En la franja nuestro castillo
Las sucesivas fortalezas
Manzana que madura en el viento
La espada de Homero
El prado que mira nuestro sol
En la franja nuestro castillo
Las sucesivas fortalezas
Manzana que madura en el viento
La espada de Homero
El prado que mira nuestro sol
En una servilleta : los nombres del cielo
Todo el rojo de tus labios
Mi bandera blanca
Nuestro mapa de viaje
Agua tuya
El rayo que lanza mi estrella
En la puerta del horno se quema el sol
y gritan inocentes los condenados
millones respirando los gases
cavando tumbas
atendiendo asesinos
antes de caer degollados
consumidos por el fuego
desnudos y completamente humanos
Es de buena suerte pagarle a los poetas
Invitarlos una copa de sangría
Cierto almuerzo con parrón y vino tinto
Un pasaje sencillo a a la mitad del cielo
A este solsticio
A la palabra compromiso
No se quede en el pensamiento: Aporte para mantener funcionando este blog que cumple 11 años de diaria creación.
Tengo un libro en que cabe el sol
Habitan distintas naciones
El pasado
Las novias e hijas del tiempo
En cada página, las preguntas
El destino
Cierta textura de sueños
Oídos y marcas de Dios
El tarot de Irma,:
anuncia la historia
y esboza los personajes
Mas tarde, habla Paris
gente de los café
aquellos galanes callejeros
la vendedora de sombreros
nuestra taxista
el hombre que devoraba ranas
Dos horas en la vida de una cocotte
Su dama de compañía
Su Señor
El músico que la modela
La amaiga de avanzada
En los muros: El perro andaluz
Para enfrentar: el cáncer
los viejos funcionarios de hospital
el médico de tumores
Nace un amor en el parque Simón Bolívar
Corre el año 1962
Por cierto: Solsticio de Verano
Espejo roto
Sólo las cartas tienen colores
Prefiero el verano en Florencia
Júpiter y Saturno tienen una cita
Él llega con sus lunas
Ella luce sus mejores anillos
Nosotros miramos desde la terraza
Las gaviotas guardan silencio
Los lobos duermen en paz
Para variar y con gusto: nos besamos
Los viajeros avanzamos en el cielo
Miramos al vecino
No hay luces rojas
Sólo tres planetas en línea
Siempre, el Universo que baila
Nos hieren las palabras
El tiroteo de miradas
La tensión del rostro
La rabia del mundo
derramada en nuestro cuerpo
Aquí la torre de aire
Bella ciudad en los sueños
Beso efímero
Abrazo invisible
Duda en reino de silencia
Necesito las razones del territorio
La vida de los nombres
Mil veces la palabra mamá
Sus ojos
Sus labios aceptando mi frente
Aquí nos besa el eclipse
Habita el péndulo y la risa
La Luna se opone
Crece el tiempo
Hay alerta y hondura
Ahora, se triza el silencio
Imagino la vida al interior de mi madre
Cruzando jardines
Mordiendo aceitunas
Abrazando a mi padre
Ella y yo en los patios del Pedagógico
En el cine
Las Cachás Grandes
La Peña de los Parra
La pienso subiendo las escalas de mis abuelo
Comiendo albóndigas scon su padre
Tomando jugo en el Café Vienés
Mirándome fijamente a los ojos
Aprendí a girar hacia la izquierda
borré la magia del Palatino
sumé el agua, el aceite y la luz
las empujé con mi mente
y retrocediendo a la noche
cerré la puerta de Dios
Si abres tu mente a la luz
Nunca el océano podrá borrar tu corazón
Ni caerás en falacias de la noche
Tributos al miedo
Falsos caminos de falsos agentes
De ciudades alzadas desde tumbas
He herido al país con mi mirada
Con el brusco latir de mi nombre
El vértigo de mi cuerpo incendiado
Lanzo esta mirada de acero
Hay tensión en mis músculos
Parezco un niño gritando por falta de atención
Mi corazón tiene fuego
Dispara sus poderes sobre la tierra
Flamea sobre la noche
Martilla
Disuelve
Empuja su tempestad sobre la Iglesia
Cumples las edades de la luna y estás feliz. Recibes los ojos del sol. Llevas mi nombre en tu frente. Bailas cuando crece tu amor.
La torta lleva panqueques y manjar. Eres alegría y abrazos. Disfrutas las amigas. Tu mirada camina sobre el mar.
Eres como yo
Guardas moscas en primavera
Abres tumbas en el garage
No lloras
Gritas los orgasmos
Nadas desnuda al atardecer
Tomas a la niña
y ofreces enseñarle religiones
la cultura del espíritu
los diversos caminos de la fe
Luego, sacas tu sable de la manga
y la llevas hasta el agua clara
para hundirla en río ajeno
Lejos de la Luz
En tan lejana vereda.
Me encanta la cultura dices
Verás
Tal vez basta con atender
Conversar tus sueños
Sacudir las bibliotecas
Abrir los poemas del sol
Basta con la amistad
Dibujar sonrisas en las mejillas
Dudar las historias
Saltar entre gaviotas y retratos