En mi casa de Cafernaúm
que es la casa de todos los que buscan Luz
le pregunté a mis discípulos
¿De qué conversabais en el camino?
les pregunté
sabiendo que discutían sobre quién sería el mayor
y de mis palabras sólo obtuve silencio.
Luego, sentándome, le dije a mis 12 hermanos:
"Si alguno quiere ser el primero,
deberá ser el último de todos y el servidor de todos"
Dicho esto, tomé a un niño y dije:
El que recibe a uno de estos niños en mi nombre, a mí me recibe;
y el que me recibe a mí me recibe;
y el que a mí me recibe;
no me recibe a mí, sino a Aquel que me envió".
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