Encontré una mujer en mi muslo.
Una crece en memorias de mi ombligo.
Otra existe en el saber de mis brazos.
Otra falta cuando cuado busco su abrigo.
Me quedo quieto y las siento venir.
La que lleva mi frente y mi sonrisa.
Aquella que reflejan mis ojos.
Esa que distancia el camino.
Encontré miles de mujeres
en mi casa
cientos de zapatos en mi patio
aurora naciendo en sus latidos.
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