Imagino un camino de piedras
Ambos calzamos sandalias
Hay vino y queso en nuestros bolsos
Guirnaldas en tu pelo
Tus lentes que tornan azul la pradera
En mi diestra el báculo
Nuestro apoyo en el largo viaje
Mientras lo alto se llena de aves
Y los carteles anuncian las torres de Bolonia.
El valle del Po nos envuelve
Las hormigas gritan tu presencia
Lo mismo que uno y otro heladero
y el fantasma verde
de las cinco de la tarde.
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