19 de julio de 2010

ojos, dedos y más




Tus ojos, que están hechos de carbón

y agua piedra,

me hablan con las noticias del día,

son pequeñas lámparas,

luz de tierra,

canales misteriosos,

pozos de silencio,

ombligos de estrellas,

duendes

que dominan la tormenta.

y hablan del sol.




Tus dedos están hechos

de mis domingos,

recogen piedras

que lleva el estero,

poseen los sonidos del piano,

son salados y dulces,

forman una pequeña tribu,

buscadores de tomates,

manada de delfines,

ángeles al servicio de Isidora.



Tu pelo está orbitando por mi alma,

es una cortina,

puerta que oculta mis fantasmas,

mis océanos,

mis montañas,

los gritos que construyen

mis poemas.
*************
En la imagen, las manos de Marguerite Yourcenar.

18 de julio de 2010

Turismo




Te invito a conocer mi país,

aquí siempre es crepúsculo,

la pena tiene ríos y lagos,

vientos plenos de hielo,

otoños imposibles,

joyas robadas a la primavera.




La imagen de esta balleba en la patgagonia proviene de www.diariodelviajero.com

El Miedo de Samih al -Qasim






El fuego se morirá en la chimenea,
las botellas perderán sus tonos rojos,
el disco dejará de girar,
marcharán nuestros amigos,
sacaremos las sábanas y las frazadas
y dormiremos juntos… como siempre.

Te levantarás por la mañana,
volverá nuestro maravilloso café,
avecillas del viejo bosque cantarán en mi honor,
¿te despiertas?
me preguntarás con tu voz más dulce
aunque
temo que la muerte nos sorprenda en el descanso.

No, no dormiré,
velaré hasta la mañana
y observaré en tu rostro dormido
las estrellas de nuestro mundo futuro.


Al alba
aumento tu abrigo
y me deslizo como un tigre familiar,
ligero, hasta la cima del mundo,
preparo nuestro maravilloso café,
corro hacia ti,
beso tu mano dormida
y exclamo: ¡Vamos, regresa!
buenos días, razón de mi vida.
¡Vamos, regresa!
sin ti el sol no se pondrá,
sin ti no habrá luz
ni rabia
ni naranjas.





Inspirado en el poema " El Miedo" de Samih al -Qasim, poeta palestino de origen druso.
La imagen es una postal turística de Jerusalén.

17 de julio de 2010

Gabriel




Gabriel está hecho de energía,

hay mucho sol en sus ojos,

en sus huesos,

en las huellas que deja

sobre la tierra.


Lo habitan las sonrisas,

los volcanes,

el agua,

el rostro de su Victoria.


Ama los gatos,

conoce el secreto de los bosques,

domina el viento,

es gimnástico,

aguerrido,

emotivo como un árbol de lluvia.


Gabriel es ajeno a la pena,

se parece a su hermano,

es lúdico,

cariñoso,

un niño hecho de luz.

16 de julio de 2010

Diván







Entre epitafios y silabarios

busco las maderas

para hacer un nuevo diván

distinto al de Johanna Haun

que ahora vuela

sobre Recreo.


Quiero uno de lingue y radal,

de canelo y ciprés,

de roble y avellano,

de raulí y laurel.


Un diván para conectarme

con los bosques

para dormir en sus sombras

y aromas,

cubierto de ramas,

elevado en las montañas,

espíritu de las cordilleras.


Para mi nuevo diván

deseo una frazada

hecha por grandes abuelas,

un manto de energía roja,

un paraíso de siestas

y sueños.


Un mueble hecho de un poema,

un sitio en que cabe Isidora

y las Sofías,

mi madre y mis abuelas,

mis ángeles y mis fantasmas.


Aquí les dejo ese espacio,

está sobre la vara de un coligüe,

pendiendo de hilos azules,

meciéndose sobre vientos calmados,

tibio y pacífico,

humano y transparente.



En la imagen, "Fruto del Algarrobo", de Patricio Novoa en www.chilebosque.cl

15 de julio de 2010

Luz en Valparaíso

Avenida Argentina
tras 24 años.
La misma calle.
Nuestra gente.
Sólo falta tu risa
en las líneas de la noche.

Noé





Las moscas, las serpientes

y los zorros

encabezaban una larga columna

de animales y hombres hipnotizados,

los colores pardos de las focas,

contrastaban con el naranja

de los mamelucos industriales

que llevaban los agentes del Consuelo.


Cuidadosamente,

medían los colmillos de los tigres,

el ego de los artistas,

la cantidad de feromonas,

la extensión de las alas,

el perímetro de los cráneos,

el veneno de las arañas,

las caderas femeninas,

la sonrisa de los gorilas.


La nave, llamada Geometría,

no era más grande

que una casa de campo,

olía a miel,

tenía cuadros de Picasso,

era laica y circular.


Bastaba con abducir

a los seres

en una portal de dos columnas

y el viaje hasta Orión

se hacía en un archivo de luz.


Así, una hormiga y un elefante

viajaban en correo electrónico,

junto a una multidud de pájaros

y doce ballenas azules.


Me llamó la atención

que los obreros

usaran guantes blancos,

un delantal

con las letras M.: B.:,

se llamaran hermanos

y hablaran de paz

en medio de aquella guerra.







Nota: Noé, en hebreo significa consuelo.

La imagen proviene de blogmasnatura.

14 de julio de 2010

Sofía cumple dos años





Joven como el invierno,

limpia de rencores,

purísima,

serena, elegante,

mas bien silenciosa,

amiga del blanco

y el lila,

seria de mirada,

delgada como su madre

y Julita,

secreta en los océanos

y en los lagos,

morena,

tesoro de Javier,

inefable,

poderosa de carácter,

luminosa en los jardines.

13 de julio de 2010

Delfines sobre los techos de Paris





Soñé que caminábamos sobre los techos de Paris,

íbamos de paseo y excursión,

con Carolina y Pedro,

los niños dorados del puente,

y muchos otros delfines

de ojos anchos

y almas transparentes.


Gabi se detuvo a cantar en Saint Sulpice,

tomamos desayuno

sobre las columnas de La Madelaine.

Encendimos luces

en la Torre Norte

de Notre Dame

bajo el suelo de Saint Denis,

en el espacio místico

de la Saint Chapelle.


Descansamos en la terraza solar

del Mundo Árabe,

cerca de la librería

Shakespeare

y el ángel armado

de Saint Michel.


Miramos la noche

desde lo alto del Louvre,

en los hombros de la Ópera,

la Bolsa y el Panteón.


Al amanecer,

lloramos junto a la tumba de Voltaire

y salimos en bicicleta

hacia la Basílica de Montmatre.

Nos reímos mucho

al subir por las escaleras

y recordar las aventuras de la jornada,

los chistes de Pía,

los comentarios de Cony y Aulikki,

los abrazos de Carlita,

la voces inspiradas

de Marcia e Ida.









No pude ubicar al autor de la fotografía, muy reiterada en la red.

Nota: Ahora entiendo el sentido de las gárgolas y su vano intento por detener nuestra invasión.

12 de julio de 2010

España








El año ha dejado de castigar al mes,

el coloso juega tenis y fútbol,

los toros firman autógrafos,

los perversos temen

poner sus pies en España.


La libertad se bebe en las escuelas

y crece bajo la forma de árboles,

películas, novelas,

leyes que cavan tumbas

a la barbarie.


Las naranjas tienen un nuevo aroma,

los vinos alcanzan los sabores del día,

las ciudades abren sus ventanas al mar.


El caballo, ya no vive entre bombas y desmanes,

no acude obligado a procesiones,

no siente el látigo en su espalda,

dejó el cemento y volvió a las playas.


España tiene los ojos abiertos,

ya no vive del temor,

las sotanas, los ejércitos,

el peligro del infierno.








En la imagen "El Coloso", atribuido a Goya.

11 de julio de 2010

Shylock







Allí está Shylock

temiendo un nuevo progrom,

la expulsión del Reino Cristiano,

las malas palabras,

el desprecio,

el incendio del ghetto,

los cristales rotos,

su lugar en la “Isla del Diablo”.


Y, sin embargo,

su hija ama a un palestino,

un hombre tras el muro

de la vergüenza,

una víctima de las víctimas,

la historia

encadenada a sus horrores.



Porque Shylock

también es Mapuche,

Gitano, Aymará,

Quechua, Kurdo

Tamil, Twas,

Hutu y Tutsi a la vez,

Protestante,

Católico en Irlanda del Norte,

Emigrante, Exiliado,

Palestino.









En la imagen " Shylock y Jessica", de Maurice Gottileb.

10 de julio de 2010

Lujuria




Soy numeroso de abrazos,

poderoso, menstrual,

entro y escapo

de los cuerpos,

vivo en el olfato,

el aliento,

los líquidos,

la sangre,

las rutas que erizan el alma,

higos maduros,

lugares sagrados,

pezones,

uvas,

pupilas cegadas,

ansias que vencen la carne,

conectan, exceden,

impulsan,

encienden y tumban la fiesta.









La imagen es de Courbet.

9 de julio de 2010

sueño de un hombre feliz




Sueño que estoy aquí
jugando y cantando con mi hija,
y soñé que estaba en los montes
probando las uvas y el sol.
¿Qué es la vida? Un deseo.
¿Qué es la vida? Un viaje,
un cine, un pinponeo, un moscardón,
que todo mal es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, buenos sueños son.


Todo lo que tengo es maravilla
sentir la tierra
beber del agua corriente
caminar descalzo
morder limones
dormir sintiendo a mi esposa
vencer la lluvia
visitar las cárceles
perseguir la luz


Esta vida está tejida de sueños
y es preciso hacerlos más dulces
más felices
definitivamente azules
bellamente efímeros
Así, libres y encadenados
vamos fingiendo ser humanos
actores en una antigua obra
pequeños destellos
en un largo día
momentos
de una sola vida









Seguí a Segismundo y a Próspero, para ayudarme a dibujar mis propios sueños.

8 de julio de 2010

Cáncer


La células nk aparecieron en el horizonte,

llevan en sus banderas

las palabras

linfoma, metástasis y cangrejo.


Ni siquiera Thomas Hodgkin

imaginaba la fuerza de aquellas asesinas,

sus barricadas en el anillo de Waldeyer,

el contingente de fármacos

atacando y atacando,

las radiaciones frecuentes,

la inmunidad disminuida

ante la gripe, el herpes,

la más ligera bacteria.


Ella mira a sus hijos

y se despide con cada abrazo,

se apega a los atardeceres,

se multiplica en sonrisas,

se disminuye hasta desaparecer

y quedarse en las imágenes de sus hijos,

en sus risas que marcan el aire,

en los botones rojos

que alumbran los hospitales.


Viajaremos desde el desierto,

para verte nacer de nuevo,

aplicarnos en las noches de tus incendios,

convertirnos en tus manos calurosas,

en tus ojos llorando,

tu forma de pasear en el discurso,

tu amor por el chocolate,

tus canciones sensuales,

la copa derramada

sobre tu cuerpo.

7 de julio de 2010

Chris en Valparaíso


Hoy es el día universal de Chris,

el aire aprecia sus huesos,

el café invade su boca

y los vapores de la mañana

escriben su nombre

en la cocina.


Ella mira los bordes

y descubre la nave encallada,

se anima a observar las olas

golpeando el casco,

como una Miranda

al despertar de su sueño.


Mi amiga,

novia del rojo,

el marrón

y el color damasco,

se anima a salir

y vencer los vientos,

derramar copas,

construir sonrisas,

volverse única, primera,

grito de escalera,

de pescado,

de antiguo ascensor.





La imagen es de Segio Larraían

6 de julio de 2010

Tempestad




Hoy iré a los hombres,

tomaré formas de tempestad,

golpearé las ventanas de los amantes,

haré húmedas las cunas,

tendré pasión por aguarlo todo,

incluso las carpas de los desplazados,

las grietas de los terremotos,

los pequeños brotes de las zanahorias,

los rostros sonrientes,

los calcetines de lana,

el escondite secreto de los caracoles.


Convertido en gotas

miraré el interior de los vehículos,

los mitones azules de los colegiales,

las colaciones de los obreros,

los libros de las enamoradas,

el pelo hirsuto de los vagabundos,

la tristeza sombría de los cementerios.


Soplaré como un demonio

sobre las casas y los hospitales,

hasta que los niños griten de miedo

y los barcos huyan de mi fuerza.


Hasta que los niños griten de miedo

y el agua encienda la tierra.







La imagen proviene de pixdaus

5 de julio de 2010

Sara y Ema




Nada tengo que perder,

dijo Sara,

cuando Ema rechazó su beso.

Hace años que no me siento esposa,

y ahora mi alegría nace de tus ojos,

de tu café mientras conversamos,

tu cabello rojo,

tus distintos aromas,

las emociones que colorean tu rostro,

las mañanas en pijamas,

los días que se pueblan con tu risa,

mujer niña, aventurera,

cálida, chascona, dichosa.


La amiga cedió

y ambas hicieron un rito de sus blusas,

llevaron aceites y flores,

sembraron alegría y música,

cosecharon susurros y vientos,

murmuraron, descubrieron,

aplaudieron,

sacaron chispas y luces,

permitieron el amor.




Hubo soles y tempestades esa tarde,

se cortaron los caminos,

cerraron las fábricas,

la tierra tuvo su fiesta,

los jardines volvieron a ser felices,

extensos, ajenos,

simplemente libres.







En la imagen, "A favorite custom", de Lawrence Alma Tadema.

4 de julio de 2010

sueños de otros




¿Hay forma de llegar a los sueños de otros?

beberlos como un caldo de cebollas

fumarlos como un cigarro verde

mirarlos en el fondo de las tumbas

en los zapatos invisibles

en los ejércitos que abundan en el aire


¿Acaso poner espejos en la mente?

observarla como a una piedra radiante

como un alacrán de cola roja

como un ciento de flechas

carentes de destino

y de bandera


Acaso perderse en ciertos ojos dulces

y tomar una barca hacia el centro infinito

al lugar lleno de soles

en que saltan y juegan los sueños

allí donde moran las madres

y todo es intuición







La imagen es una reproducción de la obra de Salvador Dalí llamada "Árboles Esfinge de Bikini". Por lo que no sólo trajes de baño surgieron de aquellas explosiones.

3 de julio de 2010

Brujas




Las brujas no usan sostenes,

huyen de las bodas,

tienen amantes y amarantas,

leen los símbolos,

acarician la tierra,

examinan sus cuerpos,

intuyen, estudian,

usan zapatos rojos,

andan en bicicleta

y en patines,

nadan en las madrugadas,

practican yoga,

fuman en pipas olorosas,

son vegetarianas,

usan cintillos diversos cada día,

toman agua,

tienen borlas en el cabello,

leen a Buda y a Rumi,

respetan a la Virgen Negra,

son actrices,

tejedoras,

seres de luz.





La imagen proviene de este sitio.

2 de julio de 2010

Empédocles // una conversación con Brecht y el siciliano


Empédocles


Tras los besos matutinos de Isidora,

abrí la caja de mi alma y

sin permiso de nadie,

apareció Empédocles,

hombre de las sandalias de bronce,

filósofo de cuatro raíces,

aire, agua, fuego y tierra.


Me miró a los ojos y dijo:

"Yo camino entre vosotros como un dios inmortal

y voy honrado por todos como merezco".

Como respuesta,

le entregué

una rama de acacia

y él comprendió.


Ensayamos los signos, los toques

y las palabras que nadie debe repetir.

El siciliano estuvo feliz

de saber que sus ritos

sobrevivan entre

televisores y aeroplanos,

incluso aquí

en el fin austral del mundo.


Me preguntó por la democracia y

sus evoluciones.

Me puse a hablarle con calma

y algunas lágrimas salieron de mis ojos

mientras preparaba el desayuno

y encendía el fuego de la sabiduría.


Le pregunté por su muerte.

¿Acaso quisiste ser un Cristo?

anticipar el engaño

subir a los altares

y quedarte en los temores de los niños

y en la pena de los hombres

que han perdido a sus hijos.


Me miró con tristeza

y dijo que aquello era un embuste,

que sólo quiso subir al Etna

para morir con decencia,

sin hundirse en el dolor,

sin revolcarse en su mierda.


Le pregunté por el Bautista y los suyos.

¿Habrán ellos logrado la ardid?

Todo, para extender sus lámparas

entre el aire y el silencio.



LA SANDALIA DE EMPÉDOCLES
1
Cuando Empédocles de Agrigento
hubo logrado los honores de sus conciudadanos
-y los achaques de la vejez-,
decidió morir. Pero como
amaba a algunos y era correspondido por ellos,
no quiso anularse en su presencia, sino que prefirió
entrar en la Nada.
Los invitó a una excursión. Pero no a todos:
se olvidó de algunos
para que la iniciativa
pareciera casual.
Subieron al Etna.
El esfuerzo de la ascensión
les imponía el silencio. Nadie dijo
palabras sabias. Ya arriba,
respiraron profundamente para recuperar el pulso normal,
gozando del panorama, alegres de haber llegado a la meta.
Sin que lo advirtieran, el maestro los dejó.
Al empezar a hablar de nuevo, no notaron
nada todavía; pero, a poco,
echaron de menos, aquí y allá, una palabra, y le buscaron
por los alrededores.
Él caminaba ya por la cumbre
sin apresurarse. Sólo una vez
se detuvo: oyó
a lo lejos, al otro lado de la cima,
cómo la conversación se reanudaba. Ya no entendía
las palabras aisladas: había empezado la muerte.
Cuando estuvo ante el cráter
volvió la cabeza, no queriendo saber lo que iba a seguir,
pues ya no le atañía a él; lentamente, el anciano se inclinó,
se quitó con cuidado una sandalia y, sonriendo,
la arrojó unos pasos atrás, de modo
que no la encontraran demasiado pronto, sino en el
momento justo,
es decir, antes de que se pudriera. Entonces
avanzó hacia el cráter. Cuando sus amigos
regresaron sin él, tras haberle buscado,
a lo largo de semanas y meses, poco a poco, fue creándose
su desaparición, tal como él había deseado. Algunos
le esperaban todavía, otros
buscaban ya explicaciones. Lentamente, como se alejan
en el cielo las nubes, inmutables, cada vez más pequeñas,
sin embargo,
sin dejar de moverse cuando no se las mira y ya lejanas
al mirarlas de nuevo, acaso confundidas con otras,
así fue él alejándose suavemente de la costumbre.
Y fue naciendo el rumor
de que no había muerto, puesto que, se decía, no era mortal.
Le envolvía el misterio. Se llegó a creer
que existía algo fuera de lo terrenal, que el curso de las cosas
humanas
puede alterarse para un hombre. Tales eran las habladurías
que surgían.
Mas se encontró por entonces su sandalia, su sandalia de
cuero,
palpable, usada, terrena. Había sido legada a aquellos
que cuando no ven, en seguida empiezan a creer.
El fin de su vida
volvió a ser natural. Había muerto como todos los hombres.
2
Describen otros lo ocurrido
de forma diferente. Según ellos, Empédocles
quiso realmente asegurarse honores divinos;
con una misteriosa desaparición, arrojándose
de modo astuto y sin testigos en el Etna, intentó crear la
leyenda
de que él no era de especie humana, de que no estaba
sometido
a las leyes de la destrucción; pero, entonces,
su sandalia le gastó la broma de caer en manos de sus
semejantes.
(Algunos afirman, incluso, que el mismo cráter, enojado
ante semejante propósito, escupió sencillamente la sandalia
de aquel degenerado bastardo.) Pero nosotros preferimos
creer
que si realmente no se quitó la sandalia, lo que debió ocurrir
es
que se olvidaría de nuestra estupidez, sin pensar que
nosotros
en seguida nos apresuramos a oscurecer aún más lo oscuro
y antes que buscar una razón suficiente, creemos en lo
absurdo. Y la montaña, entonces
-aunque no indignada por aquel olvido ni creyendo
que Empédocles hubiera querido engañarnos para alcanzar
honores divinos
(pues la montaña ni tiene creencias ni se ocupa de nosotros),
pero sí escupiendo fuego como siempre-, nos arrojó
la sandalia, y de esta forma sus discípulos
-que ya estarían muy ocupados husmeando algún gran
misterio,
desarrollando alguna profunda metafísica-
se encontraron, de repente, consternados, con la sandalia del
maestro entre las manos;
una sandalia de cuero, palpable, usada, terrena.


BERTOLT BRECHT









Algo de Emédocles puede verse, por ejemplo, en este sitio.
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