Lo que falta es un tesoro de inviernos
Electrochucuchu
La idea de nieve
Temporal con viento
El agua triunfando sobre la tierra
Mis pies sobre barro bendito.
Lo que falta es un tesoro de inviernos
Electrochucuchu
La idea de nieve
Temporal con viento
El agua triunfando sobre la tierra
Mis pies sobre barro bendito.
Aún me pesa el domingo
También el sábado y sus pasos de tango
En realidad me pesan los 55 años
Los mismos que danzan en mi alma.
Voy rumbo a los caballos
Un carrusel de los que ama Isidora
El mundo entre burbujas de champaña
Tus ojos verdes: un escudo de luz.
Hoy me puse el alma al revés
mi conciencia tiene ranuras de luz
tengo impulso vital en ambas orejas
percibo emociones
mi lazo con las estrellas
quedó entre la vesícula y el peroné.
Pese a todo me siento bien
Aunque tengo epifanías
cuando muerdo mi lengua
y escucho a los muertos
en ascensores
avenidas con árboles
asientos de Uber
plazas de otoño y llovizna.
Al lavarme los dientes
me desplazo en el tiempo
escucho voces mientras bailo tango
voy con mi hija a Orión
soy energía expandida
me persiguen septiembres
abrazo fantasmas de guerras
Hoy creí ponerme el alma al revés
y parece que esta vez acerté.
Allí donde existe el tango
Vuelve a nacer Buenos Aires
Hay luces en Corrientes
y América se hace Luna y Plata
Palermo junto al río que nos creó.
Allí donde existe el tango
Nace un cafétín de almas
Discépolo esquina Heredia
Milonga como centro del tiempo
Barrida tras el simple cuadrado
Mordida, Baldosa, Cunita
Pasillo rumbo al Puente y la Calesita
Allí donde existe el tango perdura la cadencia
ciertas voces en lunfardo
mundo de Pugliese
piernas infinitas de las hembras
la mirada que precede al encuentro
sentimiento heredado del bandoleón
Escribí limones en láminas de mediodía
y entre reglones: azahares fragantes
Sobre el árbol un cielo celeste
Luego una página azul
Dedos rojos de un crepúsculo
Una ruta de estrellas en el zenit
Te conocí Vinnie Ream
Estuve en la roca que puliste
En la ruta que los cielos te marcaron
Estuve en las mañanas que pasaste con Lincoln
En el aroma del café que compartieron
En el árbol de luz que creaste para él.
No dejaré que te llamen inocencia
mi tumba, ni libro de ternuras
porque en ti existe el espíritu
y purificas decisiones
creas entre sueños y empujones
República en conflicto
Asamblea de imágenes y verdades
La niña me causa alegrías
Eleva su sonrisa sobre el tiempo
Aprueba y corrige la aurora
Cuestiona los sueños
Empuja la marcha del sol
La niña tiene en su alma
un álbum de Los Beatles
Bulla de estrellas
melodías de otro puerto
Your mother should now
Las manzanas caen en el paraíso
Isidora estudia
Yo preparo la lluvia
Mi caballo invisible
Un listado de joyas
La pausa en que cabe mi nombre
Lo que no te mata te embaraza
Al menos te hace reír
Cultiva tu ternura
Cae como la lluvia sobre tus sueños
Lo que no te mata
pasa calladito y en penumbra
ocurre y no ocurre
perdona
luce tábanos de oro
Lo que no te mata: engorda
Vive en cazuelas y champañas
Desayuna desnudo en tu cocina
Canta entre tantos que luchan
Silba antes de votar
Mi cuerpo lo rigen los cielos
El Lucero que abraza mis noches
Cierto sol que habla como Goethe
La estrella en que nací
Galaxias lejanas que crearon mi nombre
Me resisto a dormir mi primavera
Sumar o restar infiernos
Olvidar mi tábano áureo
Renunciar a la noche
Dejar de abrazar a mi adversario
Nunca vi jugar a Jesús Trepiana
Pero sé que amaba trepar los travesaños
Admirar desde allí la noche
Imaginar estadios en los astros
Muchedumbres en la Vía Láctea
Nuestra luna emergiendo en medio del césped
Tanta ilusión hecha gol y primavera.
Nunca lo ví jugar
Pero sé que atrapó disparos de Pelé
y que fue fusilado por Pata Bendita Castro
llegando maltrecho al Hospital de Calera
No digas fusilado, Gonzalo
que la tumba de Jesús aún está vacía
y miles de poetas van cayendo en camino
fieros rebeldes contra el silencio
niños jugando a ser canto
almas y voces que hacen ronda.
Este texto conversa con Eick Pohlhammer. en "Yo vi jugar a Jesús Trapiana"
Puse mis manos sobre el cielo
Y descubrí que estoy hecho de cielo
Poseo láminas de estrellas
Y un Lucero justo en mi tristeza
Ni Moisés ni Buda
hablaron de ultratumba
no querían poder para Sacerdotes
ni sacrificios de toros
ni indulgencias con rostro de catedrales
y esencia de avaricia
Escuché la voz de mi padre en Praga
Lo imaginé en palacios y prados
Cuidado por Daniela
Coronado por Kafka
Almorzando primaveras
Cruzando una y otra vez el Danubio
Mi madre en una estrella
En niñas rubias que pasan
Poema tibio sobre cama de hotel
Con la cabeza encendida
caminé mañanas de otoño
anduve bajo aguas heladas
tuve frío en la noche
amanecí con la garganta en llamas
Antes de heredar el pan
heredé la primavera
siete copas de vino
un libro de poemas
el recuerdo y alegría de mi madre
Parirás la verdad
Ciertos días de justica
El arte
Tantas cosas
Más nunca los niños
Con alegría me miro en los ojos de Isidora
Busco la risa en los cines
Descalzo bebo champaña
Escribo
Escucho a la niña viajar con su piano
Sin agua
Tenemos más luz
Y rodeamos la verdad de las cosas
Los trabajos de antaño
El valor de los hielos
Montaña
Vida con sabor a vertiente.
Que linda es mi madre
Está sin estarHay una Evita en cada imposible
Traje la mía desde Recreo
Subí con ella a esa araña del Colón
Me enseñó los sabores del Mercado
Las noches de Piaf
Las plumas que luce Papagena
Oliverio habla con su abuelo
Busca los secretos de la flauta
Al frente una maga que es real
y
Bendice el templo con su mirada
Espera razones de la serpiente
El vuelo intenso de Papageno
La estatura solar de Sorastro
Aquella daga en manos de la Reina
Niños imponiendo su dulzura
Monostato traicionando la belleza
Tres mujeres de fe
Pamina abriendo muchas puertas
Tanino abrazado a Papagena.
El padre va guiando a su hijo
Hoy el sol ha escrito en mi rostro
y una granada vivirá en mi sangre
hora de viajes y abrazos
mi hermana y mi padre despegando
bella vida con Carola
la tierra, que heredamos al tiempo
Parió hijas
Hirió la vida con su primavera
Acompañó a Eugenia hasta su tumba
Tuvo su patria en Hospitales
La educaron gigantes maestras
Fue honesta como el invierno
Vive en el sentir de sus nietos
Viaja a descifrar los misterios
*
Bendita, diste Luz al mundo
Fuiste ciencia empujando el nacimiento
Maestra en la Universidad de Chile
Obrera de noches y días
Guardiana del primer llanto
República acunando la vida
*
Ascendiste a las cimas del tiempo
Vestiste de rojo y de cofia
Amaste alturas del espíritu
Esas 100 voces de Mahler
Eroica
Whitman abrazado a Gabriela
El genio de lo humano
Tanto amor elevado a las estrellas
Fui por allí alentado por tus ojos
Ese almanaque verde que me nombra
La vereda se abría y brotaban las flores
y un arcoiris rojo
saludaban nuestra danza
Ese dar y recibir
de nuestras almas.
Me esfuerzo en ser de piedra
Héroe vestido de banderas
Solemne caradura sin nombre
Gonzalo de estatura
Demócrata por los siete rincones
Mas pensamiento y sangre soy
Hombre con botas de trekking
Asalariado en su Uber
Gonzalo a ras de piso
Demócrata con rincones de indignación
Fui por allí
Buscaba mis ojos y mi brazo derecho
Ensangrentado
Llevaba mi mano izquierda entre labios
y corazones
tierras baldías
pastos amargos
plazas con leones y damascas
Mis dedos restantes
heridos de realidad
tocaban humedades
y hendiduras
ciruelas de diciembre
higos que expulsó el paraíso
Y mi brazo diestro
estaba encerrado en su palacio
aferrado a su anillo de oro
su reloj de marca
el whisky que bañaba sus hielos
Mis ojos, en cambio
arrancados de mi alma
estaban heridos de miedo
observando por cámaras y rejillas
ahogados en luces de pantallas
embobados por lo útil
atónitos ante el delirio y la farsa.
Sin orden y seguridad no hay derechos que puedas ejercerse efectivamente.
Mas escucha la voz oculta de la sirena egoísta que canta en los medios para engañarte a partir de tus miedos:
Privilegiad el Orden por sobre la igualdad
porque esa igualdad es de otros,
no la tuya, que estás arriba y eres diferente
ni una sola gota india
cristiano piadoso
chileno de cuna
nunca inclinaciones prohibidas
jamás un delito,
apropiarse de un peso ajeno,
evadir impuestos: ni en la mente
obvio, clase media hasta la muerte.
Privilegiad el orden por sobre la libertad
¿Para qué quieres libertad?,
Basta con tu auto, tu tele, tu móvil, tu casa de ladrillos relucientes
Privilegiad el orden por sobre fraternidad
porque no tienes hermanos
te bastas a ti mismo
ninguno de esos hambrientos moverá un dedo por ti
no hay mejor hermano que la billetera
Si usted resulta abatido
Déjeme decirle que
está comunicacionalmente
en problemas
y -claro-
su salud está aún peor
su salud
su vida
su rumbo seguro a la tumba
Desperté sobre un libro de plata
En el génesis del aire
En la rama azul del verano
Territorio de estrellas
A pocos metros de Cecilia Vicuña
La regla del sol
es la luz
nació para ello
Él la siente como explosión
Nosotros como aurora y primavera
Tengo la nariz helada
mis brazos del 68
y mis piernas de abril
Pero pronto,
benditamente pronto
Voy hacia mi hogar en ti.
Voy a buscar tu calor
Encontrar el sol en tu piel
Algo del mes de enero
Llamas de una piedra
que baja del cielo
Ayer nací del horizonte
Surgí de piedras y rosas
Soy de hambre
De agua
Cumbre de trazos
Libro de Herencias
Escudos tejidos de luz
La química juega malas pasadas
Arde en mi estómago
Configura estrellas
Cuerpos, Sexos, Fantasías
Pensamientos meditados con dolor
Estuve en oraciones de la ley
En palabras que forma sentencias
El ius en voces de texto
Rueda de impulsos encontrados
Palabras moviendo el destino
Estuvo el sol sobre la luna
y la luna fecundó al sol
Al fin y al cabo
no era de piedra sino de espíritu
rayos de plata
noche convertida en amor
Nuestro bufón
Aleph, el mago
Emperatriz y Emperador
Sendero sagrado
Rayos de sol
Reina de la Noche
Mundo
Resurrección
Justicia
Un baile invertido
Máscara del mal
Silencio de Muerte
Rey de Roma
Templanza
Uróboro en el parque
Mellizos en su frontera
Rayo en la Torre
Una lámpara y su Ermitaño
Llegaron delfines a jugar frente a mi ventana
Advertí a Oscar, Ida y Marcia
Estaban Luis y Sergio muy solemnes
Cony con alma encendida
Esteban con sus crías pequeñas
Algo me decían
con sus aletas y sus cabezas redondas
disputaban peces con las gaviotas
arrancaban oro de los rayos solares
derramaban alegría sobre las olas
Algo me decía para abrir de nuevo los mares
Extender las redes
Aprender del cochayuyo
Unir las manos y los sueños
Dejar que Carla rece sobre la tumba del sol
Link a un avistamiento anterior
Hay Julieta en rayos del sol
Niña entre dedales de oro
Sonrisa en brazos de su padre
Poema de la tierra
Hermana del viento
Ser elegido por la Luz
Hay cinco Julietas en cada rosa
Una en silencios de Atacama
Otra rumorosa en las ondas del mar
La que viene, con pies rosados de aurora
La que marcha horadando el crepúsculo
Y ese cielo pequeñito que mira y mira a su mamá.
Está también la Julieta del futuro
Vestida de un verde ligero
Azahares prendidos a su nombre
Un libro de sueños en su bolso
Palabras para bordar alegrías
Un beso de Lucy
Su alma en la esfera del Ser.
Heredé el destino del mundo
Varios patriarcados
Sombra y llanto del abuso
Cadáveres sembrados por guerras
La peste
Cierto dolor en el silencio
Heredé la patria
Sus fusiles, parlamentos y batallas
Basura y torpezas
Tierra temblando
Las ostias
Policía verde
Cruces cargada por tantos
Y heredé también la nieve
Cien libros de Shakespeare
La Araucana
El sol cantando en Los Andes
Violeta y sus hijos
El abrazo de mis padres
Luz cruzando los cristales
Llegaste Alicita
Trajiste tu abrazo de madre
Hogar de auroras y siglos
Sol de infancia
Luz encendida en mis sueños
Escribo los nombres que le faltan al año
Los trabajos del mes
Espíritu azul de la semana
La mano del sol en Los Andes
Escribo la lluvia que falta
El hechizo de tus ojos
Temblores en ni nombre
Los cristales de mi conciencia
Escribo el camino y la meta
Las vidas de Handel
La estructura de un sueño
La fruta que crece en mi huerta
En la clase de Juliete Binoche
Sus ojos tristes
Muy cerca, un hombre de 99 años
El otoño en las quebradas
Los pies tibios de mi esposa
Mi padre
Isidora girando en mi domingo
Existo en el dólar blue
Y camino por rutas soñadas de Buenos Aires
Camino entre tangos y obeliscos
En rutas invisibles y elevadas
Bajo las mesas del Tortoni
Bajo tumbas que no tienen nombre
Acaso nuestro padre el viento
Todos los ríos que amas
Sin duda, el sol
Mi celos en que anidan estrellas
La madres que tejieron nuestros sueños
Para Trinidad
Se dice que Johann Wolfang von Goethe ,1749-1832, fue el último hombre universal que caminó sobre la faz de la tierra. Estudió derecho, se hizo alquimista gracias a los cuidados de su médico, fue escritor, héroe juvenil, científico, dibujante, filósofo, viajero y Ministro del Ducado de Weimar, minúsculo territorio autónomo existente antes de la Unificación Alemana.
En bóvedas de luz deleitaba a sus amigos con poemas y conversaciones sobre filosofía, historia, arte, ciencia y humanidades.
Esta tarde te dejo su balada “Der Erlkönig”, “El
Rey de los Elfos”, de 1782, en la
versión musical de Franz Schubert, que
se considera una pieza fundamental del
siglo XIX.
El Rey de los Elfos
¿Quién cabalga tan tarde en la noche y el viento?
Es un padre con su hijo.
El hombre estrecha en sus brazos al niño,
le da calor, lo protege.
-Hijo mío, ¿por qué ocultas, temeroso, la cara?
-Padre, ¿no ves al Rey de los Elfos? El Rey
de los Elfos con su corona y su cola…
-Hijo mío, es una estela de bruma.
-¡Querido niño, ven, alejémonos juntos!
¡Jugaré contigo a tan bonitos juegos!
¡Tantas flores colorean la orilla del río!
Y mi madre tiene hermosas ropas de oro.
-Padre mío, padre mío ¿es que no oyes
lo que el Rey de los Elfos me promete en voz baja?
-Calma, tranquilízate, hijo mío,
es el ruido del viento en las hojas secas.
-¿Quieres, dulce muchachito, venir conmigo?
Mis hijas se ocuparán amablemente de ti.
Ellas son las que forman los corros nocturnos,
te acunarán con sus bailes y cantos.
-Padre, padre, ¿no ves cómo bailan
las hijas del Rey de los Elfos entre las sombras?
-Hijo mío, hijo mío, claro que lo veo,
y esas sombras grises son unos viejos saúcos.
-¡Te amo, me tienta tu bello cuerpo,
si no consientes, te obligaré por la fuerza!
-¡Padre, padre, se apodera de mí!
¡El Rey de los Elfos me está haciendo daño!
El padre se estremece, espolea al caballo,
aprieta contra su pecho al niño que gime.
Tras grandes esfuerzos, llega a la granja.
Y en sus brazos el niño ya está muerto.
¿Qué significa el poema?. Advertimos
varias capas de sentido: la agonía del niño que delira;
el deseo y la violencia del malvado y pederasta
Rey de los Elfos; la arraigada costumbre de cabalgar, que tantas veces estuvo presente en la vida de Goethe.
Además de su polisemia y su
tensión, el poema impacta por la incorporación de cuatro voces, el narrador, el
niño, el padre y el Rey de los Elfos.
El Rey de los Elfos fue musicalizado
por Franz Schubert, en 1815, bajo la forma de lied, a saber una pieza de
raigambre alemana para cantante y piano.
Digamos de Franz Schubert, que fue un músico genial, extremadamente bohemio, que compartía los ideales de la ilustración en su vertiente romántica y que admiraba profundamente a Goethe.
Te sugiero que en tu hogar escuches también otros poemas de Goethe musicalizados por genios de la música, en concreto, “Das Veilchen”, “La Violetera”, de 1773 o 1774, obra de Mozart; la Obertura “Egmont”, surgida en 1810, fruto del ingenio y la pasión de Beethoven, trabajo que mereció el efusivo elogio del propio Goethe; “Gretchen am Spinnrade” y "Meers Stille", "Mar Calmmo", ambas de Franz Schubert; y “Der Schäfer”, “El Pastor”, de Hugo Wolf, 1860-1903, autor vienés de origen esloveno.
Regalo de cumpleaños para Trinidad.
Fanny Mendelsohn, hacia 1821, Carl Joseph Begas |
Tenía derecho a elegir
y tú elegiste por mí
Tenía derecho a la verdad
y tú la hundiste en voces de misterio
Tenía derecho a morir en paz
y tú me empujaste al Reino del Dolor
Con todo, gracias al triunfo de lo justo
Desde este plano sutil
Tengo oraciones de luz para tus rumbos
Y pido que seas libre, dejando al otro ejercer su libertad
Que seas veraz, porque así habla el Amor en el mundo
Y que el dolor no sea una bestia en tus horas
Ni un siglo de pena en el sentir de los tuyos
Desde este plano sutil te llamo
hermana, padre, amigo
tiño de azul y violeta
el gris de tu andar
y sabiendo que mi dolor
horadó tu sangre y tu tiempo
extiendo mi mano invisible hacia tu frente
vierto gotas de aurora en tu Arte
y limpio el cristal de tu conciencia
Este texto conversa con mi propia creación de 2015:
Gracias a los médicos que usaron su arte.
Los que enfrentaron la noche.
Abordaron los riesgos.
Rescataron la vida.
Gracias por ampliar alegrías.
Hacer bella la ciencia.
Hacer pleno el trabajo.
Hacer justo el destino.
Gracias por aceptar el dilema.
Mirar la raíz de la muerte.
Poner vuestra paz en peligro.
Volcar vuestra luz en el día.
Elegí los doce meses de tu alma
Las voces alemanas que pronuncias
La red que contiene tu fuerza
Tus paseos por Recreo
Tus oraciones
Los himnos que entonas descalza
Elegí latir
ser tu sangre robada
cielo atrapado en tus sueños
casa que vuelve
rosa en tus manos
tímido rayo en tu rostro
Una piedra sobre otra
Hasta rozar la luna
y saltar hacia ella
un día en que brille rosado
un día en que trepe hacia el cielo
Toda palabra está hecha de libertad
Todo callar a ella obedece
Todo viaje
Cada mentira
Cada paso hacia el sur
Y sin embargo
Alguien puso la palabra en tu boca
Exigió ese silencio
Ordenó ese viaje
Obligó a esa falacia
Nos persiguió hacia el sur
Tengo voz y conciencia
No soy un simple testigo
Ni el eco de pantallas
Bajo cielo de paz
Llevo mi bandera roja
Hermandad de los pueblos
Claridad
Ternura
Respeto
Tengo raíces en la lluvia
En la tierra que forjaron los bosques
La niebla que camina sobre el mar
Las cabezas gigantes del océano
Lo libros quemados en la ciudad
Imprescindible
Tu carta escrita en mis brazos
La pava con su silbido de antaño
El carro verde y azul de los gitanos
Daniel Ramírez trotando por París.
Me encantas porque rezas
y erizas mi piel con tu sonrisa
genia de auroras
maga en funerales
lirio asombroso en el borde del mar
Escucho en la luz
Tu nombre de viaje: Isidora
El arco de bellezas que en ti avanzan
La suma de tus mundos
Colores que irradias
Estrellas que guían tu danza
Elegid una vida justa
No por temor a la oscura estrella
Sino por impulso de luz
Fulgor de amor
Intuición de belleza
Altura de igualdades
Sentimiento de hermandad
La melodía lleva carga de espíritu
Tormenta y pena
Piedad de la tarde
Voces griegas
Canto del hijo hacia el padre
Ave María en caudal de tu hermana
Todo el amor en tu madre
Tu nombre en un tango
Milonga liberando tu alma
Milagro de guitarras
El tiempo maniatado en su tumba
Un lucero buscando tu abrazo
Ella quiere abrazar a los suyos
Seguir su camino de luz
Dejarse a caer hasta su centro
Cruzar sobre dolor y silencio
Unir sus días al sol
Bendigo tus manos de aristelof
Tus labios bañados en cerveza
Tibieza que impones en nuestra cama
Lengua de chocolate
Un sol verde en el rayo de tu mirada
Escribo sobre la frente del viento
Herido de alegría
Asido a la mano de mi madre
Hecho de sangre y de tiempo
Un poco más vivo que las estrellas
Que descortesía
Había olvidado la palabra tarugo
Estaba escrita en mi espalda
Raíces de esta cama
Mesa que soporta mis manos
Aquellas maderitas que escaparon a nuestra obra
Bellas lituanas emigrantes
Arauco embalado hacia el norte
y extraviado en nuestra casa.
Nací desde mi madre
Desde las estrellas, que es lo mismo
Tal vez desde el río levantado en sus mil piernas
Desde América
Que es mi casa
Mi libro de volcanes
El lugar en que bebo los vientos.
Viene noviembre a conocer a Dios
Trae su libro de letras invisibles
El horario de las tumbas
Tres cubos en que habita el futuro
No estoy aquí
Vivo en un poema perdido
Cierto Reino de Cisnes
Comarca más allá del sentido
El
mandil en los ojos
Espíritu
pleno de amor
Voy
cargado de abrazos, música, construcciones
Soy
un bosque en marcha
Fuerza
que mueve el horizonte
Persistente
obrero de justicia
Ser
enamorado de la paz.
Pero
el golpe de herramientas
dificulta
escuchar al maestro
Y
deseo más luz
Quizá
un sombrero de estrellas
en
mi pensamiento.
Sentir
el pulso del sol
En
el árbol, el oleaje, la emoción.
Entonces, recibo una llave de marfil
y
desciendo en secreto hacia mi
conciencia
resplandor
de todas las conciencias
Santuario
del que busca
Aurora
y Crepúsculo de Luz
En
destellos y fragmentos
Nombre
y Fuerza de Dios
No dejes a Clara Schumann
en su libro de muerte
Pide su espíritu en tu nombre
Su fuerza al parir solsticios
Pasión que entregó a los sonidos
Misterio de sus cartas
Claridad de su enseñanza
Poder de sus bellezas
Ojos de tantos en su libro de vida
Su libro, a cuatro manos vertido.
Estuve llorando con Cecilia y Oscar
los abracé en la puerta del otoño
pensé en Ariel y su melodía
noche sobre Rancagua
Octubre de 1974
hora de morir y gestar el infinito
El verano ha besado al otoño
Lo hace en el día de mi hermano
Mientras Goethe galopa en los bosques
Y su alma se agita y nos canta
He mostrado a la Luna mi alfabeto
Ella, con hilo sagrado
ha bordado sus formas
La estatura de sus vocales
El destino de sus silencios
La matriz y el secreto de sus esencias
Has escrito , hermano, el espíritu de la tierra
y en virtud de tu genio:
las torres de Rancagua son más altas
más anchas sus calles
más espléndidas sus rosas
aún más rica su cordillera
*
En tu Comarca del Jazmín
Conviven ángeles y azahares
Bandoleros gentiles
Patriotas cargando hacia el Lucero
La noche en talleres del futuro
Orgullo de lo inútil
Tu canto en el árbol, la mesa, el rocío.
*
Has creado, hermano, el espíritu de la tierra
y la Comarca del Jazmín
camina entre los reinos del mundo
bendita por los salmos que dejaste en sus vides
el sol que escribiste en su frente
la fuerza azul de tu alma
que aún sostiene las plazas
los trenes
el viento
Este texto dialoga con Oscar Castro y su "Poema de la Tierra"
Poema de la tierra
1
Tierra, como si fueras mi corazón, te quiero,
Para decir tu salmo sobre ti me levanto
Alzo la frente, pero mis pies en ti reposan
Soy el tallo moreno en la espiga del canto.
Tierra de los viñedos, tierra de los maizales
rientes y jocundos, ancha tierra del campo,
para apretarte toda contra mi pecho duro
alargaría en ríos melodiosos mis brazos.
Prolongación de ti, todavía conserva
tu morena humedad este vaso de arcilla.
Si el corazón desnudo cayera en cualquier surco,
te enjoyaría toda de rosas purpurinas.
Tierra mía, mi tierra con olor a vendimias,
sabor del fruto dulce y del agua que bebo,
el día en que tu entraña me recoja y me absorba,
te habré devuelto sólo todo lo que te debo.
2
Tierra humilde y reseca del patio de la casa
Pintada por la sombra de movedizas parras
Tierra sin horizontes, heredad que termina
Junto a la vertical tierra de las murallas.
El sol se acuesta en ella, como un perro, a la siesta
La luna le derrama sus linos y sus platas
Grises guijarros duermen junto a sus partiduras
Sobre su rostro caen hojas y sombras de alas.
Dura como las manos del destino y la angustia
Y en la actitud divina del que sufre y se calla,
Debe sentirse, cuando maduran los luceros
Fondo del pozo de la noche milenaria.
3
Tierra de los caminos del mundo entero.
Tierra hollada por las bestias grises y por los hombres
Tierra por donde pasa la cosecha olorosa.
Polvo que va marcando la angustia de los pobres.
Franja de tierra, única de todos en el mundo,
siempre abierta y leal como una mano buena.
Predio de los poetas y de los vagabundos
que no tienen “en dónde reclinar la cabeza”.
Yo me arrodillaría, y para darle sombra,
plantaría en su orilla mi huerto de poemas:
pasarían los hombres, cogerían las flores
y las irían, luego, deshojando en la tierra.
Yo, que nací desnudo y que nunca he tenido
más que un surco de angustia y un sembrado de estrellas
pienso que si no hubiera caminos polvorosos,
no habría poseído ni una cosa en la tierra.
La codicia del hombre desdeñó los caminos.
Pueden pasar por ellos, enemigos y hermanos.
Ah, si la tierra entera fuese un camino inmenso,
todos podrían ir cogidos de la mano!
4
Bajo el asfalto duro de las ciudades duermes,
Escondida del sol y lejana del viento,
Tierra de las ciudades, te vendaron los ojos
Para que no miraras la sonrisa del cielo.
Sufres por los trigales que no fructificaron,
Deslumbrados de sol, sobre tu techo inmenso.
Y te clavan la entraña dolorosa y mordida,
Los tallos sin raíces de los postes eléctricos.
Tierra mía, los hombres te olvidaron. No sienten
Tu temblor en el surco, tu fragancia en el viento.
Y ni siquiera puedes besarles las rodillas:
Entre ellos y tú, está la losa de los tiempos.
Yo sentiré por todos. Me tenderé de bruces,
Hasta que me perfumes la sangre y el aliento.
¿En qué rincón humilde florecerá un rosal,
Cuando tú seas toda de asfalto y de cemento?
5
Tanta sangre caída sobre la tierra. Tanta
Vida segada cuando su aurora comenzaba.
Todo por el anhelo de poseer la tierra
Y de alzar en la tierra fronteras y murallas.
Tierra escupida de blasfemias y sollozos,
De polvera y de sangre, tierra de las batallas,
Después que te mordieron y te desmantelaron
¿Cómo podrá tu entraña florecer rosas blancas?
Las manos de los muertos, las bocas de los muertos,
Se apegaron a ti, sangrientas y crispadas.
Te cubrieron entera de huesos y cenizas,
Te quemaron los bosques, te enturbiaron las aguas.
Y tú, piadosamente, recogiste la sangre
Para elevarla al sol, dulce y purificada.
¡oh, melodioso viaje de la sabia en los troncos,
Rumbo al retoño niño o la flor deslumbrada!
Yo no sé qué designio preside tus alquimias.
Luchan por ti los hombres, tierra de las batallas.
Lucha, y no comprenden que cuando a ti se fundan,
Te las entregaras, morena y perfumada.
6
Tierra los ojos y las manos,
húmeda tierra el corazón,
tierra la carne de la amada,
tierra fragante la canción.
Tierra los cuerpos en la cópula,
enceguecidos de hambre y sol:
tierra sufriente y dolorosa,
tierra con sangre de Dios.
Solloza el mundo en nuestra tierra,
y las estrellas, y la flor,
y la palabra de los vientos
y todo rosal interior.
Y esta tierra con que sufrimos,
nos impide toda ascensión,
y toda ala caída en tierra
se nos pudre en el corazón.
Tierra las manos de la amada,
tierra su cuerpo de alba y sol,
tierra sus ojos dolorosos,
temblor de tierra su temblor
en el instante del vencimiento,
tierra otoñal su extenuación.
¿Será de tierra el pensamiento
y será tierra la emoción?
Tarde, me visitó Oscar Castro
Nuestro hermano del Alba
Amigo de ángeles y rosas
Fuego y razón de Rancagua
Algo brilla en la humanidad
Entre bombas y envidias
La música
Nuestras rondas
Danzas y ritos para el sol
Esta noche, tres magos de luz
Uno vino con sus tres anillos
Otro con el cielo de Placilla
Un tercero desde el valle de Mercurio
Esta noche de Luna,
dos tumbas vacías
nuestra virgen pariendo
a sus hijos
más hermanos al viaje
más ternura en la luz.
Y la serpiente verde
se lleva a César
a Santiago
a su esposa
Los lleva y los protege
Enciende sus fuegos
Los premia con luz
Estuvo mi nombre en tu boca
Y lo dejaste partir
Emigrar al símbolo
Vestirse de frac en los días de lluvia
Estuve en la luz
Ella me acogió en su claustro
Me expresó en su sonrisa
Me llenó de besos al nacer
Caen las piezas Staunton
a este poema mosaico
El cristiano rey cabalga sobre su elefante
La dama busca un pacto secreto
Los peones silban mientras marchan a la muerte
Nuestro bravos caballos saltan a izquierdas y derechas.
Hay plan, contraplan y un rayo de suerte
Nathaniel Cook y Howard Staunton en el secreto.
Me conmueven
pañuelos verdes y lilas
miradas cargadas de sueños
memorias de abusos
certeza de justicia
marcha y victoria de las que luchan
Antes de ser tu lunes
Fui un un número en marzo
Cielo esperando a la tierra
Isidora camino a sus rezos
Ennio orbitando entre maestros
Las luces poderosas del cielo
Conocen su lugar en la creación
Esa sabiduría está también en Álvaro
Su espíritu tiene raíz en una lengua del mar
Junto a piedras lisas y gigantes
Congrios rojos como lumbres
Árboles hijos de la bruma
Macizo merodear de la olas
Ojos y ojos enamorados del azul
Álvaro, en medio del camino
explica el espacio con sus colores
instala su alma en la rocas
quiebra sus silencios
clava sus preguntas en la rambla
esgrime sus sueños
triunfa su don sobre el dolor
Álvaro perfora el espacio
su cuerpo anima las rocas
instala su bandera en las olas
borda sus ojos en el cielo
dimana sus viajes
respira en el viento
repara recuerdos
existe en su moto y su luz.
Mi nombre es Gonzalo
Estoy en una playa junto al bosque
Soñé que conducía desde el asiento trasero de un vehículo
Que atropellaba a un bebé
Que orinaba sin fin.
Soñé que mi nombre era Gonzalo
Un auto me conducía hacia el mar
El bebé orinaba en la playa
El bosque caminaba hacia mí.
Un vehículo me miraba sin fin.
Los asientos bajaban de los autos
El agua levantaba sus manos al cielo
El bosque orinaba sobre el tiempo
El bebé escribía mi sueño
El bosque soñaba también.
Todo construyes con el 3
Altura, Ancho, Longitud
Expones, analizas, concluyes
Siembras, cosechas, disfrutas
Caes a la tierra, te levantan, te marchas
......................................................................................Dedicado a Claudio Cruz
Un hombre sujeto a un proceso
Es un hombre cruzado por rayos de normas
Sujeto a redes de palabras
Requisitos
Tiempos
Impulsos
Citaciones
Recursos
Pruebas
Vicios
Reglas que empujan, escudan, amortajan
Isidora, primer día de clases
En el mar una manada de delfines
En mi mente, normas de conducta
La mañana aún cubierta de sombras
La escuela, una cápsula en el mundo.