AJEDREZ
Axa, no resignes la vida del peón:
tal vez, atado al rabo del alfil,
huya del tablero
y alcance nuestra República
gran país urgente
vivo tras el humo de apariencias.
AJEDREZ
Cuando sacrifico a un peón
-sólo en nombre del rey
se llega a tanto-
con el fin de coronarme
reina de este juego
Lloro sin saberlo
por este hermano muerto,
en tan noble escaramuza.
Axa, no resignes la vida del peón:
tal vez, atado al rabo del alfil,
huya del tablero
y alcance nuestra República
gran país urgente
vivo tras el humo de apariencias.
AJEDREZ
Cuando sacrifico a un peón
-sólo en nombre del rey
se llega a tanto-
con el fin de coronarme
reina de este juego
Lloro sin saberlo
por este hermano muerto,
en tan noble escaramuza.
La fotografía de Axa Lillo proviene de este sitio.
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