El que fui estaba llorando una mañana de verano.
Junto a la ventana había una mesa, una taza de té y muchos días solitarios.
Yo, el de ahora, quise salir de ese cuarto, pero también quedé atrapado.
Este texto conversa con Alejandra Pizarnik en:
ahora
en esta hora inocente
yo y la que fuimos nos sentamos
en el umbral de mi mirada
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