
Todo niño tiene derecho a educación laica, gratuita y de calidad.
En nuestra ciudad, no es posible.
Ni siquiera con precios de mercado.
Ni siquiera con pitutos o impudor.
Jesús fue a Egipto a estudiar.
Profesores laicos buscaba.
Había magos, astrónomos, terapeutas.
Pitagóricos de largos silencios.
Sócrates hablando en un bar.
¿Cómo se armó esta vergüenza?
Propongo que el profesor
gane lo mismo que nuestros parlamentarios
que gane la mitad por lo menos
un tercio sería crecer.
No vaya el niño a elegir.
Forjar opiniones propias.
Aprender colores del mundo.
Emplear el lenguaje del sol.
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