Junto a mis discípulos
tomé una barca hacia Dalmanuta
y salieron los fariseos a discutir conmigo.
Exigían como prueba una señal del cielo
y dije en mi interior sollozando
¿Por qué esta raza exige una señal?
Luego, mi boca recogió aire
y hablé: "En verdad, os digo,
ninguna señal será dada a esta generación"
y cerrando el debate
me embarqué hacia la otra ribera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario