Como es tradición en nuestra logia
el primer brindis de la noche
es por nuestro Venerable Maestro y su familia
Así, desde la memoria y el silencio
nos habla nuestro hermano Waldo Olea
luciendo su bigote radical
el brillo de su sonrisa
el compás y la plomada de su prudencia
El Gran Arquitecto,
descubre ahora la luz de sus virtudes
y en el lazo sutil de la hermandad
disuelve sus defectos
y bebe con él
un brindis de alegría y estrellas.
Como es tradición en nuestra logia
Waldo permanece en el fuego
abre puertas a los osados
bebe de la amistad más dulce
escribe un poema con sus gestos
se levanta como el Sol
empuja la vida con cada abrazo
Hoy, desde la memoria y el silencio
nos habla nuestro hermano Waldo Olea
mientras su luz brilla en el templo
y sus guantes
ajenos a toda mancha
son nuestro orgullo
nuestra raíz
y nuestro ejemplo.
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