Mira objetivamente
Olvida que eres leguaje y carne
Sube a observar desde los cielos
Compara, mide, decide
Y si no basta
Emplea tu intuición
La tincada de tu piel
La nota que escribe tu estómago.
Mira objetivamente
Olvida que eres leguaje y carne
Sube a observar desde los cielos
Compara, mide, decide
Y si no basta
Emplea tu intuición
La tincada de tu piel
La nota que escribe tu estómago.
El niño toca piano en las estrellas
Pertenece al orden de los cielos
Bosteza
Pinta sonrisas con sus ojos
Camina descalzo sobre el mar
Y de pronto, la puerta del tiempo
La nariz en mañana
Sus hombros el 18 de octubre
Su mirada en el árbol de siempre
El niño es todo cuerpo
Está rojo y fatigado por el esfuerzo
Hace instantes aprendió a llorar
Cantará tangos en la Plaza del Pueblo
Comerá tiramisú y uvas con sabor a frutilla
Desde hace mucho tiempo se llama Roque
Lo ha escrito así en las manos de sus hermanos
La nariz de sus primas
Los brazos pecosos de sus abuelas
El niño tiene alas y sombreros
Juega fútbol con duendes
Vuela cuando tiene ganas
Duerme sobre el corazón de su madre
Niña con rostro de sol
Mejillas tibias
Helado de melón
Ser de uniforme verde
Cantante
Sufi sagrada
bajo este cielo austral
Mi cuerpo ha borrado cierta luz
Declina hacia un plano de cielo
Tambalea, duerme,
cierra sus ojos al respirar
Deja que entren los olores del mundo
El ruido del tren
El habla de los motores
Gritos nerviosos de las gaviotas
¿Dónde vendrá roque?
pregunta mi mente
fuertemente sacudida por el recuerdo
la agenda de pendientes
el hilo de vida que conservo
Pronto será viernes
La plaza en el centro de las mentes
El llamado de la tarde
Nuestro mapocho cantado
Nadie miente en Parque Forestal
Soy la noche
Al menos una de sus conciencias
La decisión de cruzarla
Atender su laberinto de sueños
Pizarra en que escribe mi carne
Oscuridad
Tela en que dibujan estrellas
Chile muere y renace
Viene desde sus Alamedas
Voto por la primavera 25 de Octubre
Por una alegría en los ojos de mi madre Lo merece su amor a la justicia
Por mis hermanos de la tierra Bien por los pueb
El poder de los humildes
Poderosa igualdad entre géneros
Hoy levantarás el mundo
Caerás desde Olmué hasta el cielo
Romperás la piel del silencio
Cruzarás el tiempo hasta mi rumbo
Enviar olas de amor a nuestro pueblo
Cuarenta años de una Constitución obscena
Igualdad de géneros en la Convención
Respeto a las tribus de la tierra
Oler las cenizas de los quórums de amarre
Cuidar la cédula de identidad
Estudiar el lugar de votación y la mesa
Leer el ex artículo octavo y la disposición 24 transitoria
Moler los huesos del Tribunal Constitucional
Ofrecerse a llevar a enfermos y ancianos
Abrazar a tantos que ofrendaron sus ojos
Un buen lápiz azul
Comprar champaña y tenerla heladita
En todo el texto, sólo una vez la palabra mujer.
Nuestro derecho a la educación pública, laica y gratuita
Mascarilla regalona
Disfrutar los rostros en las pantallas
Menos tanques y más consultorios
Réquiem para Isapres y Aefepés
Observar el voto abriendo sus pliegues
Un vocal lee, otro anota rayitas en el futuro
Ojalá no tiemple
Ojalá votes muy temprano
Hora de exigir la dignidad
Junto al cementerio
Nuestros Bajos de Mena
Cien mil personas bajo la alfombra
Antiguos terrenos de la Iglesia
Todo cambia y todo permanece
Galpón de indios y gañanes
Olor de la ropa húmeda
Juan Pablo ha renacido en la piedra
Hoy celebramos nuestro día
El fuego que crece a cada instante
Nuestro lazo
El pacto
Los abrazos que sumamos al andar
Y aún jóvenes
Es la primavera que se alarga
Sospecha incluso de tu prudencia
Que no te gobierne el miedo
Juegan contigo los poderosos
Esos que venden protección
y te cobran el agua, el pan,
el tres por ciento de interés
tus cinco paquetes de fideos al mes
Es la pobreza gritando
rodeada por el hambre
quemando la noche desnuda
traficando una muerte blanca
No son sindicatos
Ni maestros
Ni artistas
Ni obreros
Son los olvidados
Esos benditos que sobran y que ahora mandan
Cáscaras de naranja en agua hirviendo
Azúcar quemada
Revolver con mirada nueva
Agregar un madero de canela
Aros de una virgen
Dos semillas de cardamomo
La punta de una flecha bañada en oro
Luego, tomar un lápiz de cielo
Pensar en dos siglos sin opinar la gente
La igualdad tan querida
Un contrato firmado entre todos.
Mi súper mascarilla doble amarra
La marcha de un pueblo hacia sus sueños
El sol se resiste a nacer de mi piel
Toma mis manos y las dobla
Quiebra mis lentes
Llora
Se divierte con mis mechas largas
Quiebra el arcoiris del invierno
Tironea mi ropa
Entiende la política al revés
Pero el sol es lindo
Duerme justo hasta el mediodía
Reza y no reza
Nunca se muerde la lengua
Me prohíbe ir al peluquero
Canta
Es millonaria en ternura
Aguarda los quince para llegar al mar
Apruebo nuestra Casa de Esperanza
Libertades extensas
Ciudades amadas por árboles
Los derechos azules del sol
Quiero casas con niños alegres
Laicas y públicas escuelas
Igualdad del amar
La justicia como piso ineludible
¿Qué piensa el azul de este cielo?
¿Por qué lo abraza y luego deja?
¿Quién lo puebla de estrellas?
¿Cómo ha terminado en mi rostro?
Imagine el Uno
En su centro, Carola Jamett
Ovillada como eje del Universo
Pensando raíces y coronas
Extendiendo su amor
Recibiendo el abrazo y el cruce de los mundos
Allí, en el lugar sin tiempo
Mientras lee, medita y sueña
Tengo muchos abrazos por repartir
Unos con perfume de naranjas
Otros junto a la sal del mar
Muchos vendrán en mañanas de sol
Los habrá nocturnos y salvajes
O templados
en tardes de chimeneas y velas
Me alegran palabras y números
El verde de la lechuga
Fuego en Monasterios
La sombra como nombre de la noche
¿A dónde vas cuando sueñas?
O dejas nacer el poema
Antiguo comadrón de luces
Venerable escultor
Hombre a cargo de tus miedos
Cierro los ojos y soy
Viajo en la mirada del Universo
Recibo mar y tibieza
Sueños de mi hija
Palabras trazadas con silencio
El cerebro sirve:
no sólo para pensar
Posee antenas hacia estrellas
Explica - Asiente - cuestiona
Tiene lazos con cada célula
Danza en emociones
Apagas el ruido y se llena de amor.
Imagina que tienes la franquicia de Dios
Las llaves
Propiedad sobre los libros
Las noticias
Tantos caminos que llevan a Roma
Soy porque juzgo
Tengo conciencia y analizo mis actos
Respeto los juicio de otros
Me enriquezco con las voces del mundo
Subí Recreo con mi hija
Luego bajé a esta primavera
Los ojos de mi padre
Esta noche de luces
La ciudad herida y con hambre
Mi madre está hecha de luz
Niña traviesa
Maestra
Ser con trenzas de oro
Viene ella a darme leche
A cuidar mi nombre y mis sueño
Cambiar mis pañales
Limpiar mi nariz
Navegar conmigo en bañera celeste
Alicia está hecha de verdades
primos extensos y alegres
abuela Luisa
damascos en exceso
Vladito esta meando en la leche
¿Cómo es el corazón de Isidora?
Creo que lleva e una caja de música
Animales
Idiomas que habla su espíritu
En afán de sentirse valorada
Todo crece en el cielo
Nuestra música
El sexo
El fuego que mece los cuerpos
Tu boca que guarda mis besos.
La noche también tiene sus ritos
La ciudad con su traje de fiesta
Nuestro Zeus jugando en los cielos
Mis ojos hacia occidente
Los niños riendo antes de dormir
Votaré apruebo con la mano del corazón
Confiando en la gente de esta tierra
Afirmando lo indígena y lo femenino
El derecho al sol
Sagrada noción del trabajo
Todo el énfasis a la escuela
Que vuelva el poder a nuestro pueblo
¿Qué escribirás sobre tu tumba?
Ojalá tus padres no llenen el silencio
Y pase sencilla tu ausencia
Sin lluvia en las miradas
Sin la sombra y el frito del luto
Encontré tu nombre tirado en la basura
Aquella mirada encendida
Algunos días en la playa
El verano que fue nuestro
Luego pasó un ángel
Recogió tu nombre y lo puso en los cielo
Llevó tu mirada a su pecho
Vivió nuestros días de playa
Fue el verano, el mar y tu cuerpo.
Mis rodillas dicen que estoy cansado
Hablan de la ciudad dormida
El amor distante
Los amigos guardados en pantallas
Cierro los ojos y me calmo
Escucho los gritos del viento
La miel en mi nombre
El mar sembrado en mi ventana
Mi padre, el hijo de Rita Díaz y yo, viajamos a Santiago.
Visitamos un Centro de Extensión de la Universidad de Chile
Era una mañana soleada y hermosa
Había hemeroteca y unidades cilíndricas alargadas
que exhibían videos científicos.
El hijo de Rita era aún niño y fue el primero
en descubrir la imagen
Era una filmación del cerebro humano
Precisamente el de un moribundo
Desde el centro del cerebro
fluía un material de color blanco.
En la parte superior se aglutinaba
figurando un hombre delgado con sombrero
El sombrero del mago
La lemniscata
Poco a poco, salía ese energía hacia el exterior
El cosmos
La conciencia mayor que nos forma.
Luego subimos a la hemeroteca
Allí estaba mi madre y le contamos la maravilla.
Después, desperté del sueño.
Hay muertos recordando esta vida
Huérfanos en laberintos de sueños
Energías desplegadas en libros
Esparcidas en carreteras
Fronteras de uno y otro mundo
Lugares cargados de infancia.
Nada queda en mis ojos
Pero el día crece
Arranca sus raíces
Devora los nombres de la muerte
Vuelca su tormenta en la noche.
Leo las palabras claras del sol
Creo en su buena fe
Me alegra su voz de luz
Su caricia sobre el planeta
La forma en que expone su alegría
Pensar
Desplegar el lenguaje interno
Brincar de una imagen a otra
Caer en manos del viento
Sacudirnos de prejuicios
Criticar la percepción
Explorar emociones y conciencia
Escuchar gigantes internos
Elegir las alas del sol
Esta es la vida que sigue a la muerte
Aquí encuentras Luz
Sigues la voz de tus ancestros
Juegas el poema del tiempo
Piensas con letras
Honras el milagro de tu cuerpo
Estoy sentado en el futuro
Desde allá me miro en este día
Primavera 21
Septiembre en nuestra tierra
Me recuerdo entre Infierno y Purgatorio
Lanzando un disco rojo
Observando a mi madre
Abrazado al cielo de Carola Jamett
M miro entre sombras de muerte
Cargado de tiempo
Sobre los hombros de nuevos viajes
Leyendo mi conciencia de ayer
Estoy cansado
Lo mismo que el mar y sus naves
Esta noche sin nubes
El fuego que irradia mi nombre
Pero dormiré alegre
y mañana cruzaré el cielo
pondré mis pies sobre el mundo
vestiré de azul la tristeza
Mis tasas llevaban elefantes y circos
Trapecistas voladores
Mujeres elásticas
Payasos de grandes zapatos
y cisnes sobre sus cabezas
Mas, ahora, esta loza es blanca
Los elefantes han roto mis baños
La carpa se levanta en el patio
Los cisnes persiguen a la gaviotas
Duermen siesta los payasos.
Los acróbatas están a cargo del asado
El té, posee un nuevo sabor.
Estoy y no estoy en el claustro de mi madre
En la tina celeste junto a mi hermano
Escuchando el corazón de mi abuelita
Asombrado el día que llegó mi hermana
Estoy escuchando cuentos de Alyosha
Caminando desde Yungay a Guillermo Rivera
Uniendo mis ojos la máquina de Estrabismo
Con mi jarrito de pipí en el Cine Metro
La niña se levanta y dice Hola Papá.
Estoy llorando en el Aeropuerto de Atenas
Pensando en Hagia Sofía
Conversando con Gabriel Mistral
Escuchando mi mente
Isidora canta Dancing Queen
En estricto rigor estamos en el cielo
Sobre el cráneo
Bajo las plantas
Incluso en el fluir del pensamiento.
Ser hecho de colores
Amigo del mar
Estudiante travieso
Viajero empedernido
Hombre feliz
Niño insistente
Padre herido por la muerte
Maestro de Artes
Gran guerrillero de la Luz
Salvo los tulipanes
Toda la casa te extraña
Mis ojos cargados de sueño
La cama de pronto gigante
Mis párpados ahora cansados
A veces, no se callarme
Le grito a las paredes del baño
Hablo con el adversario
Escribo mi bosque en una pantalla.
Imagino palabras en peligro de extinción: yupi, cuita, melenudo, parco,infausto, embuste, fritanga, talud, treta, mentecato, soto, lastre, tieso, colérico, pulóver, gobelino , desopilante, mayólica, zancas, zaguán, umbral, tara, lustro, sobaco, ballesta, serpentina, calcar y cancel.
Pienso en las que resurgen cargando un nuevo resplandor:
Arroba
Perno
Ordenador
Parlante
Radical
Zeuz, Deus, Dios
Ahora soy el guardián de los tulipanes.
Me debo a su tierra húmeda
Vigilo los gusanos del aire
La ambición de las gaviotas
El orín nuevo de los halcones.
Estoy en el amor
Lo recibo
Lo dejo pasar por mi cuerpo
Reflejarse en mis actos
Expandirse en el bosque y las estrellas
Toda la tarde tomados de la mano
La hija y su padre
Dos nubes en lo alto
Ambos cruzados por el cielo
El tiempo colmado de amor
En mi puerta hay un ángel
Mi madre a sus veinte años
La sombra de un domingo
El bosque que llega cantando.
En mi ventana tengo un tesoro
Hay delfines saltando
Amistad del arcoiris
Mis hermanos delfines
Los rayos del lucero
La noche y su cabellera de estrellas
Toma el cuerpo de la primavera
Mídela con tus manos
Entra en ella por un río de cielo
No la desees, sólo tómala
Roba su aroma y su tierra húmeda
Canta para ella
Haz que regale su cintura
Haz que sus ojos te nombren
y deje sus sandalias bajo tu cama.
Las sombras se refugian en nuestro apruebo
Sin ninguna vergüenza copian la barba de El Moro
Maquinan contra la Gran Convención
Diestros en el engaño al soberano
Servidores de la extrema riqueza
Mayordomos de esta Antigua Hacienda
Al sur del temblor
Justo en la crisis del silencio
Noche escrita sobre la noche
Nuestros barcos con anclas de papel
Ahora, luces de Valparaíso
La niña en este campo de conciencia
Corriendo asida a un elástico
Libre a pesar de su Fe
Al sur del amor
Cerca de un muro sangrante
Nuestras manos cuajadas de sol
La victoria cumple 50 años
Por mi parte, ya sabía caminar
Miraba multitudes saltando en las pantallas
Mientras los niños dejaban de andar descalzos
y la leche bendecía nuestros sueños
.
Los mayores discutían sus tormentas
ENU, JAP y Cobre
Tres sectores de la Economía
Viviendas para obreros
Hielo austral en los desiertos
Una torre infinita para la UNCTAD
.
Junto a la aurora, los estudiantes
Libros de Quimantú
Obreros a cargo de industrias
Campesinos ocupando las haciendas
La justicia en sus mil días de fiesta
Aprovecho el sol
Dejo que lea mi cuerpo
Nuestro pueblo exige sus cuarenta medidas
El sol en ventanales alargados
Nuestro orgullo en las escuelas
Independencia de pensar
Tierra y libertad en el Wallmapu
Queremos un cielo de volantines
Mil veces la palabra mujer e nuestros votos
Belleza de la igualdad
Derechos para los bosques
Un defensor de animales
Queremos que el amor no tenga restricciones
Tributos proporcionales a la riqueza
Promoción del trabajo
Elevación del magisterio
Negociación colectiva por ramas de la economía
Entre mis labios y los tuyos
¿Qué historias hay?
Siento tres fantasmas tomados de la mano
Un ángel pensando
Nuestra ventana hacia el circo
A propósito
Del techo cuelga un acróbata
Yo giro mi cabeza y te veo tejer
Pensar tus artes
Abrir los secretos de mis sueños
Mis ojos quieren volver a dormir
La noche abriga
Pienso en acurrucarme y ceder
Convertirme en foto y poema
Recuerdo de un abrazo
Colores trazados sobre el papel
Pienso en la pradera de mi amigo
Sus jardines y bahías
Las tumbas que lleva en su alma
Colores que aplica a sus sueños
Su digna estatura de maestro
Sonrisa de artista
Ternura de niño encerrado en un viejo.
Vuelvo con once sílabas maduras
Salgo hoy desde el fondo del tiempo
Arranco tumbas y rocas muy duras
Engaño estas señales de campo
Yo ataco esta patria de ciegos
Derribo la urbe que contemplo
Soy la hora que apuran los fuegos
El rayo que aguarda este templo
Higuera negra que pide tu riego
Carola viste de sofá
La estampa un río marrón
Teje mientras nos llama el cine
El aroma de septiembre
Naranjas que beberemos con ron
Ríe al saber de estas letras.
Cuatro halcones en el vecindario
Isidoro, Raúl, Belisario y Miguel
Juegan a lucirse ante gaviotas
Mostrar sus plumas largas
Desplegar sus alas marrones
Pecho lleno de primaveras
Sangre llena de viento
Su gran poder al volar
Tengo españoles en mi pelo.
Niños de potos rosados
Acróbatas en número de doce
Bosques lluviosos
Aceitunas - Almendras- Higos
Alamedas
Nuestro Aconcagua
Pirámides
Algunos siglos del Mundo
La ciudad de Buenos Aires
Borges, Gardel, Evita
Un parrón en Quillota
Bandejas de caquis
La moto de Ernesto Guevara
Todo el placer de Costa Rica
MI hija quiere que me corte estos vellos
No puedo hacerlo
Tal vez caiga desde allí Vietnam
El Hudson
La aviación de Corea
Corfú y Patmos
Ciertos camellos verdes
Profesores de física
Pitágoras
El American Bar
Los guantes de Marisol Urzúa
Mi triciclo rojo
Diego Portales
Todo el poder del Amazonas
Nogales, comuna libre
Ron blanco
Gotas del Nilo
Toda la Inspección del Trabajo
Hungría y Perú han llegado a mi moño.
Helicópteros descienden y despegan.
Hay buses con turistas
Barricadas
Procesiones
La maratón de Tokio
Campos nudistas
Partos
Autopsias
Salas de Prensa
Estaciones orbitales
Orquestas
Industrias
Barcos cargados de uñas
Amplitud de Senegal
Sirenas
Estepas y sus jinetes
Templos de Baal
Afrodita y Adonis
Bosques de Mirra
Gigantes
El rostro de los Reyes Magos
Nemrod cazador
La última carga de Laertes
La imagen proviene de www.modaellos.com
Hoy caminé y sentí el agua en mi cuerpo
El cielo inundó mis cabellos
Quedé como diuca
Helado, poblado de nubes
Traspasado por ríos que caían desde el aire.
He nombrado los crímenes de la sombra. Los que llevan en su hígado las ballenas. Esos que pudren la nostalgia y maltratan nuestro árbol de conciencia.
Como sombras reconozco la cobardía, seguido de la ira, traición y envidia.
Siempre me visitan los espectros y el fuego de mi infancia los detiene, preserva mi luz, extiende el amor.
La niña leyó y jugó
Aprendió palabras nuevas
Imaginó el centro de la tierra
La manzana de Newton
La caída del cielo hacia la tierra.
Yo disfruté su risa
Su búsqueda de Gustavo Villar
La Aurora de Isaías
Adonis prisionero en la tierra
y regresando a su casa en el cielo.
Tocar con mis manos
el cuerpo del demonio
aferrarme a sus vellos y descender
hasta el eje mundo
Justo allí girar para trepar
Ajustarme el pelo
Llevar a Dante colgando del cuello
Poner mi pie seguro a su lado
Explicarle el cosmos y nuestro viaje
Mi estación favorita, Bellavista
Hora del día, el amanacer
Hija, la mía de ojos oscuros
Poder sobre el mundo, la mirada
.
Estrella, la de Arauco
Suerte, en amores
Magia al soñar
Lo impagable, el mar.
Mi cuerpo existe bajo un gato
Hay un niño que juega con él
La Luna y el Océano parecen neutrales
y no lo son
Carola ha sanado a su oso
Mi hija descansa en el cuarto contiguo
Muy cerca del Lucero
Un estante con libros
El retrato de su bisabuela
El hermano de ella
La primera Isidora
Nuestro gran Clodomiro
¿Qué haré mañana cuando despierte?
Creo que será rijo el gato
Tal vez me visite el espíritu del marinero
Alicia y Bladimiro
Mi querida tía Eternidad
Hija, ayúdame con los gigantes
Deja en Anteo tu sonrisa
Ayúdame a imaginarlos como volcanes
Seres que la tierra forja
Soberbios adversarios de Zeus
Tornados que inflaman el cuerno
Poderosos seres de la noche.
Busqué soñar con Gabriela Mistral
Comparto con ella sangre de cordilleras
Los Godoy
Cerca de la Luna está nuestro pueblo
Trabajosamente, la encontré entre serranías,
mientras volaba yo sobre quebradas y huertos.
Conversamos bajo un pequeño parrón,
entre tanto, viajaban en lo alto las estrellas.
Ella canosa y peinada,
ropa civil bajo el hábito de Francisco.
La Maestra hablaba y parecía fumar sin hacerlo.
Al verla, me reconoció como ser de la tribu
y dijo que podía enseñarme más
Hablarme de las fuerzas de su poesía:
La montaña. La Infancia.
El río que corre al interior.
Luego me dio consejos:
No poner límites a mi mente
No herir el corazón religioso de la gente
Ser mujer y hombre a la vez
Transmitir ternura, confiar en la luz interior
Me explicó su vocación de espíritu:
Acercarse a niños, gobernantes, madres
Reforzar sus corazones con amor
Alentar en sus centros la Luz
Liberar la bondad que perdura
Con imágenes me mostró una idea práctica.
usar la energía del sol
para calentar pozas en sus queridos valles.
Quiso, en la dulzura de su estado, transmitir al mundo un poema:
En silencio llevo mi tierra a las estrellas,
no con palabras,
sino con la gracia del cielo que ahora me puebla.
La imagen proviene de la Biblioteca Regional Gabriela Mistral.
Nuestros primeros 30 videos sobre El Infierno de La Comedia, permiten profundizar en el contexto y los simbolismos de esta gran Catedral de la Literatura Universal.
Nuestros primeros 30 videos sobre El Infierno de La Comedia, permiten profundizar en el contexto y los simbolismos de esta gran Catedral de la Literatura Universal.
Almorzamos temprano con Dionysos
Terraza sobre el Mediterráneo
Mantel blanco
Copa de vino
Queso de cabra y pepinillos
Su pantera con pintas respirando muy tranquila.
Era moreno y de sombrero blanco
Camisa alba
La barba corta y poblada de canas
El día azul, tibio y despejado
Luego, la lancha, también blanca
Acercamiento de piratas
El amor de Dionysos los transmuta en delfines
Criaturas que nos cuidan y acompañan
Nuestro destino, la isla de Naxos
Allí, sobre la arena, muy triste
Ariadna se lamenta y llora
Nuestro dios la escucha
Desde el alto sol a la primera estrella
Ella recuerda, habla y sana
Él regala su atención
y al amarla, la libera
A la mañana siguiente, el me habla de su niñez
Su madre devorada por el fuego
Su extraño nacimiento desde Zeus
Me mostró su primer dado
Relató sus jornadas de rayuela
Su educación con los titanes
Su segunda purificación por el fuego
Luego desperté, sin haber hablado de bacanales.
Eva tiene esencia vertical
Derrama estrellas en su leche
Es árbol de vida
Guarda caminos del cielo
Tiene su base en la tierra y su raíz en la altura
Su cabello desciende del sol
El incesto corre ligero en su sombra
Adán es en esencia horizontal
Busca poseer la superficie
Nombrar las cosas
Cruzarlas con su verga
Herirlas con su lanza
Cazarlas con su flecha
Cortarlas con su espada
Por sobre todo, busca a Eva
Quiere completar su ciclo
Retornar al cielo
Entrar en su cuerpo
Beber su río de estrellas
Vi pasar a Jesús en el desierto
Vestía de dorado
Como en el retrato que conservaba mi abuela.
Luego lo observé en Nueva York
Allí cuidaba a una mujer y su hija
No tenían hogar y estaban en la calle
Era latino
Compartían sagradamente el vino.
Todos fuimos de piedra
Extranjeros en el infierno
Seres de fuego
Invencibles como
palabra de Dios.
*
Ahora somos efímeros
Seres cayendo en el
abismo
Absorbidos por bolsas de memoria
Separados para siempre del sol.
*
Aquí golpeados
Quedamos para celebrar la Luna
Transmitir relatos
Abrazar los días
Recordar el sol.
*
......
Poema con motivo del fallecimiento de Carmen Victoria Vidal Quezada, madre de mi querida amiga Carla.
Soñé con Shakespeare
Sólo tres des dedos enguantados
sobresaliendo de un nicho
A mi izquierda, borde superior
Segundo desde el suelo
Superficie lisa color crema
Ell nombre calado en el nicho
Llegamos con Carola al hogar de Mozart
Nos presentó a su
hermana
Había un ventanal
En la sala un piano blanco
Tocó para nosotros
sus primeras composiciones
directamente de las partituras infantiles
adornadas con dibujos en los bordes
Escuché la música
pero no la retuve al despertar
Luego me enseñó esencias y
naturalezas
Lo hizo mostrándome cereales y
frutos secos
Lentejas, garbanzos, almendras
Pensé en notas y melodías
Materiales del arte
Técnicas de la enseñanza
Hoy te abraza el frío
El virus ha pronunciado tu nombre
Divide tu casa
Te arroja a una diaspora interior
Abrazo tibio de tu hija
.
No eres un número en la estadística del día
Eres Pamela, la madre trabajadora.
Estudiante adulta
Espíritu correcto
Señora vestida de negro
.
Los pequeños visitantes
Te golpean pero no te vencen
Y tú safas y creces
Cuidas el respirar de los tuyos
Sobrevives a la noche
Resistes para crear el presente
Sentí que me costó encontrarla en sueños
En la oscuridad llegué hasta un árbol seco
Oscuro, sin hojas ni flores
Lo supuse un laurel
Estuve detenido ante la imagen
sin poder avanzar
Luego recordé a Danae y Apolo
Pensé en el bosque de
Dante
Tuve imágenes de violaciones
Pena
Huida hacia el silencio
Esos rayos de conciencia
abrieron mi paso
y llegué a un Edificio de Gobierno
En un amplio pasillo
Una multitud de cerdos pequeños
Todos iguales, plásticos y rosados
Eran seguidos de cerca
por hombres vestidos
de negro
Uniformados, serios
Seres que caminaban
sin correr
Los persiguieron fuera del Palacio
Por territorios agrícolas
Cercanías del mar
Colinas chilotas
Entonces, una gran explosión
En todo mi campo de visión
Surge hacia el cielo un bloque
de poderosa Luz
Caen árboles y casas
Nada vuelve a ser como siempre
Despierto en una cabaña de playa
Las sábanas son blancas
Hay maderas
Se siente la presencia de mi madre y de Violeta
Luego comienza la música
Nunca la he escuchado
La noto renacentista
Me dejo llevar por ella
Siento que floto y bailo
Sala completamente oscura
Luego en el centro
Un haz de rayos de Luz
Ligeramente inclinado a mi izquierda
Hay paz y ternura en la Luz
En la penumbra
Una presencia femenina
Viste de negro
Desplaza cuatro sillas negras
Ellas marcan los ejes
El escenario está listo
Nos propusimos soñar con Buda
No fue difícil ni sencillo, pero ocurrió
Fue al final de la noche
Casi despertando
Luego, en círculos profundos del sueño.
El niño Buda en posición de loto
Cabello rapado
Vestimenta crema y rojo acafesado
Él peina con un lápiz su cabeza
Mi alguien se puebla de preguntas
Anotar surge de mi calma
.
En plano de sueño soterrado
Del aire surge un rostro
Con paila gigante y sutil
golpea al niño en su cabeza
Su cuerpo:
en el acto desaparece
Su vestimenta salta por el suelo
como si una ranita invisible
la habitara.
.
Hay ahora un hombre adulto y un niño inocente
Ambos visten de negro y van muy peinados
En el fondo se atisba una pizarra
Estamos más abajo en el pozo
El hombre lanza al niño una cachetada gigante
El niño de inmediato la devuelve
.
Escribo al despertar y leo el símbolo
Lo sutil permanece
La violencia es interior y además se enseña
Al primer niño también se regresa.
Todo falta cuando tú no estás
Me queda grande la primavera
Va ciego el crepúsculo
Hay una tumba
con el nombre de mis sueños
Con la cuchara grande he robado la aurora
Tomé sus manos de niña
Peiné su cabello de chispas
Recibí la bendición de su abrazo
Me premió al decirme papá
Nunca abrazas dos veces a tu hija
Ni regresas a la misma senda
Ni vuelves a leer el mismo poema
Hay sutileza derramada
Hay otro en cada respirar
Soy distinto en cada silencio
Cada amanecer tiene un nuevo pillán.
Eres maravillosa
El Profeta anunció tus pasos
Predijo tu copa de vino
Nuestro viaje junto al Pacífico
El libro que abre tu sonrisa
Cierto bermellón en nuestro cielo
Tomas mi mano
Tejes el aire
Usas tus ojos para nombrar mi vida
Los ríos que me forman
Mi destino cierto en el mar