Rubens |
Denario con el rostro de Tiberio |
Querían estirar mi lengua para indisponerme con los romanos.
Con ese fin, enviaron algunos fariseos junto con partidarios de Herodes, que hablaron con las siguientes palabras: 'Maestro, sabemos que eres sincero y que no te inquietas por los que te escuchan, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios. Dinos, ¿es contrario a la Ley pagar el impuesto al César? ¿Tenemos que pagarlo o no?'
En mi espíritu detecté la intención que escondían y les dije: '¿Por qué me ponen trampas? Tráiganme una moneda, que yo la vea.
Me mostraron un denario, y les pregunté: "¿De quién es esta cara y lo que está escrito?" Ellos respondieron: "Del César".
Entonces les dije: 'Devuelvan al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios" y les dejé maravillados.
Lo dije y en mi conciencia estaba el templo de Tiberio en Esmirna y la paz, asegurada por mi palabra.
Mi pueblo quiere un rey de este mundo y el Reino de mi Padre tiene su sede en el Espíritu.
Esmirna, llamada ahora Izmir, ciudad de Turquía |
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