Pido besarnos toda la vida
hasta que se extingan
los nombres de las cosas
nos mire con rubor el mediodía
y el roce disuelva nuestras sombras
*
Besarnos enhebrados al celeste
fuera del imperio del tiempo
regresando una y otra vez
con el oleaje
cruzando nuestros cuerpos
en los sueños
desnudos al fluir desde la tierra
*
Besar la fuerza
que manda en nuestra carne
la raíz de nuestro viaje
el aire que vive en nuestra boca
el agua que nace de esta unión
*
Entrar y salir desde tu centro
Buscar allí nuestro milagro
La casa sin horas
Sin espejos
Sin nombres
El rito de volver hacia el sol
Mi carta para "El Templo de la Poesía", en Amunátegui 1498, "La Cofa".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario