El amor y la sabiduría se multiplican
El pan, hijo del amoroso fuego
Los peces como frutos de vida
El amor y la sabiduría se multiplican
Alimentan ellos a miles
y queda pan y peces para millones
El amor y la sabiduría se multiplican
El pan, hijo del amoroso fuego
Los peces como frutos de vida
El amor y la sabiduría se multiplican
Alimentan ellos a miles
y queda pan y peces para millones
Entre los griegos me presentaron a un sordomudo
y me pidieron que le impusiera las manos
Con serenidad, puse mis dedos en sus orejas
Con mi saliva toqué su lengua
y luego
mirando fijamente al cielo
murmuré
"Efatá"
y la música volvió a ingresar a su mente
y las palabras tanto tiempo cercenadas,
nuevamente brotaron de su boca.
Entonces, las multitudes dijeron admiradas:
Realmente es una Maestro
por su virtud los sordos escuchan
y nuestros hermanos mudos, han vuelo a hablar.
Todo ocurrió en la Decápolis
donde Israel había callado a sus profetas
y los gentiles se negaban a escuchar.
En Tiro expliqué a una mujer fenicia
que el Padre
debe alimentar a sus hijos
antes que a sus perritos
y ella retrucó que incluso los canes
comen las migas que caen de la mesa
Me conmovió la sabiduría y humildad
de esa extranjera
y mi fuerza se desplegó para sanar a su hija
expulsando los demonios que la atormentaban
¡Es Korbán!
¡Dedos cruzados!
¡Indulgencia!
¡Dios sabrá reconocer a los suyos!
Sois como niños o inquisidores
Es tan sencillo imbuirse de amor
Danzar bajo el cielo estrellado
Compartir la tierra y el pan
No le pido a mis discípulos que se laven las manos antes de comer. No es ley divina sino que de los hombres.
Lo que realmente mancha al hombre es lo que sale de su corazón.
No honres a Dios con los labios sino con tu corazón.
Pero, después de todo lo ocurrido, no dejes de lavarte las manos.
Humildemente, punto para escribas y fariseos.
Punto también para mi hermano Andrés Aninat.
A Genesaret llevé un manto con flecos
Multitudes me siguieron
Llevaban a su enfermos en camillas
y tocaban mi ropa
para rescatar desde el centro del amor
aquella fuerza que levanta hasta los muertos.
Camino sobre el mar, mas no soy un fantasma
Simplemente conozco profundidades y misterios
Soy hermano del viento
Amor que sonríe en las flores
El pan que levanta a los muertos
Llevé a mis discípulos a un lugar apartado
pero miles nos siguieron desde cien senderos y ciudades
ay, ovejas sin pastor,
tuve que multiplicarme entre ellos
ser su pan, para saciar su hambre de vida
ser los peces, el tesoro que regala nuestra madre
Y ellos, al alimentarse de mi,
encendieron el Gran Amor en sus hogares
Voté por agua y género
Salud Pública
Glaciares
Carabineros refundado
Educación integral y de calidad
Voté y me dio gusto
Libertad a los presos del estallido
Vivienda digna
Reinserción Social
Estado Laico
Gea con derechos y personalidad
Dicen que soy Elías
Posiblemente la reencarnación de Juan
Tal vez el retorno de un antiguo profeta
Herodes teme que es el hombre a quien dio muerte.
En realidad, todos ellos soy, porque si atacas al más pequeño de mis hermanos, es a mí a quien atacas.
Y estoy en el corazón de mis hermanos , vuelo y siento en sus emociones, recibo y cargo sus dolores.
Muero y regreso con ellos.
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En mitad de la noche
Los vientos
Nuestra herencia de estrellas
El :cielo goteando su sangre
La cuerda que ata a los cuerdos
Tus manos han triunfado sobre el patriarcado
Eres libre y vuelas sobre los meses
sandalias azules del tiempo
nuestras rocas milenarias
explotación sobre obrera y esposa
Cada día, arrancas antenas del cuerpo
Decides y bendices perfiles
Contactas el calor de la sangre
Queda tu mirada como rocío en los rostros
Queda tu huella en mi viaje
Tus manos han triunfado sobre el patriarcado
Hueles a otros porque hueles a Dios
Has tocado la vida
Rotunda hermana de la música
Madre en muerte y en aplauso
Heredera del acero y la paz
Llamé a mis doce discípulos
y poder les di sobre los espíritus sucios
Les ordené que nada llevaran para el camino
ni siquiera dinero o comida
nada, salvo un bastón.
Les pedí que calzaran sólo sandalias
y que no llevaran dos trajes
oh benditos testimonios de pobreza
y confianza
Les enseñé que al llegar a una aldea
permanecieran en una sola casa
para recibir allí a los vecinos
hasta abandonar el caserío
Les instruí no enfrentarse
con quienes rechazaran escuchar sus palabras
sino retirarse
después del rito de sacudirse el polvo
como presagio de la tierra que cubrirá
para siempre
las tumbas de aquel lugar perdido
Partieron entonces y predicaron
el renacer del espíritu
- arrepentimiento-
Expulsaron también muchos demonios
sanaron enfermos
y con aceite de olivos
ungieron sus cabezas
Desde el mar me dirigí al caserío de Nazaret
Enseñé en la sinagoga
pero pocos creyeron en mi palabra
pues era yo el niño de sus recuerdos
hermano de Jacob, José, Judas y Simón
hermano de tu esposa y de tu cuñada
ese joven que cantaba en las bodas
yo , el carpintero que parió María
Les dije: Nadie es profeta
en su tierra ni en su casa
y aprendí un poco más de lo humano
se quiere lo que no se tiene
se cree en lo que vela el misterio
Juego con mi hija
Ella baila y corrige mis sueños
Anota su sonrisa en mis ojos
Lee mi rostro
Traza sus senderos en nuestro propio bosque
En cada argumento has dejado un precipicio
El novio de un rosa
Dos silencios rimbombantes
Un gigante Castrado
La granada que madura entre los muertos
Mientra caminaba ente la multitud
sentí que la fuerza había salido de mí
y pregunté a los muchos que me rodeaba
¿Quién ha tocado mi manto?
Ocurrió que entre el gentío
una mujer se postró a mis pies
y confesó su verdad
su sangre derramándose por doce años
la impotencia de los médicos
su fe en mi espíritu
su confianza en sanar al tocar mi ropa
el cese inmediato de su mal
Le respodí 'Hija, tu fe te ha savado. Vete en paz. Queda sanada tu enfermedad."
Así el espíritu roza su centro
La fuente de vida
El árbol que aún crece en el Paraíso
Próspero nuevamente se despida
Lleva cuatro siglos en ese esfuerzo
Bendiciendo a su mirandaenderexando voluntades
Perdonando a su propio ego
Niña, yo te lo mando, levántate.
Así, con mi voz,
desperté de su sueño a la hija de Jairo
Sé que intuyes un trance hipnótico
o el uso del filtro que empleó Julieta
Sé que piensas otra ardid terapeuta
pero quiero decirte que es un poder real
mi espíritu se extiende
es respiración del silencio
luz en la herida del tiempo
Vine a enseñar que vida y muerte
son sueños
y que aún nos cobija
el árbol que crece en el paraíso