El viernes muy temprano se reunieron los ancianos y los maestros de la Ley. Después de atarme con con cadenas, me condujeron ante Pilato.
Pilato preguntó: '¿Eres tú el rey de los judíos?' y respondí : 'Así es, como tú lo dices".
Como los jefes de los sacerdotes me acusaban de muchas cosas,
Pilato volvió a preguntarme: "¿No contestas nada? ¡Mira de cuántas cosas te acusan!"
Pero Jesús yo no le respondí, de manera que Pilato no sabía qué pensar.
No era la hora de impedir con palabras el plan de mi Padre.
No era la hora, pero pasó por mi mente esta defensa:
Pilato, padre de Marcial y de Tito
Hijo amado de Flavio y Valeria
Pesa en tu conciencia la justicia de mi causa
pues sólo cumplo las escrituras sagradas
Soy Hijo del Hombre
Hijo y creación de Dios
y el Reino de mi Padre existe en el Espíritu
no en los dominios y reinos de Tiberio.
Pesa en tu conciencia la justicia de mi causa
y define tu lugar entre los hombres y las estrellas.
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