los que no me sigan
los que que quieran salvar su aliento y su boca
todo lo perderán
porque no habitará en ellos
el destello y la presencia del Amor
¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su vida?
¿Qué cosa puede dar el hombre a cambio de su vida?
Si te averguenzas de mí y de mis palabras frente a los orfebres del mal
también el Hijo del Hombre se avergonzará de ti
cuando regrese en la gloria de su Padre,
escoltado por los santos ángeles
cuando retornen las aguas del cielo
y los cuerpos sutiles se eleven en Luz.
Enseñé a a mis hermanos
lo que es necesario
yo, el Hijo del hombre
estoy destinado a sufrir
Los ancianos y los sacerdotes
me reprobarán
lo mismo que los escribas
Debo morir y al tercer día resucitar
Se los dije abiertamente
y el bueno de Pedro comenzó a reprenderme
por lo que tuve que decirle:
¡Vete de mí!
¡Atrás Satanás!
No sientes las cosas de Dios
Sólo atiendes a los asuntos de los hombres
Y ahora digo, atrás Gonzalo, atrás Renata, atrás Joaquín
porque siguen enredados en el mundo.
¿Estar feliz o apenado?
El día es difícil
pero escuché música
escribí a mi madre
brindé junto a la mujer que amo.
Monte Hermón |
Camino a Cesárea de Filipo, junto al monte Hermón
pregunté a mis discípulos
¿Quién soy Yo, según el decir de los hombres?
Me respondieron "Juan el Bautista"
"Elías que subió a los cielos"
"Uno de los profetas de Isarael"
Guardé silencio un instante y les pregunté:
Según vosotros, ¿quién Soy yo?
y sólo Pedro me respondió. "Tu eres el Cristo"
Entonces, les mandé que a nadie dijeran esto de mí.
Tras imponerle la manos,
el hombre de Betsaida dijo
"Veo árboles que caminan"
Le impuse las manos por segunda vez
y pregunté "Ves algo"
El hombre alzó los ojos y dijo emocionado
"Veo a mis hermanos, los veo como árboles que caminan"
Por tercera vez puse mis manos sobre sus ojos
y el hombre vio todo claramente.
Así, una vez miraste con los ojos
Luego lo hiciste con la razón
Ahora lo haces desde el Amor.
Pido besarnos toda la vida
hasta que se extingan
los nombres de las cosas
nos mire con rubor el mediodía
y el roce disuelva nuestras sombras
*
Besarnos enhebrados al celeste
fuera del imperio del tiempo
regresando una y otra vez
con el oleaje
cruzando nuestros cuerpos
en los sueños
desnudos al fluir desde la tierra
*
Besar la fuerza
que manda en nuestra carne
la raíz de nuestro viaje
el aire que vive en nuestra boca
el agua que nace de esta unión
*
Entrar y salir desde tu centro
Buscar allí nuestro milagro
La casa sin horas
Sin espejos
Sin nombres
El rito de volver hacia el sol
Mi carta para "El Templo de la Poesía", en Amunátegui 1498, "La Cofa".
Mis hermanos me acompañaban en la barca
Una vez más habían olvidado el pan
y pensaban en alianzas con
filisteos y herodianos
*
Leí sus silencios y les dije
¿Acaso no les basta con el Gran Amor?
¿No comprenden todavía?
¿No caen en la cuenta?
Vuestro corazón está endurecido
Tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen
Recordad que con cinco panes alimenté a cinco mil
y hubo 12 canastas de sobras
y que al partir siete panes alimenté a cuatro mil
quedando doce canastos de sobras
¿No comprendéis todavía?
*
En verdad nunca necesitaron levadura
mi corazón y el de ellos
bastan para alimentar al mundo.
Junto a mis discípulos
tomé una barca hacia Dalmanuta
y salieron los fariseos a discutir conmigo.
Exigían como prueba una señal del cielo
y dije en mi interior sollozando
¿Por qué esta raza exige una señal?
Luego, mi boca recogió aire
y hablé: "En verdad, os digo,
ninguna señal será dada a esta generación"
y cerrando el debate
me embarqué hacia la otra ribera.
Dieric Bouts |
Al caer la tarde fui con mis doce
y mientras comíamos dije
"En verdad os digo, me entregará uno de vosotros que come conmigo.”
La tristeza invadió el recinto
y comenzaron a preguntarme
¿Seré yo?
y repuse "Uno de los doce, el que moja conmigo en el plato"
Añadí luego
El Hijo del hombre se va, como está escrito de Él,
pero ¡ay del hombre, por quien el Hijo del hombre es entregado!
Más le valdría a ese hombre no haber nacido.
Y mientras ellos comían, tomé el pan,
y habiéndolo bendecido,
lo partí y di a ellos diciendo
“Tomad; éste es el cuerpo mío.”
Tomó luego un cáliz,
y después de haber dado gracias al cielo
entregué a ellos el cáliz , y bebieron de él todos.
Después les dije: “Ésta es la sangre mía de la Alianza,
que se derrama por muchos".
"En verdad, os digo, que no beberé ya del fruto de la vid
hasta el día aquel en que lo beberé nuevo en el reino de Dios.”
Luego, canté con ellos el himno y salimos para el monte de los olivos
El Salmo 116, fue uno de los que cantó Jesús ese atardecer, mientras llegaba la primavera.
Multiplicación de los panes, Juan de Flandes |
Primera multiplicación del pan y los peces
Nací en Belén, la casa del pan
Soy uno más del pueblo que recibió el maná
El pueblo de Eliseo
que alimentó de sobra a cien hombres
por designio de Dios
¡Ay bendito profeta!
con solo veinte panes de cebada
Tras la muerte de Juan, miles me siguieron al desierto
¡Ay ovejas sin pastor!
tenían hambre en sus espíritus
y les di la aurora de mi sangre
el día infinito de mi nombre
la Luz que levanta a los muertos
Al anochecer me dijeron que los despidiera
y pedí a mis discípulos que dieran de comer a la gente
pues sentí en mi cuerpo el hambre de sus entrañas
¡Ay ovejas sin pastor!
tenían vacíos los vientres
y anhelaban una pieza de pan
Me dijeron "es imposible"
No funciona así la economía
Gastaríamos el valor de un libro
o de un navío romano,
Entonces, les pregunté
¿Cuántos panes tenéis?
Cinco panes y dos peces,
respondieron mis hermanos
y ordené a la gente instalarse
sobre la hierba verde
lo que cumplieron
ubicándose en cuadros
de cien y de cincuenta
Luego, tomé cinco panes
levanté los ojos al cielo y los bendije
los partí y los di a mis discípulos
para que ellos los sirviesen
Asimismo, repartí los peces.
Todo se multiplicó ampliamente
y cinco mil varones comieron hasta saciarse
dejando doce canastas con los sobrantes.
Así, por siglos mi espíritu ha abrazado otras almas
y mis discípulos han compartido el pan.
Segunda multiplicación del pan y los peces
Tiempo después,
por tres días me siguió una multitud
sin nada que comer
de modo que en mi carne
sentí el hambre que los golpeaba.
Pregunté a mis discípulos
¿Cuántos panes tenéis?
Me respondieron "Siete"
y mandé que la gente se sentara sobre la tierra
Entonces, tomé los siete panes
agradecí el poder de mi Padre
los partí y los di a mis discípulos
para que los sirviesen al pueblo
Había también peces que bendije
y ordené que fueran servidos.
Cuatro mil comieron hasta saciarse
y recogimos siete canastos con sobras.
Sólo saciados los despedí.
El amor y la sabiduría se multiplican
El pan, hijo del amoroso fuego
Los peces como frutos de vida
El amor y la sabiduría se multiplican
Alimentan ellos a miles
y queda pan y peces para millones