Isidora viajó a su propia estrella
lo hizo con remos y primavera
recostada sobre septiembre
apenas despierta sobre mi cabeza
Isidora viajó a su propia estrella
lo hizo con remos y primavera
recostada sobre septiembre
apenas despierta sobre mi cabeza
Isidora despierta, duerme
habla sobre sueños con su abuelo
quiere a Pedro y a Roque
recupera a Cony
lee Génesis y Corintios
piensa en Metafísica y Ontología
disfruta a su tío Tanita
En vez de asado:
Canapés y Chilenitos
Licor de damascos
En vez de fútbol
Jesús histórico
La luz sigue castigando al cazador
Isidora toca una cueca de Bach
La refalosa de Mozart
Una cumbia al estilo de Tchaikovsky
Carola está pariendo un dulce 18
alfajores, empolvados, chilenitos
poderosos hijos de sus manos
soles de manjar y de azúcar
yemas y claras muy bien puestas
Los pruebo y tienen sabor a Patria
saldos de otras primaveras
perfume de sus manos
traje blanco
un viaje en tren hacia mi infancia
Chile es otro
Ahora tiene a Karen y a un millón de otras como ella
Nuestra estrella las protege
Las envuelve en esta primavera
País de libertades y pobrezas
Bienvenidas a la venta callejera
Abrazo de hermandad
Ya tu hijo será chileno
Desperté poco antes que el sol
Aprendí la reglas de la cocina eléctrica
Hice, a la copa, unos huevos perfectos
Besé a mi esposa
Acompañé a Peter Grimes antes el juez
Comí ostras
Paladeé una Isla Flotante
Leí secciones de La Bandera de Chile
voz potente de Elvira Hernández
Recorrí voces e imágenes de Patria
muy al interior de Diamela Eltit
Entre tanto, compré un bolso para guardar la primavera
escuché a Isidora caminar hacia el tenis y comentar "La Tregua"
regresamos durmiendo a nuestro hogar
extravié un poco mi celular
estudié inglés
hablé con mi padre
lavé los platos a seres espirituales
Imaginé a Mario Irarrázaval construyendo seres de madera
Vi el trono de Pancha Núñez y el Aula colorida de Marcela Trujillo
Anduve entre las páginas del Buzón de las Impuras
Sentí el tren cruzar junto al mar
San Sebastián 2800, a pasos de Isidora Goyenechea
La luz nos permitió despertar en este rincón de la primavera
Cociné huevos a la copa con agua recién hervida
10 minutos en vez de 4 y medio
Definitivamente deberían ser más
Bajo el sol caminamos hacia la calle de la Barbería
Arte de Colombia
Barba perfilada
Peinado de fiesta
Buen mozo Gonzalo
Un regalo lindo de Carola
Almuerzo flugal en la "Due Torri"
Ella salmón y yo locos
Luego partimos de la mano hacia el ballet
Una aguja buscaba a la princesa
Bella Durmiente en función repleta de niños
Tchailovsky bailando con Gardel
Mas tarde Ulises y La Bandera de Elvira Hernández
Souvignon Franc para alimentar la noche
Mesa de Luis Hermosilla en "El Baco"
Aligot y
Mariscos al estilo del caribe
Isidora duerme en Recreo
Hay una luna alegre sobre Olmué
Viajo a las estrellas con Carola
Un cometa me recoge desde su mano
Su sonrisa me brinda alas
Su alegría es mi Do Mayor
Soy el sol
Nuestra luz cruza mi cuerpo
Cabe la luna en mi nombre
Soy estrellas que giran
El tiempo que ha abierto sus ojos
Regresamos al Do
viene la serpiente y la cruz
primer peldaño del sol
nuestra aurora iniciando su concierto.
Septiembre va devorando el invierno
Empuja las nubes
Devora las tardes oscuras
Hace brotar la maderas
La Maestra
habla de corcheas y pulsos
Esboza la
puerta de los nombres
Sus llamas
aplauden las polirritmias
La noche
solapada bajo el piso
He subido a
una estrella
Las
corcheas pasan a cuartinas
Hay pulso
de galaxias
Gigantes
con ombligos de luz
Las Gardenias y Gonzalo Villar en la presentación de "La música que despierta nuestra luz" |
Se espera que este libro, muy útil para cada Maestro de la Armonía, sirva para conectar con la música de cada compositor, a través de sus hitos
vitales y su contexto histórico.
Asimismo,
la obra pretende impulsar al público a formularse preguntas sobre la vida de ultratumba,
compartir experiencias de conexiones con seres queridos y recuerdos de otras
vidas.
Las
experiencias compartidas corresponden a epifanías, mensajes que a veces el autor recibe en su interior y la vivencia extraordinariamente potente de la visita de su madre al mes siguiente de su fallecimiento.
Cada uno de
los compositores reseñados amerita decenas de libros especializados y en muchos casos
esos libros son una realidad, pero la intención de Gonzalo no ha sido obtener un panorama
detallado de sus vidas y obras. Simplemente ha buscado motivar la indagación
individual de los lectores y la audición de sus creaciones.
Lo que en definitiva
ha construido es una guía de viaje en que golpea la ventana espiritual de las y
los artistas para que ellos abran al lector sus hogares y presenten sus piezas,
que constituyen verdaderos tesoros.
Si bien partió por apuntar los datos de los compositores francmasones, como Couperin, Haydn, Van Swieten, Gossec, Bologne, Mozart, Pleyel, Cherubini, Beethoven, Hummel, Paganini, Meyerbeer, Berlioz, Liszt, Verdi, Sibelius, Respighi, Kern, Berlin, Gershwin, Ellingnton , Amstrong, Miller, Berto y Canaro, poco a poco fue incorporando a decenas de otros músicos.
En la jornada, destacó el homenaje a don Carlos Filippi, profesor de música y las actuaciones de la bailarina Susana González, de los maravillosos niños músicos Amanda y Emilio Rodríguez Godoy, de Isidora Villar Jacquin, hija de Gonzalo y del conjunto femenino "Las Gardenias".
Asimismo, resultaron fundamentales, los análisis y comentarios de las presentadoras Blanca Carrasco, Gloria Sepúlveda y Carola Jamett.
Los libros de formato físico, impresos y encuadernados artesanalmente, se agotaron durante la presentación del libro y se ofrecerá una nueva edición para navidad.
El libro en formato digital se vende en www.amazon.com y cuesta 10 dólares.
Se conserva en esta entrada el registro audiovisual de la presentación del libro "La Música que despierta nuestra luz", el 6 de septiembre de 2024
Registro de Ignacio Apablaza , que contiene una visión completa de la jornada.
Puttin'on the Ritz, registro de Cecilia Bordones
Smokes'on your eyes, registro de Carlos
Presentación de Isidora Villar, Registro de Mabel Arancibia
Lo que me
alegra es la energía de Isidora
El mar
guardado en su alegría
Su sol en
mi alma
El viento
que roza su destino
Procuro ser un solsticio de piedra
Lector de estrellas
Señor del día lunes
Prisionero que acaba de concluir su túnel
Fui a Retiro a buscar la primavera
La recibí en dos cajas de cartón
Una parte estaba llena de amaneceres
La otra portaba trozos de cielo
Aprendí a ser padre esperando a Isidora
Aguardando por sus abrazos y sus ojos
Por su mano apretando mi alegría
Su rostro riendo
Su cuerpo cruzando bajo el agua tibia
He despertado
Vivo en el azul de la primavera
Cerca del sol de Isidora
En la mañana fría de mi ciudad
Todo es espíritu
porque todo es materia
aquella subatómica
esa que brinca y salta
esa tejida de Amor
la misma en que vuelan las mentes
esa que une los tiempos
Nuestro hermano Antonio Azcona
tiene la edad del Universo
respira con las estrellas
abraza espíritus
es azul y grande
como este séptimo plano
como el agua que vuelve a cantar
Me falta nuestro sol
El que brilla y canta en los solsticios
Ese amable que ceea las puertas
Nuestro Janus
El hermano del hombre
Aprendí a borrar mi nombre
desde su lugar en los cielos
Lo sumergí en lodo y agua marina
Lo hundí en cenizas y en fuego
y agua de manantial
lo dejó transparente.
El sol abriga mi alma
También el sendero ondulante del tiempo
La impronta del poderoso bosque
Los trazos que en mi mano dibuja la luz
Los colores celestes escuchan mi alegría
Y corre el lagarto a transformarse en Colibrí
Para volar hasta salir del invierno
Bañarse en estrellas
Persistir en la luz.
Mi esposa tiene pacto con el viento
Dibuja imágenes en el aire
Sostiene un par de estrellas
Cocina porque disfruta crear
Elevaré un muro
para que tú lo saltes en primavera
y desde su cima mires las estrellas
No es un muro para encerrarte
Es un límite a cruzar
Una invitación del sol
Un truco en el libro de los padres
Escuche a mi hija elegir su destino
Memorizar la aurora
Digerir sus nubes grises
Renacer desde la piedra
Septiembre me está llamando
Habla de madrugadas y auroras
Flores entre árboles muy verdes
El cielo besado por volantines
Nuevos niños sobre amplios horizontes de luz
Tan triste como partes azules
Que recogen amigos o calles
Y a veces translucen un camino
o desfiles de sombras
o Platón
Cargados de un adiós
de maestros
y alumnos
que piden perdón
-Poema de Isidora-
Lo que reina en mi alma
Es la risa de mi hija
Sus ojos en el cine
El piano
con que llama a las estrellas
Lo que hoy me pesa es el frío
La palabra que no llega
Nuestra alma atrapada en las paredes
El engaño de buscar lo que ya tenemos
Aquí dejo mi domingo
Los gasté en mil palabras de primavera
Isidora en video
La perfecta paz de Carola
Como mi abuelo Bladimiro, hoy viajaré en tren
Pensaré en sus tardes cruzando Chile
Sus manos apaleando el carbón empleando lleves de hierro
Su rostro amado por el viento
Su espíritu unido a nuestro pueblo
Para hoy, elegí mi sombrero de fiesta
La teología de un sueño
Caminar hasta una playa sin nombre
Una once con Isidora, mi hija de luz
Estuve con Béla Bartók en las casas del bosque
Buscábamos la risa de los niños
Melodías silbadas por ancianos
Los cantos que bendicen la tierra
Llevo días saltando sobre el Rimac
Comiendo papas a la huancaína
Conversando con César Vallejo
Caminando dormido en los desierto
Viendo a la noche dormir sobre Nazca
Elegí ser tu lluvia
Nacer este ocho de agosto
Justo a la hora del crepúsculo
Volar desnudo y sin miedo
Gritar sobre la estrella sin nombre
Nacer y vivir pese al dolor
En la entrada de mi casa pondré tu nombre
Una foto de ti desnuda
Mi firma con tinta azul
Mi canción encerrada en cristal
Este día lo bendicen los ojos de Isidora
Nuestro gran Libro de Luz
El océano que te busca
La paz que roza tu boca.
Aquello que eres
Lo eres conmigo
Tu cama junto al mar
El viento que habla en tu rostro
El agua que busca tu piel
Hoy regalé una piedra sagrada
Elías la recogió en su bolsillo
cuando caminó sobre el fuego
y tiempo después la llevó a las estrellas
un ángel lloró en su presencia
y ella regresó llorando
mis manos la recogieron del suelo
y la condujeron a tu fiesta
tu casa junto a la muerte
tu casa, a pocos pasos del sol
Quedé marcado por un rayo
Pliegue y repliegue del sol
Palabra pronunciada
Onda que arrasa el silencio
Lo que creo es que mi alma está encendida
Herida por los vientos
Volcada en los bosques
Viva en la operación del presente
El libro que escribo sobre los cuerpos
Puede dividir las palabras
Unirse a otros espacios
Lavarse el rostro
Beber las distancias
Lo que hablo el domingo
Lo desmiento el martes en a misa
Es siempre fuego de piedras
Cierto volcán que abre sus ojos en mui jardín
Cien años cumple Julia
Lo hizo cruzando los bosques de Chiloé
Eludiendo a los brujos
La lluvia
Tragedias surtidas sobre la Patria.
*
Hay cataclismo y ella tiene hijas en Castro
Tendrá que remar para rescatar sus sonrisas
Beber de sus rostros
Empujarlas al futuro.
*
Pasa el tiempo y habrá que deshacerse del marido
que tanto abandona y engaña
Volver al aula y al poema
Cantar con los niños
Amar tantos nietos
Besar a Isidora en la frente
*
En la hora triste, acudir al funeral de la hija
Tener a otros dos en la distancia
Rezar por todos ellos
Rezar por el mundo que se marcha.
Hoy
vi a mi hija saludar con mucha gracia
Bailar a saltos en el escenario
Entibiar sus manos en mi alma
Pensar en los cien años de su bisabuela
Mi padre fue tejido con abrazos
Se hizo hombre silbando
Viajando en tren hasta Buenos Aires
Nadando con sus hijos en la espalda
Lo que hoy ocurre, a todos nos ocurre
y surge como un poema al interior de cada estrella
las plumas de las aves
y cada átomo de la Gran Presencia
Lo que hoy ocurre enciende las luces de tu torta
Habla en mis ojos
Escribe estas líneas
Te abraza con la tibieza de tu madre
Repara los hielos del invierno
Lo que espero de la primera es su nombre
El cielo invadido de volantines
Un amor en cada rosa
El aire con perfume de flores
Cabalgar feliz hacia las fondas
Elásticos y aceros de afeitar
Razones heridas por cebollas
Soles manuscritos
Banderas dobladas y humildes
Tregua y humor de este clímax
.
.
Antes de hablar con el psiquiatra
Escucho mi brisa interior
Mis ganas de conquistar las techumbres
Observo el oro que aún queda en mi conciencia
Esta mañana la mar es celeste claro
Entre ella y yo
Los autos rompiendo el espacio
El tren gimiendo sobre sus rieles
El día se teje y desteje entre tantos
Siete nudos han quedado para mí
¿Cómo es el libro de la miseria?
Figura allí el frío
El olor de la basura
Una carpa entre las grietas de la ciudad
Ese baño entre las rocas
El recuerdo del agua caliente
Bajo el puente, una muchacha está embarazada.
Lleva la aurora en su claustro de sangre
Una tormenta de futuro
La música
El mallete de un juez
La voz del gigante contiene piedras
combarbalita, molibdeno, mercurio
planchas de acero
torres con banderas argentinas
bolas de fuego con coronas de Apolo
leones, pulpos y delfines
*
No era una catástrofe
Era, antes que todo, una canción
Un mundo vocalizando su caída
Tocando sus últimos timbales
Y lo inmensos malletes de Mahler
Las primaveras celebran otro tiempo
Los senderos abiertos
Tanta belleza creada
El amor instalado en los sueños
El mar ha dejado su ropa azul en la playa
y camina desnudo por la tierra
salta las cumbres andinas
mira la luna como se mira a una novia
alza sus manos de espuma
y se entrega al sol
como un hijo que abraza a su padre
Mis manos conocen el rostro de Isidora
Hay lazos de luz entre nosotros
Nos une el lazo del tiempo
Cierta cadencia de estrellas
Hilos invisibles del Amor
Le pedí labios a mi piel
y un río de alegría a mi alma
de mis zapatos espero una ruta
a mis rodillas les exijo dignidad
Arribaste del cielo con una estrella en la mano
Caminaste sobre el agua
Cantaste con voz de viento de fuego
Posaste la mirada sobre el mundo
Y en en ella había lenguaje de amor
Llevo mi mano a tu alma
y la entibia tu luz
la plenitud de tu cariño
agua de espíritu
agua nacida en las estrellas
No pienses en la mañana que pasa
Concéntrate en el verano que miente
Aquella calma dulce de las chirimoyas
La hierba que cubre a la serpiente
*
Piensa, si quieres, en el camino de las almas
Aquellos recuerdos de los niños
La ira del silencio
Las naranjas que maduran en invierno
................................................................Para René, en agradecimiento por su compañía el 6 de julio
A René no lo hieren las piedras de la ruta
Camina descalzo entre ciudades y bosques
Lo anima la luz de Jesús
Escribe lo sencillo y lo dudoso
Yerra y acierta
Elige el abrazo y la oración
*
René llega hasta donde no alcanza la primavera
Comparte su fuego en jornadas de invierno
En su sangre recuerda a Siria
Patria Joven
Mano sobre mano, la unión
*
René elige el respeto
Comunión de diferencias
Honradez del iniciado
El libro en que todos escribimos
Nuestra Patria Universal de la paz
Isidora respira cerca
Opina sobre ejercicios de teatro
Cuenta las luces de los barcos
Es pilar de la noche
En mi alma defiende la paz
En mi vida los libros
Palabras cruzando hacia la luz
Saltando de una a otra conciencia
Provocándome con sus cadencias
Exigiendo nacer desde el silencio
Proclamando su ser
Prolongando los viajes del pensamiento
Las conclusiones te pedí
Y llegaste con una hoja de otoño
Un pañuelo bañado por tus lágrimas
Nuestro libro quemado sobre el altar
Las olas están respirando
Sus manos blancas aparecen entre las rocas
Acuden desnudas a las playas
El viento las empuja
Limpia sus nombres de guerra
Las deja preñadas de sol
Heredarás la tierra nos dijiste
Y yo te seguí hacia el altar
Pero allí sólo había aire y rocas
y el polvo
que ahora cubre nuestras tumbas
Te pedí agua y me enviaste la lluvia
El océano en un dedal de plata
Esta botella con leche
Tus manos llenas de sal
El Maestro dejó sus sandalias en el desierto
Perdió su libro de oraciones
Arrojó su báculo al Océano
Regaló su amor y su manto
Cruzó cien veces por el ojo de mi aguja
Mis manos duermen apretando tus pechos
Hundidas en el poder de tu sexo
Sintiendo tu luna y tu nombre
La humedad de tu lengua
El tiempo que cruza por tu ser
El invierno levantó su mano de barro
Y mintió sobre los límites del silencio
Habló en esperanto y en persa
En griego de Platón
En el hebreo antiguo de Sansón
*
Luego llegó la primavera
Con sus campanas de estrellas
Y su eterno amor por la verdad
No levantó su mano
Simplemente llevó su luz
Vida es un poema de piedra
Hechizo de la muerte
Pausa en medio de mil cielos
Hecatombe de la noche
Milagro parido por la luz
No estoy hecho de piedra
sino que de otoño
colecciono crepúsculos
guardo sus fragmentos en frascos
lloro antes de vaciarlos en mi alma
Hay ranuras en mi alma
Cruzan por allí estrellas y diccionarios
Plazos de muerte
Lecciones de sombra
Aceros empuñados por la luz.
Ella no está
Pero sigue allí su sonrisa
Estoy al pie de la montaña
Pienso senderos del bosque
Aquellos memorables espinos
Boldos, Quillay, nuestro Litre
Aguas de vertientes
Abejorros como tigres que vuelan
Un águila que vuela en mi interior
*
En lo alto, Rodrigo Vicencio
Su hogar escrito en madera
Premura del color
Geometría que sueña
Aroma de barro y empanadas
El sol concentrado en naranjas
Ramas de un damasco
Nuestros caballos leyendo bajo la sombra
Valparaíso es espejo del sol
Fiesta del amanecer
Ciudad de Apolo
Eco de un gran grito
El canto feroz del Universo
Entrego a la Luna mis rezos de invierno
El rayo que forma mi nombre
El aire que roza mi llanto
La sombra que anida en mi vientre
Qué poema estudia la lluvia?
Seguro aquel del libro que esconde la tierra
Esa palabra que levanta a los muertos
Esa que callan los sabios
Esa que brilla en los cielos
Un troglodita
No sabe emplear la cortesía
Grita mientras otros cantan
Derrama su sombra en jornadas de luz
Isidora estudia en vacaciones de invierno
Examina palabras en su libro
Piensa en el soma de las neuronas
Habla de medianas y aporías
Estructura de redes neuronales
Palabras precisas en inglés
Mil sendas para abrazar a su padre
Hoy escribo en el libro de la paz
aunque rostros y sueños me visitan
bajo el fuego de esferas
respirar del cielo
abierta en lo alto la puerta de Juan
Viajamos por Rusia junto a Tolstoi
Escuchamos su voz de estrellas
conocimos a Natasha
Abrazamos tres veces a Pierre
..
Alzando los ojos
nos saludó el Cometa
nuestra escuela en medio de la nieve
la tumba triste de la paz
Fui al psicólogo a buscar la primavera
Me recetó Hit Man
Una alta dosis de Nueva Orleans
Contratos firmados sobre el cuerpo
Disfraces
Se otro alternativo
Uno que brilla bajo el sol
Un aguja tiene sus hilos
Así borda imágenes de vida
Eleva su metal a los colores
Une idea y materia
Hiere las telas
Respeta y no respeta al bastidor
El lápiz con que escribo
Tiene mil poemas en su tinta
Sangre de estrellas
Doce ensayos del rostro de Dios
En La Habana se piensa al ser humano
y Dioniso defiende al ser humano
lo invita a defender sus libertades
recuperar su sol
escapar del conductismo