Nos falta un equipo de intervención rápida en desastres
Falta entonces un cielo celeste en primavera,
poema grande sobre el Aconcagua,
rostro de Luna
sobre Chile enamorado.
Nos falta un turno fantasma en la Posta Central,
seres que rescaten el domingo,
eviten amputar los solsticios,
acaricien las manos que se extiguen.
Nos falta luz en nuestros sueños,
guirnaldas en el ajuar de las novias,
gente cruzando el diluvio,
descendiendo al silencio de las bombas,
rescatando la flor de la tierra.
Este texto conversa con Heriberto Pérez, Nicolás Guillén y los suyos en:
El Aconcagua
El Aconcagua. Bestia
solemne y frígida. Cabeza
blanca y ojos de piedra fija.
Anda en lentos rebaños
con otros animales semejantes
por entre rocallosos desamparos.
En la noche,
roza con belfo blando
las manos frías de la luna.
Tomado de El gran zoo, en Obra poética 1920-1972, La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1972.
Las fotografías del Aconcagua son del gran Roberto Antezana y provienen de www.paula.cl
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