En noche de solsticio
nuestro brindis busca valles y cumbres
abraza navegantes
besa el rostro de enfermos
lleva su magia a las bodas.
Sencilla música muda
ingresa en salas de tortura
invade cárceles amuralladas
rompe el frío del olvido
disuelve soledades
perdona faltas del espíritu.
En noche de solsticio
nuestro brindis consuela
abre fuentes de trabajo
da su mano al caído
llama hermano al extranjero
llama hermano al oprimido
Sencilla música muda
extiende nuestro lazo a las estrellas
saluda nuestra luz en el jardín
retorna el vino y Melquisedec
vuelve a nacer la esperanza.