Este es otro de mis poemas programáticos. No se trata ya de parir un museo al aire libre, el retrato de un sueño, una casa o un plato de comida
Se trata de una ambición mayor, dar vida a nuevas salas de espera para hospitales.
Pronto, la gente atendida por el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota tendrá nuevos hospitales, a la altura de su humana dignidad.
El poema está inspirado en el servicio que los buenos hoteles brindan a los pasajeros. ¿No se echa de menos esa amabilidad cuando estamos llenos de miedo y dolor?
Estoy en la Posta del Hospital.
Llego y una sonrisa me invita a sentar.
Mide pulso y calor.
Anota mi edad y mi historia.
Explica los tiempos.
Derriba temores.
Alumbra alternativas.
Sol custodiando mi invierno.
Ángel de vida.
Grande enemiga del dolor.
En el lugar, imágenes y claridad.
Libros.
Postales con poemas.
Brava ternura de lo puro.
Espíritu cuidando a otro espíritu.
Chile cansado de sus miedos.
Chile respondiendo a tanta gente.
Algo ha surgido en este espacio.
Ya no gritan los letreros.
Se han castigado las barreras.
Miseria superada por la aurora.
Lo humano ha recobrado su lugar.
En la imagen, sala de espera en Hospital San Fernando de Panamá.
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