Sobre Valparaíso, el poder del sol
Su beso que brinca 11 minutos
Mi cuerpo que es su carne
Igual que el bosque y la lluvia
Bendita piedra de fuego
Punto que miraron mis ancestros
Alma de Luz
Padre de rayos
Ser en la cabeza del mundo
Sobre Valparaíso, el poder del sol
Su beso que brinca 11 minutos
Mi cuerpo que es su carne
Igual que el bosque y la lluvia
Bendita piedra de fuego
Punto que miraron mis ancestros
Alma de Luz
Padre de rayos
Ser en la cabeza del mundo
Hay ciudades en mi alma
Una capital en mi hija
La Cordillera con el nombre de mi madre
Escuelas que llamo papa
Varios ríos que llevan a la aurora.
Salgamos a buscar la ciudad
Abrir la puerta del sol
Cruzar ríos de personas
Alzar alegrías
Romper 7 o 10 espejos
Caminar con el agua hasta las pestañas
Lo descifré Sandro.
Gritaste que tu trabajo no es engaño
Eres creador de verdades
No otro mago del fraude
A más de 500 años,
te agradezco la conversación.
Tu trabajo elocuente
El colorido fraude luce albo y sin pintar
Virgilio lanzó su cuerda
y tú no necesitas artilugios
paños de Turquía
Los colores vitales del estafador
En el libro del cielo las estrellas se separan
Pero tú no has marchado
Regresamos sobre rocas de cemento
cenamos fajitas inventadas
y volviste a tejer tus preguntas
tu montaña de cantos
el viento de alegrías que soplas sobre el mundo
El día en que recién casada
llegaste a Florencia,
todas las cosas tomaron nuevo nombre.
Los mercaderes abandonaron sus negocios,
hombres consagrados abandonaron su Fe
y los marineros renunciaron al mar
.
Tu rostro iluminó estandartes de campeones,
se hizo sol en los sueños
e invadió el hacer de los pintores
que buscaron, con pinceles, imitar tu luz
y borrar tu temprana muerte.
.
El más conmovido fue Sandro Botticelli
que vió en ti: Alegría,
Venus, Primavera y Flora.
Años después y en virtud de testamento:
los huesos del artista miran para siempre los vuestros.
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Mi navidad tiene trenzas de sol
Me lleva en los brazos
Hace gatitos en los vidrios
Me defiende con su alma
Respira
Abraza
Es mucho más que la palabra mamá.
En la franja nuestro castillo
Las sucesivas fortalezas
Manzana que madura en el viento
La espada de Homero
El prado que mira nuestro sol
En una servilleta : los nombres del cielo
Todo el rojo de tus labios
Mi bandera blanca
Nuestro mapa de viaje
Agua tuya
El rayo que lanza mi estrella
En la puerta del horno se quema el sol
y gritan inocentes los condenados
millones respirando los gases
cavando tumbas
atendiendo asesinos
antes de caer degollados
consumidos por el fuego
desnudos y completamente humanos
Es de buena suerte pagarle a los poetas
Invitarlos una copa de sangría
Cierto almuerzo con parrón y vino tinto
Un pasaje sencillo a a la mitad del cielo
A este solsticio
A la palabra compromiso
No se quede en el pensamiento: Aporte para mantener funcionando este blog que cumple 11 años de diaria creación.
Tengo un libro en que cabe el sol
Habitan distintas naciones
El pasado
Las novias e hijas del tiempo
En cada página, las preguntas
El destino
Cierta textura de sueños
Oídos y marcas de Dios
El tarot de Irma,:
anuncia la historia
y esboza los personajes
Mas tarde, habla Paris
gente de los café
aquellos galanes callejeros
la vendedora de sombreros
nuestra taxista
el hombre que devoraba ranas
Dos horas en la vida de una cocotte
Su dama de compañía
Su Señor
El músico que la modela
La amaiga de avanzada
En los muros: El perro andaluz
Para enfrentar: el cáncer
los viejos funcionarios de hospital
el médico de tumores
Nace un amor en el parque Simón Bolívar
Corre el año 1962
Por cierto: Solsticio de Verano
Espejo roto
Sólo las cartas tienen colores
Prefiero el verano en Florencia
Júpiter y Saturno tienen una cita
Él llega con sus lunas
Ella luce sus mejores anillos
Nosotros miramos desde la terraza
Las gaviotas guardan silencio
Los lobos duermen en paz
Para variar y con gusto: nos besamos
Los viajeros avanzamos en el cielo
Miramos al vecino
No hay luces rojas
Sólo tres planetas en línea
Siempre, el Universo que baila
Nos hieren las palabras
El tiroteo de miradas
La tensión del rostro
La rabia del mundo
derramada en nuestro cuerpo
Aquí la torre de aire
Bella ciudad en los sueños
Beso efímero
Abrazo invisible
Duda en reino de silencia
Necesito las razones del territorio
La vida de los nombres
Mil veces la palabra mamá
Sus ojos
Sus labios aceptando mi frente
Aquí nos besa el eclipse
Habita el péndulo y la risa
La Luna se opone
Crece el tiempo
Hay alerta y hondura
Ahora, se triza el silencio
Imagino la vida al interior de mi madre
Cruzando jardines
Mordiendo aceitunas
Abrazando a mi padre
Ella y yo en los patios del Pedagógico
En el cine
Las Cachás Grandes
La Peña de los Parra
La pienso subiendo las escalas de mis abuelo
Comiendo albóndigas scon su padre
Tomando jugo en el Café Vienés
Mirándome fijamente a los ojos
Aprendí a girar hacia la izquierda
borré la magia del Palatino
sumé el agua, el aceite y la luz
las empujé con mi mente
y retrocediendo a la noche
cerré la puerta de Dios
Si abres tu mente a la luz
Nunca el océano podrá borrar tu corazón
Ni caerás en falacias de la noche
Tributos al miedo
Falsos caminos de falsos agentes
De ciudades alzadas desde tumbas
He herido al país con mi mirada
Con el brusco latir de mi nombre
El vértigo de mi cuerpo incendiado
Lanzo esta mirada de acero
Hay tensión en mis músculos
Parezco un niño gritando por falta de atención
Mi corazón tiene fuego
Dispara sus poderes sobre la tierra
Flamea sobre la noche
Martilla
Disuelve
Empuja su tempestad sobre la Iglesia
Cumples las edades de la luna y estás feliz. Recibes los ojos del sol. Llevas mi nombre en tu frente. Bailas cuando crece tu amor.
La torta lleva panqueques y manjar. Eres alegría y abrazos. Disfrutas las amigas. Tu mirada camina sobre el mar.
Eres como yo
Guardas moscas en primavera
Abres tumbas en el garage
No lloras
Gritas los orgasmos
Nadas desnuda al atardecer
Tomas a la niña
y ofreces enseñarle religiones
la cultura del espíritu
los diversos caminos de la fe
Luego, sacas tu sable de la manga
y la llevas hasta el agua clara
para hundirla en río ajeno
Lejos de la Luz
En tan lejana vereda.
Me encanta la cultura dices
Verás
Tal vez basta con atender
Conversar tus sueños
Sacudir las bibliotecas
Abrir los poemas del sol
Basta con la amistad
Dibujar sonrisas en las mejillas
Dudar las historias
Saltar entre gaviotas y retratos
Llegan temprano los dedales de oro
Cargan sus rieles y quebradas
Vienen con su color de alegría
Bella alfombra naranja
Filtro de sueños
Sonrisa extensa de la tierra
Aquí fornican los dragones
Marcan sus huellas los poemas
y las hembras mojan estas noches
hasta quebrar el mundo
domarlo
hacer del sexo un diluvio
Buenos Aires es perfecta
Sus avenidas cumplen primaveras
Huelen a frambuesa
Llevan desde la lluvia hacia Dios.
Amanece
y muerde su primera fractura
baila entre obuses y vitrales
lee Sur
de gala, asiste a la ópera
usa zapatos de tango
piensa en teatro y en el fútbol
Abres el tiempo con tu nombre
Llevas hacia ti los rayos de sol
Los tomas con tus manos delicadas
Haces ovillos de luz
y guardas silencio ante esa esfera
Borras el tiempo con tu nombre
Mientras acercas tu piel a mi cuerpo
Reduciendo el andar de los segundos
Las caídas del otoño
La ostentosa muerte del momento
Mi niña es una persona distinta
No soy yo
Es el árbol que crece en mi nombre
Otro lenguaje de estrellas
Antípodas de mis ojos
Otras cejas comentando su alegría
En cuaresma
Ciclos de la sangre
Olores cruzados
Ternura de miradas
Cuerpos que el deseo atrapa
El fuego purifica la tierra
A veces soy insoportable, un orador de piedra fornicando al infierno. El amigo de la lluvia. Un sombrerero tartamudo. El hombre que juzga los senos.
Entonces crece mi torpeza. Anudo con nubes mis moños. Almuerzo un salario de hongos. Me gusta orinar junto a centauros.
¿Y si volviera a ser como antes? Un robot a cuerda. Bombero de nieve. Cineasta ciego. Hombre ahogado en su semen.
Vi y abracé a mi madre
La escuché hablar y emocionarse
Crucé el agua con mi cuerpo
Viajé abrazado a mi hija
Ahora,
llevo marcas de sol en mi rostro
leo años en mi pelo
huyo de tus lápices azules
veo delfines en la pared
Estamos en el hogar del humo
Habita la luz de Carlos Marx
La noche de Freud
Nuestro océano esperando mi abrazo.
Hoy es un día importante
Mi enamorada tiene la primavera en su nombre
El sol la mira y se sonroja
Hay viento
La risa de Patricia
Tu arte en chocolate y frutillas
He calculado que un poema
debe ser tan lento como la aurora
siempre con veloces destellos
palabra sobre voz y tambor
bastones marcando los ritmos
la carne preñada de cielo
rayitos antes de la muerte
La noche lee y estudia
Me besa en la frente
Sopla sobre las olas
Deja su ropa en la silla de este cuarto
Pasa desnuda a formar mi alegría
En qué ciudad está el amor?
Lo he visto en Curicó
Celeste sobre nuestro puerto
Verde y azul en Recreo.
He visto sus anillos y sus sombreros
Su cajón de esmeraldas
El libro que estudian su ojos
El poema de sus mejillas
Cierta lagartija sobre su nombre
Y en todas partes
su ciudad me abraza
abre sus senderos colmados de cisnes
presenta el bosque de sus coros
tropieza entre el silencio y la luz
Los dioses han llegado a nuestras mentes. Escalan raíces neuronales. Observan el mundo en nuestros ojos. Sienten la humedad de la tierra. Han comenzado a abrazarse. Ríen cuando nuestros cuerpos se aman.
Estoy aquí para degustar tu voz
Subirla a mi boca
Sentirla reír en la noche
Pronunciar tu certezas
Incluir tus certezas en mi viaje.
Ven a despertar en mi nombre
pues hundiré mi ego en tu rostro
y crecerá mi año en tu cuerpo
nuestro roce de sal
el viaje que intuye tu ángel
Así el aire hablará en nosotros
Y mis zapatos seguirán tu rumbo
insistiendo en el color de tus ojos
tus heridas de cocina
las ideas que juegan en tu sangre
Nadie se quedará sin victoria
Habrá libertad para todos
La sombra besará a su luz
y el árbol llenará de frutos nuestra casa.
Es que mi hogar será tu casa
Volveremos a abrazarnos
A conversar la extensa noche
traspasados por la palabra
libres en el recuerdo
felices al reír con el presente.
Las rocas rugosas
presentan las arrugas de un rostro
Los ojos grandes
La trompa y la boca de un elefante
Entre las heridas de la piedra
fluye agua
un líquido cuajado de sol
el espíritu del bosque
ahora bañando los cuerpos
Poco a poco nos vamos desnudando
El agua nos acaricia y complementa
Femenino y masculino se tocan
Aprietan
Fluyen en la corriente
Mudan la distancia en amor.
Pero otro espíritu nos alcanza
Uno en otra dinámica
Traje de baño en una pieza
La diversión del agua
Se termina aquí la desnudez
Creo en las primeras cosas y en el aire. Hierro que pesa en mis sueños. El bosque. Tierra dormida. La lluvia. Cien años de paz.
Creo en el rubor de la mente. Nuestro Lucero. Barco de argonautas. Medea y su fuego. Mi hija. El hijo entre mis ojos y su nombre.
Caminamos con Isidora
Anduvimos relajados
por la cintura de Recreo
Nos detuvimos por helados
en el Reino de Fresia Parra.
El mío tenía bayas del bosque
El suyo, distintas variedades de verde.
La niña disertaba sobre Leyes de Mendel
Distinguía cuicos de pitucos
Surfeaba segura en modismos ingleses
Conversamos de un libro nuevo
Ella a cargo de las imágenes
El cómic
Zaga de aventuras
en catedrales y novelas
El ángel sigue sentado en la escalera
Cree intimidarme con su espada y cree bien
Tal vez tenga que esperar a que duerma
y tobarle las llaves
No sería el primer ladrón en los cielos
Ni el primer ángel caído por emprender su sueño.
Recibí documentos
importantes relativos a un viejo cliente
Le escribí y
resultó que estaba preso en Israel
Viajé de
inmediato, con un solo bolso por
equipaje
Llegué a una
cuidad calurosa y de gente morena
La cárcel se
parecía al hospital de La Ligua
Me dirigí a
una gendarme y hablaba castellano con el tono de Chile.
Me permitió
entrar a la Cárcel
Pasamos
junto a un puesto de comida, en que destacaba una amplia variedad de humitas
Seguimos por
escaleras y edificaciones hasta llegar a una zona en
ruinas.
El único preso allí era mi cliente, que jugaba
ajedrez solitario, peinado a la gomina, vestido con chaqueta azul y pañuelo al cuello.
En la sala
sin techo, los muros extensamente horadados, a modo de grandes ventanales, dejaban ver un
gran canal que cruzaba una ciudad llena de vida y de edificios más altos que los
venecianos, sofisticados, con la
apariencia del 1900.
Por el canal
comenzó a acercarse una balsa sobre la que pronto divisé a dos niños rubios que
reían en traje de baño, mientras se desplazaban por la rápida corriente.
Yo
estaba absorto y conmovido por el
paisaje, tanto, que no sentí el agua que llenó la habitación hasta que mojó mi único
traje y mi bolso con los documentos.
Mi cliente
se alteró por el incidente, yo pensé en comprar nueva ropa y desperté.
Imagino peldaños
Un ángel sentado y fumando
Halcones girando en los aires
Una hilera de penitentes
En lo alto la puerta del verano
El ángel me abraza
Susurra la clave secreta
Números que abren la puerta
Airbnb
Tú lugar en el monte sagrado
Sobre el Lucero, Bolivia
Más allá la selva
Tempestades y Lagos en el cielo
Multitud de naciones
El sol circulando sin fronteras
La Luna, nuestra hermana, nos contempla
En una pausa de la peste
El patio Andaluz
Mi hija y mi hermana
Los trabajos de noviembre
El año en que extrañamos abrazos.
Trabajo en ser feliz
Recibo el sol en mi cuerpo
Me dejo besar con alegría
Voto contra la soberbia
Escribo tus piel en mi memoria
Respiras con fuerza
cuando piensas mi cuerpo
acercarse a tu nombre
y sospechas mi sangre
deseando tu noche
mi piel hiriendo tus límites
suavidad
confluencia
eterno momento del Uno
episodio y destino
la palabra nosotros gritando
alarido del tiempo
dioses cruzando este siempre
En muchas partes vi llorar a la gente
Los que sintieron temor por el color de su piel
Su amor al Corán
La sombra gigantesca de un muro imposible
Los vi aliviados en Filadelfia
Orgullosos en las ciudades gemelas
Radiantes en Castro y Oakland
Exhaustos y emotivos en Atlanta
La ciudad de Marlon Brando y Montgomery Clift
no podía seguirte
Alzó su bandera de fuerza
y detuvo las aguas del Misuri
Llevaba en sus raíces el coraje de Malcolm X
La tierra del millonario triste
no podía sentarse en tus piernas
mientras te ríes de los extranjeros
maldices
twiteas
enciendes de calor el futuro
haces de la mentira credo
castigas el valor de la prensa
En verdad, la ciudad no podía hacerlo
Se lo debía a los viejos reclutas
Esos acribillados en Normandía
Los que murieron con su nombre en la boca
Digna puerta del Oeste
Mágica urbe de Omaha
Disfruto cuando ríes
Aquellos viernes en que me besas
La manera en que bailas para mí
dejas caer tu silencio sobre mis ojos
y transitas desnuda por mis sueños
Un día ofendiste a John McCain
Ahora su viuda y sus amigos te dan la espalda
y caes desde tu micrófono y tus mentiras
para estrellarte en las grandes ciudades
y dejar encanecer tu pelo
mientras pasan los días del Imperio
Imagine una casa sin libros
Un ser ajeno a las letras
Un pensar sin contexto
Sin historia
Sin el diálogo constante de las letras
Te sientas junto al atardecer
y en tu sillón no está Diótima
ni Hannah Arendty la Maga, no te abraza en Paris
Entonces, tu pensar va desnudo por las calles
Y lo engaña el cristal de los bares
La fanfarria
Matinales que inundan la TV
Lady Gaga ha vuelto ha disfrazarse
Mueve su voz hacia los vientos
Asedia al fanfarrón y sus huestes
Borra con su voz la trompeta
Desliza su alegría entre obesas camionetas
La niña tiene sus pies al sol
Conoce nuestra puerta al mar
Conversa
Viaja entre Turbie y Lerice
Confía en su Luz Interior
Ahora juega con imágenes medievales
Cruza Nápoles y Suabia
Aguas azules de Reñaca
Voces de nuestras gaviotas
La certeza del Gran Amor
La niña prevalece en su alegría
Ríe
Corona las cimas de este día
Viaja en la música del sol
Mira objetivamente
Olvida que eres leguaje y carne
Sube a observar desde los cielos
Compara, mide, decide
Y si no basta
Emplea tu intuición
La tincada de tu piel
La nota que escribe tu estómago.
El niño toca piano en las estrellas
Pertenece al orden de los cielos
Bosteza
Pinta sonrisas con sus ojos
Camina descalzo sobre el mar
Y de pronto, la puerta del tiempo
La nariz en mañana
Sus hombros el 18 de octubre
Su mirada en el árbol de siempre
El niño es todo cuerpo
Está rojo y fatigado por el esfuerzo
Hace instantes aprendió a llorar
Cantará tangos en la Plaza del Pueblo
Comerá tiramisú y uvas con sabor a frutilla
Desde hace mucho tiempo se llama Roque
Lo ha escrito así en las manos de sus hermanos
La nariz de sus primas
Los brazos pecosos de sus abuelas
El niño tiene alas y sombreros
Juega fútbol con duendes
Vuela cuando tiene ganas
Duerme sobre el corazón de su madre
Niña con rostro de sol
Mejillas tibias
Helado de melón
Ser de uniforme verde
Cantante
Sufi sagrada
bajo este cielo austral
Mi cuerpo ha borrado cierta luz
Declina hacia un plano de cielo
Tambalea, duerme,
cierra sus ojos al respirar
Deja que entren los olores del mundo
El ruido del tren
El habla de los motores
Gritos nerviosos de las gaviotas
¿Dónde vendrá roque?
pregunta mi mente
fuertemente sacudida por el recuerdo
la agenda de pendientes
el hilo de vida que conservo
Pronto será viernes
La plaza en el centro de las mentes
El llamado de la tarde
Nuestro mapocho cantado
Nadie miente en Parque Forestal
Soy la noche
Al menos una de sus conciencias
La decisión de cruzarla
Atender su laberinto de sueños
Pizarra en que escribe mi carne
Oscuridad
Tela en que dibujan estrellas
Chile muere y renace
Viene desde sus Alamedas
Voto por la primavera 25 de Octubre
Por una alegría en los ojos de mi madre Lo merece su amor a la justicia
Por mis hermanos de la tierra Bien por los pueb
El poder de los humildes
Poderosa igualdad entre géneros
Hoy levantarás el mundo
Caerás desde Olmué hasta el cielo
Romperás la piel del silencio
Cruzarás el tiempo hasta mi rumbo
Enviar olas de amor a nuestro pueblo
Cuarenta años de una Constitución obscena
Igualdad de géneros en la Convención
Respeto a las tribus de la tierra
Oler las cenizas de los quórums de amarre
Cuidar la cédula de identidad
Estudiar el lugar de votación y la mesa
Leer el ex artículo octavo y la disposición 24 transitoria
Moler los huesos del Tribunal Constitucional
Ofrecerse a llevar a enfermos y ancianos
Abrazar a tantos que ofrendaron sus ojos
Un buen lápiz azul
Comprar champaña y tenerla heladita
En todo el texto, sólo una vez la palabra mujer.
Nuestro derecho a la educación pública, laica y gratuita
Mascarilla regalona
Disfrutar los rostros en las pantallas
Menos tanques y más consultorios
Réquiem para Isapres y Aefepés
Observar el voto abriendo sus pliegues
Un vocal lee, otro anota rayitas en el futuro
Ojalá no tiemple
Ojalá votes muy temprano
Hora de exigir la dignidad
Junto al cementerio
Nuestros Bajos de Mena
Cien mil personas bajo la alfombra
Antiguos terrenos de la Iglesia
Todo cambia y todo permanece
Galpón de indios y gañanes
Olor de la ropa húmeda
Juan Pablo ha renacido en la piedra
Hoy celebramos nuestro día
El fuego que crece a cada instante
Nuestro lazo
El pacto
Los abrazos que sumamos al andar
Y aún jóvenes
Es la primavera que se alarga
Sospecha incluso de tu prudencia
Que no te gobierne el miedo
Juegan contigo los poderosos
Esos que venden protección
y te cobran el agua, el pan,
el tres por ciento de interés
tus cinco paquetes de fideos al mes
Es la pobreza gritando
rodeada por el hambre
quemando la noche desnuda
traficando una muerte blanca
No son sindicatos
Ni maestros
Ni artistas
Ni obreros
Son los olvidados
Esos benditos que sobran y que ahora mandan
Cáscaras de naranja en agua hirviendo
Azúcar quemada
Revolver con mirada nueva
Agregar un madero de canela
Aros de una virgen
Dos semillas de cardamomo
La punta de una flecha bañada en oro
Luego, tomar un lápiz de cielo
Pensar en dos siglos sin opinar la gente
La igualdad tan querida
Un contrato firmado entre todos.
Mi súper mascarilla doble amarra
La marcha de un pueblo hacia sus sueños
El sol se resiste a nacer de mi piel
Toma mis manos y las dobla
Quiebra mis lentes
Llora
Se divierte con mis mechas largas
Quiebra el arcoiris del invierno
Tironea mi ropa
Entiende la política al revés
Pero el sol es lindo
Duerme justo hasta el mediodía
Reza y no reza
Nunca se muerde la lengua
Me prohíbe ir al peluquero
Canta
Es millonaria en ternura
Aguarda los quince para llegar al mar
Apruebo nuestra Casa de Esperanza
Libertades extensas
Ciudades amadas por árboles
Los derechos azules del sol
Quiero casas con niños alegres
Laicas y públicas escuelas
Igualdad del amar
La justicia como piso ineludible
¿Qué piensa el azul de este cielo?
¿Por qué lo abraza y luego deja?
¿Quién lo puebla de estrellas?
¿Cómo ha terminado en mi rostro?
Imagine el Uno
En su centro, Carola Jamett
Ovillada como eje del Universo
Pensando raíces y coronas
Extendiendo su amor
Recibiendo el abrazo y el cruce de los mundos
Allí, en el lugar sin tiempo
Mientras lee, medita y sueña
Tengo muchos abrazos por repartir
Unos con perfume de naranjas
Otros junto a la sal del mar
Muchos vendrán en mañanas de sol
Los habrá nocturnos y salvajes
O templados
en tardes de chimeneas y velas
Me alegran palabras y números
El verde de la lechuga
Fuego en Monasterios
La sombra como nombre de la noche
¿A dónde vas cuando sueñas?
O dejas nacer el poema
Antiguo comadrón de luces
Venerable escultor
Hombre a cargo de tus miedos
Cierro los ojos y soy
Viajo en la mirada del Universo
Recibo mar y tibieza
Sueños de mi hija
Palabras trazadas con silencio
El cerebro sirve:
no sólo para pensar
Posee antenas hacia estrellas
Explica - Asiente - cuestiona
Tiene lazos con cada célula
Danza en emociones
Apagas el ruido y se llena de amor.
Imagina que tienes la franquicia de Dios
Las llaves
Propiedad sobre los libros
Las noticias
Tantos caminos que llevan a Roma
Soy porque juzgo
Tengo conciencia y analizo mis actos
Respeto los juicio de otros
Me enriquezco con las voces del mundo
Subí Recreo con mi hija
Luego bajé a esta primavera
Los ojos de mi padre
Esta noche de luces
La ciudad herida y con hambre
Mi madre está hecha de luz
Niña traviesa
Maestra
Ser con trenzas de oro
Viene ella a darme leche
A cuidar mi nombre y mis sueño
Cambiar mis pañales
Limpiar mi nariz
Navegar conmigo en bañera celeste
Alicia está hecha de verdades
primos extensos y alegres
abuela Luisa
damascos en exceso
Vladito esta meando en la leche
¿Cómo es el corazón de Isidora?
Creo que lleva e una caja de música
Animales
Idiomas que habla su espíritu
En afán de sentirse valorada
Todo crece en el cielo
Nuestra música
El sexo
El fuego que mece los cuerpos
Tu boca que guarda mis besos.
La noche también tiene sus ritos
La ciudad con su traje de fiesta
Nuestro Zeus jugando en los cielos
Mis ojos hacia occidente
Los niños riendo antes de dormir
Votaré apruebo con la mano del corazón
Confiando en la gente de esta tierra
Afirmando lo indígena y lo femenino
El derecho al sol
Sagrada noción del trabajo
Todo el énfasis a la escuela
Que vuelva el poder a nuestro pueblo
¿Qué escribirás sobre tu tumba?
Ojalá tus padres no llenen el silencio
Y pase sencilla tu ausencia
Sin lluvia en las miradas
Sin la sombra y el frito del luto
Encontré tu nombre tirado en la basura
Aquella mirada encendida
Algunos días en la playa
El verano que fue nuestro
Luego pasó un ángel
Recogió tu nombre y lo puso en los cielo
Llevó tu mirada a su pecho
Vivió nuestros días de playa
Fue el verano, el mar y tu cuerpo.
Mis rodillas dicen que estoy cansado
Hablan de la ciudad dormida
El amor distante
Los amigos guardados en pantallas
Cierro los ojos y me calmo
Escucho los gritos del viento
La miel en mi nombre
El mar sembrado en mi ventana
Mi padre, el hijo de Rita Díaz y yo, viajamos a Santiago.
Visitamos un Centro de Extensión de la Universidad de Chile
Era una mañana soleada y hermosa
Había hemeroteca y unidades cilíndricas alargadas
que exhibían videos científicos.
El hijo de Rita era aún niño y fue el primero
en descubrir la imagen
Era una filmación del cerebro humano
Precisamente el de un moribundo
Desde el centro del cerebro
fluía un material de color blanco.
En la parte superior se aglutinaba
figurando un hombre delgado con sombrero
El sombrero del mago
La lemniscata
Poco a poco, salía ese energía hacia el exterior
El cosmos
La conciencia mayor que nos forma.
Luego subimos a la hemeroteca
Allí estaba mi madre y le contamos la maravilla.
Después, desperté del sueño.
Hay muertos recordando esta vida
Huérfanos en laberintos de sueños
Energías desplegadas en libros
Esparcidas en carreteras
Fronteras de uno y otro mundo
Lugares cargados de infancia.
Nada queda en mis ojos
Pero el día crece
Arranca sus raíces
Devora los nombres de la muerte
Vuelca su tormenta en la noche.
Leo las palabras claras del sol
Creo en su buena fe
Me alegra su voz de luz
Su caricia sobre el planeta
La forma en que expone su alegría
Pensar
Desplegar el lenguaje interno
Brincar de una imagen a otra
Caer en manos del viento
Sacudirnos de prejuicios
Criticar la percepción
Explorar emociones y conciencia
Escuchar gigantes internos
Elegir las alas del sol
Esta es la vida que sigue a la muerte
Aquí encuentras Luz
Sigues la voz de tus ancestros
Juegas el poema del tiempo
Piensas con letras
Honras el milagro de tu cuerpo
Estoy sentado en el futuro
Desde allá me miro en este día
Primavera 21
Septiembre en nuestra tierra
Me recuerdo entre Infierno y Purgatorio
Lanzando un disco rojo
Observando a mi madre
Abrazado al cielo de Carola Jamett
M miro entre sombras de muerte
Cargado de tiempo
Sobre los hombros de nuevos viajes
Leyendo mi conciencia de ayer
Estoy cansado
Lo mismo que el mar y sus naves
Esta noche sin nubes
El fuego que irradia mi nombre
Pero dormiré alegre
y mañana cruzaré el cielo
pondré mis pies sobre el mundo
vestiré de azul la tristeza
Mis tasas llevaban elefantes y circos
Trapecistas voladores
Mujeres elásticas
Payasos de grandes zapatos
y cisnes sobre sus cabezas
Mas, ahora, esta loza es blanca
Los elefantes han roto mis baños
La carpa se levanta en el patio
Los cisnes persiguen a la gaviotas
Duermen siesta los payasos.
Los acróbatas están a cargo del asado
El té, posee un nuevo sabor.
Estoy y no estoy en el claustro de mi madre
En la tina celeste junto a mi hermano
Escuchando el corazón de mi abuelita
Asombrado el día que llegó mi hermana
Estoy escuchando cuentos de Alyosha
Caminando desde Yungay a Guillermo Rivera
Uniendo mis ojos la máquina de Estrabismo
Con mi jarrito de pipí en el Cine Metro
La niña se levanta y dice Hola Papá.
Estoy llorando en el Aeropuerto de Atenas
Pensando en Hagia Sofía
Conversando con Gabriel Mistral
Escuchando mi mente
Isidora canta Dancing Queen
En estricto rigor estamos en el cielo
Sobre el cráneo
Bajo las plantas
Incluso en el fluir del pensamiento.
Ser hecho de colores
Amigo del mar
Estudiante travieso
Viajero empedernido
Hombre feliz
Niño insistente
Padre herido por la muerte
Maestro de Artes
Gran guerrillero de la Luz
Salvo los tulipanes
Toda la casa te extraña
Mis ojos cargados de sueño
La cama de pronto gigante
Mis párpados ahora cansados
A veces, no se callarme
Le grito a las paredes del baño
Hablo con el adversario
Escribo mi bosque en una pantalla.
Imagino palabras en peligro de extinción: yupi, cuita, melenudo, parco,infausto, embuste, fritanga, talud, treta, mentecato, soto, lastre, tieso, colérico, pulóver, gobelino , desopilante, mayólica, zancas, zaguán, umbral, tara, lustro, sobaco, ballesta, serpentina, calcar y cancel.
Pienso en las que resurgen cargando un nuevo resplandor:
Arroba
Perno
Ordenador
Parlante
Radical
Zeuz, Deus, Dios
Ahora soy el guardián de los tulipanes.
Me debo a su tierra húmeda
Vigilo los gusanos del aire
La ambición de las gaviotas
El orín nuevo de los halcones.
Estoy en el amor
Lo recibo
Lo dejo pasar por mi cuerpo
Reflejarse en mis actos
Expandirse en el bosque y las estrellas
Toda la tarde tomados de la mano
La hija y su padre
Dos nubes en lo alto
Ambos cruzados por el cielo
El tiempo colmado de amor
En mi puerta hay un ángel
Mi madre a sus veinte años
La sombra de un domingo
El bosque que llega cantando.
En mi ventana tengo un tesoro
Hay delfines saltando
Amistad del arcoiris
Mis hermanos delfines
Los rayos del lucero
La noche y su cabellera de estrellas
Toma el cuerpo de la primavera
Mídela con tus manos
Entra en ella por un río de cielo
No la desees, sólo tómala
Roba su aroma y su tierra húmeda
Canta para ella
Haz que regale su cintura
Haz que sus ojos te nombren
y deje sus sandalias bajo tu cama.
Las sombras se refugian en nuestro apruebo
Sin ninguna vergüenza copian la barba de El Moro
Maquinan contra la Gran Convención
Diestros en el engaño al soberano
Servidores de la extrema riqueza
Mayordomos de esta Antigua Hacienda
Al sur del temblor
Justo en la crisis del silencio
Noche escrita sobre la noche
Nuestros barcos con anclas de papel
Ahora, luces de Valparaíso
La niña en este campo de conciencia
Corriendo asida a un elástico
Libre a pesar de su Fe
Al sur del amor
Cerca de un muro sangrante
Nuestras manos cuajadas de sol
La victoria cumple 50 años
Por mi parte, ya sabía caminar
Miraba multitudes saltando en las pantallas
Mientras los niños dejaban de andar descalzos
y la leche bendecía nuestros sueños
.
Los mayores discutían sus tormentas
ENU, JAP y Cobre
Tres sectores de la Economía
Viviendas para obreros
Hielo austral en los desiertos
Una torre infinita para la UNCTAD
.
Junto a la aurora, los estudiantes
Libros de Quimantú
Obreros a cargo de industrias
Campesinos ocupando las haciendas
La justicia en sus mil días de fiesta
Aprovecho el sol
Dejo que lea mi cuerpo
Nuestro pueblo exige sus cuarenta medidas
El sol en ventanales alargados
Nuestro orgullo en las escuelas
Independencia de pensar
Tierra y libertad en el Wallmapu
Queremos un cielo de volantines
Mil veces la palabra mujer e nuestros votos
Belleza de la igualdad
Derechos para los bosques
Un defensor de animales
Queremos que el amor no tenga restricciones
Tributos proporcionales a la riqueza
Promoción del trabajo
Elevación del magisterio
Negociación colectiva por ramas de la economía
Entre mis labios y los tuyos
¿Qué historias hay?
Siento tres fantasmas tomados de la mano
Un ángel pensando
Nuestra ventana hacia el circo
A propósito
Del techo cuelga un acróbata
Yo giro mi cabeza y te veo tejer
Pensar tus artes
Abrir los secretos de mis sueños
Mis ojos quieren volver a dormir
La noche abriga
Pienso en acurrucarme y ceder
Convertirme en foto y poema
Recuerdo de un abrazo
Colores trazados sobre el papel
Pienso en la pradera de mi amigo
Sus jardines y bahías
Las tumbas que lleva en su alma
Colores que aplica a sus sueños
Su digna estatura de maestro
Sonrisa de artista
Ternura de niño encerrado en un viejo.
Vuelvo con once sílabas maduras
Salgo hoy desde el fondo del tiempo
Arranco tumbas y rocas muy duras
Engaño estas señales de campo
Yo ataco esta patria de ciegos
Derribo la urbe que contemplo
Soy la hora que apuran los fuegos
El rayo que aguarda este templo
Higuera negra que pide tu riego
Carola viste de sofá
La estampa un río marrón
Teje mientras nos llama el cine
El aroma de septiembre
Naranjas que beberemos con ron
Ríe al saber de estas letras.
Cuatro halcones en el vecindario
Isidoro, Raúl, Belisario y Miguel
Juegan a lucirse ante gaviotas
Mostrar sus plumas largas
Desplegar sus alas marrones
Pecho lleno de primaveras
Sangre llena de viento
Su gran poder al volar
Tengo españoles en mi pelo.
Niños de potos rosados
Acróbatas en número de doce
Bosques lluviosos
Aceitunas - Almendras- Higos
Alamedas
Nuestro Aconcagua
Pirámides
Algunos siglos del Mundo
La ciudad de Buenos Aires
Borges, Gardel, Evita
Un parrón en Quillota
Bandejas de caquis
La moto de Ernesto Guevara
Todo el placer de Costa Rica
MI hija quiere que me corte estos vellos
No puedo hacerlo
Tal vez caiga desde allí Vietnam
El Hudson
La aviación de Corea
Corfú y Patmos
Ciertos camellos verdes
Profesores de física
Pitágoras
El American Bar
Los guantes de Marisol Urzúa
Mi triciclo rojo
Diego Portales
Todo el poder del Amazonas
Nogales, comuna libre
Ron blanco
Gotas del Nilo
Toda la Inspección del Trabajo
Hungría y Perú han llegado a mi moño.
Helicópteros descienden y despegan.
Hay buses con turistas
Barricadas
Procesiones
La maratón de Tokio
Campos nudistas
Partos
Autopsias
Salas de Prensa
Estaciones orbitales
Orquestas
Industrias
Barcos cargados de uñas
Amplitud de Senegal
Sirenas
Estepas y sus jinetes
Templos de Baal
Afrodita y Adonis
Bosques de Mirra
Gigantes
El rostro de los Reyes Magos
Nemrod cazador
La última carga de Laertes
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Hoy caminé y sentí el agua en mi cuerpo
El cielo inundó mis cabellos
Quedé como diuca
Helado, poblado de nubes
Traspasado por ríos que caían desde el aire.
He nombrado los crímenes de la sombra. Los que llevan en su hígado las ballenas. Esos que pudren la nostalgia y maltratan nuestro árbol de conciencia.
Como sombras reconozco la cobardía, seguido de la ira, traición y envidia.
Siempre me visitan los espectros y el fuego de mi infancia los detiene, preserva mi luz, extiende el amor.
La niña leyó y jugó
Aprendió palabras nuevas
Imaginó el centro de la tierra
La manzana de Newton
La caída del cielo hacia la tierra.
Yo disfruté su risa
Su búsqueda de Gustavo Villar
La Aurora de Isaías
Adonis prisionero en la tierra
y regresando a su casa en el cielo.
Tocar con mis manos
el cuerpo del demonio
aferrarme a sus vellos y descender
hasta el eje mundo
Justo allí girar para trepar
Ajustarme el pelo
Llevar a Dante colgando del cuello
Poner mi pie seguro a su lado
Explicarle el cosmos y nuestro viaje
Mi estación favorita, Bellavista
Hora del día, el amanacer
Hija, la mía de ojos oscuros
Poder sobre el mundo, la mirada
.
Estrella, la de Arauco
Suerte, en amores
Magia al soñar
Lo impagable, el mar.
Mi cuerpo existe bajo un gato
Hay un niño que juega con él
La Luna y el Océano parecen neutrales
y no lo son
Carola ha sanado a su oso
Mi hija descansa en el cuarto contiguo
Muy cerca del Lucero
Un estante con libros
El retrato de su bisabuela
El hermano de ella
La primera Isidora
Nuestro gran Clodomiro
¿Qué haré mañana cuando despierte?
Creo que será rijo el gato
Tal vez me visite el espíritu del marinero
Alicia y Bladimiro
Mi querida tía Eternidad
Hija, ayúdame con los gigantes
Deja en Anteo tu sonrisa
Ayúdame a imaginarlos como volcanes
Seres que la tierra forja
Soberbios adversarios de Zeus
Tornados que inflaman el cuerno
Poderosos seres de la noche.
Busqué soñar con Gabriela Mistral
Comparto con ella sangre de cordilleras
Los Godoy
Cerca de la Luna está nuestro pueblo
Trabajosamente, la encontré entre serranías,
mientras volaba yo sobre quebradas y huertos.
Conversamos bajo un pequeño parrón,
entre tanto, viajaban en lo alto las estrellas.
Ella canosa y peinada,
ropa civil bajo el hábito de Francisco.
La Maestra hablaba y parecía fumar sin hacerlo.
Al verla, me reconoció como ser de la tribu
y dijo que podía enseñarme más
Hablarme de las fuerzas de su poesía:
La montaña. La Infancia.
El río que corre al interior.
Luego me dio consejos:
No poner límites a mi mente
No herir el corazón religioso de la gente
Ser mujer y hombre a la vez
Transmitir ternura, confiar en la luz interior
Me explicó su vocación de espíritu:
Acercarse a niños, gobernantes, madres
Reforzar sus corazones con amor
Alentar en sus centros la Luz
Liberar la bondad que perdura
Con imágenes me mostró una idea práctica.
usar la energía del sol
para calentar pozas en sus queridos valles.
Quiso, en la dulzura de su estado, transmitir al mundo un poema:
En silencio llevo mi tierra a las estrellas,
no con palabras,
sino con la gracia del cielo que ahora me puebla.
La imagen proviene de la Biblioteca Regional Gabriela Mistral.
Nuestros primeros 30 videos sobre El Infierno de La Comedia, permiten profundizar en el contexto y los simbolismos de esta gran Catedral de la Literatura Universal.
Nuestros primeros 30 videos sobre El Infierno de La Comedia, permiten profundizar en el contexto y los simbolismos de esta gran Catedral de la Literatura Universal.
Almorzamos temprano con Dionysos
Terraza sobre el Mediterráneo
Mantel blanco
Copa de vino
Queso de cabra y pepinillos
Su pantera con pintas respirando muy tranquila.
Era moreno y de sombrero blanco
Camisa alba
La barba corta y poblada de canas
El día azul, tibio y despejado
Luego, la lancha, también blanca
Acercamiento de piratas
El amor de Dionysos los transmuta en delfines
Criaturas que nos cuidan y acompañan
Nuestro destino, la isla de Naxos
Allí, sobre la arena, muy triste
Ariadna se lamenta y llora
Nuestro dios la escucha
Desde el alto sol a la primera estrella
Ella recuerda, habla y sana
Él regala su atención
y al amarla, la libera
A la mañana siguiente, el me habla de su niñez
Su madre devorada por el fuego
Su extraño nacimiento desde Zeus
Me mostró su primer dado
Relató sus jornadas de rayuela
Su educación con los titanes
Su segunda purificación por el fuego
Luego desperté, sin haber hablado de bacanales.
Eva tiene esencia vertical
Derrama estrellas en su leche
Es árbol de vida
Guarda caminos del cielo
Tiene su base en la tierra y su raíz en la altura
Su cabello desciende del sol
El incesto corre ligero en su sombra
Adán es en esencia horizontal
Busca poseer la superficie
Nombrar las cosas
Cruzarlas con su verga
Herirlas con su lanza
Cazarlas con su flecha
Cortarlas con su espada
Por sobre todo, busca a Eva
Quiere completar su ciclo
Retornar al cielo
Entrar en su cuerpo
Beber su río de estrellas
Vi pasar a Jesús en el desierto
Vestía de dorado
Como en el retrato que conservaba mi abuela.
Luego lo observé en Nueva York
Allí cuidaba a una mujer y su hija
No tenían hogar y estaban en la calle
Era latino
Compartían sagradamente el vino.
Todos fuimos de piedra
Extranjeros en el infierno
Seres de fuego
Invencibles como
palabra de Dios.
*
Ahora somos efímeros
Seres cayendo en el
abismo
Absorbidos por bolsas de memoria
Separados para siempre del sol.
*
Aquí golpeados
Quedamos para celebrar la Luna
Transmitir relatos
Abrazar los días
Recordar el sol.
*
......
Poema con motivo del fallecimiento de Carmen Victoria Vidal Quezada, madre de mi querida amiga Carla.
Soñé con Shakespeare
Sólo tres des dedos enguantados
sobresaliendo de un nicho
A mi izquierda, borde superior
Segundo desde el suelo
Superficie lisa color crema
Ell nombre calado en el nicho
Llegamos con Carola al hogar de Mozart
Nos presentó a su
hermana
Había un ventanal
En la sala un piano blanco
Tocó para nosotros
sus primeras composiciones
directamente de las partituras infantiles
adornadas con dibujos en los bordes
Escuché la música
pero no la retuve al despertar
Luego me enseñó esencias y
naturalezas
Lo hizo mostrándome cereales y
frutos secos
Lentejas, garbanzos, almendras
Pensé en notas y melodías
Materiales del arte
Técnicas de la enseñanza
Hoy te abraza el frío
El virus ha pronunciado tu nombre
Divide tu casa
Te arroja a una diaspora interior
Abrazo tibio de tu hija
.
No eres un número en la estadística del día
Eres Pamela, la madre trabajadora.
Estudiante adulta
Espíritu correcto
Señora vestida de negro
.
Los pequeños visitantes
Te golpean pero no te vencen
Y tú safas y creces
Cuidas el respirar de los tuyos
Sobrevives a la noche
Resistes para crear el presente
Sentí que me costó encontrarla en sueños
En la oscuridad llegué hasta un árbol seco
Oscuro, sin hojas ni flores
Lo supuse un laurel
Estuve detenido ante la imagen
sin poder avanzar
Luego recordé a Danae y Apolo
Pensé en el bosque de
Dante
Tuve imágenes de violaciones
Pena
Huida hacia el silencio
Esos rayos de conciencia
abrieron mi paso
y llegué a un Edificio de Gobierno
En un amplio pasillo
Una multitud de cerdos pequeños
Todos iguales, plásticos y rosados
Eran seguidos de cerca
por hombres vestidos
de negro
Uniformados, serios
Seres que caminaban
sin correr
Los persiguieron fuera del Palacio
Por territorios agrícolas
Cercanías del mar
Colinas chilotas
Entonces, una gran explosión
En todo mi campo de visión
Surge hacia el cielo un bloque
de poderosa Luz
Caen árboles y casas
Nada vuelve a ser como siempre
Despierto en una cabaña de playa
Las sábanas son blancas
Hay maderas
Se siente la presencia de mi madre y de Violeta
Luego comienza la música
Nunca la he escuchado
La noto renacentista
Me dejo llevar por ella
Siento que floto y bailo
Sala completamente oscura
Luego en el centro
Un haz de rayos de Luz
Ligeramente inclinado a mi izquierda
Hay paz y ternura en la Luz
En la penumbra
Una presencia femenina
Viste de negro
Desplaza cuatro sillas negras
Ellas marcan los ejes
El escenario está listo
Nos propusimos soñar con Buda
No fue difícil ni sencillo, pero ocurrió
Fue al final de la noche
Casi despertando
Luego, en círculos profundos del sueño.
El niño Buda en posición de loto
Cabello rapado
Vestimenta crema y rojo acafesado
Él peina con un lápiz su cabeza
Mi alguien se puebla de preguntas
Anotar surge de mi calma
.
En plano de sueño soterrado
Del aire surge un rostro
Con paila gigante y sutil
golpea al niño en su cabeza
Su cuerpo:
en el acto desaparece
Su vestimenta salta por el suelo
como si una ranita invisible
la habitara.
.
Hay ahora un hombre adulto y un niño inocente
Ambos visten de negro y van muy peinados
En el fondo se atisba una pizarra
Estamos más abajo en el pozo
El hombre lanza al niño una cachetada gigante
El niño de inmediato la devuelve
.
Escribo al despertar y leo el símbolo
Lo sutil permanece
La violencia es interior y además se enseña
Al primer niño también se regresa.
Todo falta cuando tú no estás
Me queda grande la primavera
Va ciego el crepúsculo
Hay una tumba
con el nombre de mis sueños
Con la cuchara grande he robado la aurora
Tomé sus manos de niña
Peiné su cabello de chispas
Recibí la bendición de su abrazo
Me premió al decirme papá
Nunca abrazas dos veces a tu hija
Ni regresas a la misma senda
Ni vuelves a leer el mismo poema
Hay sutileza derramada
Hay otro en cada respirar
Soy distinto en cada silencio
Cada amanecer tiene un nuevo pillán.
Eres maravillosa
El Profeta anunció tus pasos
Predijo tu copa de vino
Nuestro viaje junto al Pacífico
El libro que abre tu sonrisa
Cierto bermellón en nuestro cielo
Tomas mi mano
Tejes el aire
Usas tus ojos para nombrar mi vida
Los ríos que me forman
Mi destino cierto en el mar