Doug Pearson |
Tras la partida del joven que se negó a renunciar a sus bienes
miré a todos los que me rodeaban y dije
¡Cuán difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!"
Ellos me respondieron con sus miradas de asombro y agregué:
“Hijitos, ¡cuán difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el reino de Dios! "
"Es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.”
El estupor de ellos creció y decían entre sí:
“Entonces, ¿quién podrá salvarse?”
Yo, fijando sobre ellos su mirada, dije:
“Para los hombres, esto es imposible,
mas no para Dios, porque todo es posible para Dios.”
Entonces, Pedro comenzó a decirme:
“Tú lo ves, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido.”
lo que respondí:
“En verdad os digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna. Entonces muchos que ahora son primeros serán últimos, y los que son ahora últimos serán primeros.»
Yo os aseguro que sólo el Amor salva, rescata, resucita y conduce a la eternidad.
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