Belkis nació en La Habana
fue una niña en las calles de Martí
muros hablando sus consignas
plazas embriagadas de sol.
Ahora su sonrisa bendice a mi hija
acoge los movimientos del yoga
aprende los silencios del barrio
regala su alegría en este sur.
Juanita Pérez Balcázar
recomienda
hacer estallar el deseo
y cumplir toda fantasía.
Baña sus 104 años con sangría
y vino azucarado
canta con pasión de flamenco
conversa con bellas gitanas
maravillosas viajeras de luz.
Alberto llegó de Cártago
por la vía de Sicilia y Argentina
ha vivido en cuatro soles
vibra con la albiceleste
sedujo a Mané en un bus
es padre de Bubaseta
escucha tango y hip hop.
En la calle Once
una pareja catalana
ha traído su jardín hecho semilla
que hoy es de grandes higueras
manzanas y ciruelos.
Los antiguos genoveses
se sienten en sus propios cerros
celebran con amaretto y limoncello
crían hijos en su idioma
sueñan entre abarrotes y barcos.
Un hombre nacido en Berlín
llena sus cien años
con cerveza
peces del mar del norte
conversaciones robadas a la tarde
recuerdos de sus padres y hermanos
extinguidos en la más horrenda de las guerras.
En las buenas mañanas de sol
una anciana en extremo delgada
abriga su locura muy cerca del mar.
Años después
descubro los números
en sus brazos
la muerte en sus ojos
el miedo en su interior.
Un sabio de Rusia
enseña sus teorías en el Cerro Placeres
y un mago de Ucrania
oculta los misterios de la electrónica
mientras el médico de Ecuador
lleva su cortesía en ambulancia.
En los comercios brilla el rocoto
los secretos del pan francés
el hermoso hablar del Rimac
el chocolate propio del mole
la dulzura palestina
mis amadas papas a la huancaína.
En la segunda imagen, Julio en su Conversería de Recreo, lugar en que abundan los dulces árabes, imperdible café, acentos de todo el orbe, cine, libros y empanadas.
La imagen viene de
http://facebook.com/masitarica