Soy Juan, a mis 9 años seguí al nazareno
y estuve presente la tarde en que nos habló
del poder de su nombre
y tomando en sus brazos a un niño dijo:
“El que recibe a uno de estos niños en mi nombre,
a Mí me recibe; y el que a Mí me recibe,
no me recibe a Mí, sino a Aquel que me envió.”
Poco después, agregó:
"Quien abuse a uno de estos pequeñitos que creen,
más le valdría que le atasen alrededor de su cuello una piedra de molino
de las que mueve un asno, y que lo echasen al mar"
Pues invocando el poder de mi nombre
abusa del niño
abusa de mí y abusa de Dios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario