En Tiro expliqué a una mujer fenicia
que el Padre
debe alimentar a sus hijos
antes que a sus perritos
y ella retrucó que incluso los canes
comen las migas que caen de la mesa
Me conmovió la sabiduría y humildad
de esa extranjera
y mi fuerza se desplegó para sanar a su hija
expulsando los demonios que la atormentaban
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