Me gusta abrazar a los niños y bendecirlos poniendo sobre ellos las manos
Venían hacia mí con su alegría y sus voces y los discípulos pusieron trabas.
Me molesté y les dije: “Dejad a los niños venir a Mí y no les impidáis, porque de tales como éstos es el reino de Dios.
En verdad, os digo, quien no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.”
No detengan el impulso, déjenlos correr hacia la Luz
y elevarse en la puridad del Amor
No hay comentarios.:
Publicar un comentario