Las ruedas de madera colonial
han cruzado cumbres de nieve y hielo
con el sol levantándose a sus espaldas.
A fuerza de gritos guturales
viajan tranquilas
en una atmósfera de chirimoyos
ponchos y rebencazos
rumbo a Quillota, Concón
Viña del Mar y Valparaíso.
Los servidores del Inca
bordaron esta ruta
y los conquistadores persignantes
le llaman Camino Real
como a todas las vías trascendentes
de su católico imperio.
El río Aconcagua
abrió el camino hacia el mar
pero en la costa
los hombres y las notables bestias
deben sortear dunas y despeñaderos
vadear el Marga Marga
más arriba de su laguna final
e internarse entre palmas y cursos de agua
criaderos de cabras
placeres auríferos
pequeños caseríos de pescadores.
El último esfuerzo por tocar el Almendral
con sus parcelas y arenales
en torno a la calle Yungay
implica cruzar escarpadas colinas
acuosas y sensuales quebradas
el catálogo de grises y verdes
con sus flores e insectos.
Aquellas rocosas elevaciones
comienzan junto al Marga Marga
en el Cerro que ahora ocupan los Presidentes
y llevan en su espalda
el camino de los reyes
que bajo el nombre de Pasaje Quillota
arriba a Pancho junto al Estero Delicias
que todavía cruza oculto y guerrillero
bajo la Avenida Argentina
a poco trecho de su hermano Jaime
ahora hundido bajo la calle Francia.
Tras la Batalla de Chacabuco
las derrotadas tropas monárquicas
marcharon por esta vía
en su regreso al Perú
alegres de haber pactado libertad y vida
tras el retorno despótico de Fernando VII
salvado de Napoleón
pero no de los retratos de Goya.
Pocos años después
el insurgente regimiento de Quillota
tomó la vía de este canto
para asaltar Valparaíso
llevando a Portales de rehén.
Frustrada la acción de sus sables
bárbaramente asesinaron
al belicoso Ministro
cerca de la Quebrada de Cabritería
dejando huellas de aquella tragedia
en los nombres de los bienes fiscales
y en el blanco obelisco
que aún se alza en Placeres.
Al llegar el acero y el humo
el cerro del Fuerte Callao
entregó la mitad de su alma al progreso
y los poderosos rieles
asaltaron el granito de la costa
derrotando los poderosos arrecifes
hasta emerger con sus pitos
y vibraciones de vapor hirviente
junto al reloj inglés
de la Estación Barón
bombardeada un 31 de marzo
construida sobre el llanto de la tierra.
A componer la música del acero
llegó el ingeniero Vergara
radical de libertades y guerras
seductor de herederas
abanderado de la izquierda oligárquica
racional por esencia
gobernador por matrimonio
de dos haciendas ancestrales:
Viña del Mar y Las Siete Hermanas.
Imbuido en el ritmo de las industrias
el año 74 loteó sus fincas a un precio bajo
surgiendo mataderos, maestranzas,
pequeñas fábricas, astilleros,
ingenios de azúcar
y venecianos barrios con jardines
para las nuevas fortunas
de la banca y el salitre.
Teodoro Lowey
teutónico ingeniero civil
dirigió los trabajos que civilizaron el estero.
Con acentuado genio y diligencia
invirtió sus ingresos en tierra fracturada
futuro, alegría del espíritu
oceánicos roqueríos de Recreo y Esperanza.
El lugar se fue poblando
gracias a la Caleta de Pescadores
los obreros ferroviarios
el Matadero en Quebrada Philippi
la Maestranza de Caleta Abarca
las sucesivas oleadas de inmigrantes
arquitectos forjadores de rocas
desplazados del campo y el desierto
el potente atractivo del agua.
Tras la Guerra Franco Prusiana
y su epílogo obrero en Paris
el médico Teodoro von Schroeders
aportó al primer hospital moderno
trajo vacunas y técnicas
y la potente moda europea
los terapéuticos, burgueses
y excitantes
baños de mar.
Con sus propios recursos
venció los acantilados
y las severas costumbres hispánicas
asociando las olas al descanso
y el cuerpo a la vida digna.
Con ocasión delcentenario
se abrió el camino plano
junto a la línea del tren
y una rambla de paseo
hizo de Miramar y Recreo
los lugares de abrir los ojos
y dejar fluir el deseo
floreciendo palacios
líneas de tranvías
mansiones de lujo
y la leyenda elegante
de estas quebradas salinas.
Hacia 1930
el Estado quiso llevar las multitudes a las playas
se abrió un Casino junto a la desembocadura del Estero
una gran piscina nació en 8 Norte
y otra se instaló en Recreo.
Pero el mismo progreso
que hizo del barrio un balneario
trajo las clases medias a la Villa Moderna
y rebobinó las cintas en el Cine Palermo
exigió que los autos y los grandes edificios
desplazaran buena parte del ocio y el miramiento
dejando olvidado
el lugar en que estuvo la Playa Miramar
y abriendo la puerta a fantasmas inquietos
que danzan confundidos con el presente
la sombra de las carretas con bueyes
las baterías de los Fuertes Callao y Papudo
la tortuga de los Presidentes
la intensa mirada de mi esposa
las conspicuas mansiones
el Hotel abrazando las aguas
la permanencia del Camino Real
hacia el puerto.
Camino del Inca en Machu Pichu www.perutours.com.pe
Camino del Inca en Jujuy www.losmejoresdestinos.com
Carreta de Bueyes hacia 1864 www.tradiciongaucha.com.ar
Fusilamiento de Portales Fragmento de Memoria Visual de una Nación
José Francisco Vergara
Elvira Henmann y su esposo Teodoro Lowey
Playa Miramar con rambla de madera para que las damas no ensuciaran sus zapatos con arena.
La Campana vista desde Recreo www.rotasturisticas.com
Recreo hacia 1950 www.dibam.cl
Blog de Paulina Echeverría
Fuerte Callao hacia 1891 Flickr Santiago Nostálgico
Playa de Recreo a comienzos del Siglo XX www.diariosregionales.cl
Mi propio Registro
Palmar de Cabritería www.radioplaceres.cl
Estación Portales hacia 1900 Flickr Phtostream
Trabajos de Abovedamiento del Estero Delicias www.mercuriovalpo.cl
Estero Delicias hundido www.mercuriovalpo.cl
Estero Jaime hundido www.mercuriovalpo.cl
Estero Delicias hacia 1863 www.memoriabarrioohiggins.blogspot.com
Postal del Estero Delicias
Pasaje Quillota Flickr de Antonio Bracani
Pasaje Quillota Flickr de Antonio Bracani
Cap Ducal, Palacio Presidencial y Palacio Wulff
Palacio Ross
Piscina de Recreo www.laotravoz.cl
Castillo Wulff
Amanece en Barón www.panoramio.com
Calle Tocornal, Ex Castillo,en el Cerro Barón www.tranviasdechile.cl