Hace siglos
estuvo prohibido
observar el amanecer
impregnarse del crepúsculo
bendecir al sol.
Peligroso aṉtü
demasiado parecido al espíritu
sorprende su aurorara en los niños
luz volcada en pensamientos
sombra diluida en su presencia
Hoy el sol se llama Isidora
pasa del sueño a la leche
busca su sala de clases
ensaya unión de las sílabas
apresta el vuelo
empieza a descifrar el firmamento.
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