Correggio |
Seguí a Jesús envuelto sólo en mi sábana de noche,
y , de esa prenda me tomaron para arrestarme junto a Él,
pero prisco y ágil de piernas
dejé mi única posesión
y huí completamente desnudo
Corrí entonces hasta Jericó y Tiberíades
Hasta las columnas del buen Hércules
Cuba, Punta del Este
El extenso río Mississippi
Cañaverales de Cuba
Glaciares Andinos
La austral Uspallata
La mismísima y sagrada Illapel
Corrí hasta regresar a Judea
y entrar a la tumba de Cristo
tocar su cadáver helado
y verlo despertar desde el silencio
llevando en su centro la Eternidad
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