Enrique enseñó que la Logia debe ser hogar
recinto para
compartir con niños
aprender de los jóvenes
reír junto a amigos entrañables
persistir en el saber
cultivar nuestra luz.
Acudo al hogar
de la querida hermana Julia Ruiz
lúcida, solidaria, perspicaz
sólo la muerte pudo separarla de Enrique
habla en su rostro la conmoción
se hace palpable la ausencia
feroz acción del
destino
octubre derribando su sol.
Estoy en su hogar
que está lleno de Enrique
sus carpetas y libros
recuerdos de viajes
testimonios de su ser en el otro
alegrías que forjó en tantas y tantos.
Estoy en su hogar y no soy visitante
soy hermano de ambos
otra llama del mismo fuego
otro sentir en el tiempo.
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