Aferrarme al cubrecama y deslizarme poco a poco
Enfrentar la tierra y
su gravedad
Alcanzar un plano distinto:
El suelo en la casa de mis padres.
Bajar en canasto por el patio interior.
Caer ligero al hogar de mis abuelos.
Azúcar quemada aromando la cocina.
Mi mamadera en botella verde.
Tibieza de leche y té.
Mi madre variando su color de pelo.
Me parecen distintas
mamás.
Diversos estados del carácter.
El rito de mudar un bebé.
Tía Cecilia me pregunta:
Oh espíritu, quién fuiste en otra vida
Y me enojo.
Como si tuviera recuerdos que defender.
Entrar a la locomotora de mi abuelo.
Llegar por la ventana hasta sus manos obreras
Mi cuerpo sometido a la física.
Impacto marcando la conciencia.
Expulsar los pañales y
salir gateando de casa.
Huir de Cirilo Amstrong.
Libertario en el orgullo de ancestrosì
20 de junio, 1969.
Un hombre llega a la Luna.
Yo juego junto a la puerta del baño.
Tío Gustavín la abre de repente
y pronto despierto en el Volkswagen
mi oído sangra rumbo a la posta infantil.
El patio de la escuela en 1971
Los tres chiflados en televisión.
Sillas sobre mesas escolares.
Vacaciones cada fin de semana.
Clausura de año sin premios.
Tía Mirtha al rescate.
Barcos verdes tirados por cordel.
Feliz en mi Go Kart en calle Yungay.
Tanita perdiendo una moneda de oro
Bañándonos juntos en la tina.
Peleando a combos.
Niño rucio y as de peñascazos.
1972 en Liceo La Igualdad.
Niños cantando en el aula.
Reiteración de Tía Mónica.
El sol sobre el patio escolar.
Mi padre en el Club de Limache.
Lleva un Gonzalo en sus hombros.
Luego cruza el agua conmigo en su espalda.
Me parece un gigante
y yo una parte de él.
Navidad de 1973.
Jardín Infantil Pin Pon.
Mi traje es rojo y de seda.
Tengo joyas en mi frente.
Carbones han vuelto negro
mi rostro.
Y un pequeño niño pilucho viene a quitarme importancia.
A palos tuve que sacarlo de su pesebre.
Con abuelita Olga recorremos la ciudad.
Caminamos desde Yungay hasta Aníbal Pinto.
A cada instante abrazos y sonrisas.
Dulces chilenos en peldaños del Sermena.
Yoguhrt y huevos a la copa en Riquet.
Jugos en Bogarín.
calle Condell:
Mi primera enamorada atiende una Farmacia.
Mi abuelita teje a crochet.
Me encanta llevar la polera blanca y roja que creó para mí.
Jugar bajo muebles de su casa.
Usar allí el andador y el triciclo.
Jugar canasta con los amigos.
Leer el gigantesco diario de los domingos.
Probar su manzana rallada.
Leche nevada.
Huevos de pescado.
Jugo de carne emanado del sartén.
Recuerdo la opresión de los calzones de plástico.
Mi lucha por romperlos.
Recuperar la frescura.
Rescatar la libertad.
Un día llegó mi hermana.
Traía toda la dulzura de su apego.
Un poema escrito en su nombre.
El futuro robado a tanto invierno.