Mi ciudad está llena de elefantes
se estremece cuando escribo sus minutos
irguiéndose como serpiente enfadada
orgullosa de sus calles de agua
sus niños de narices pecosas
veredas hundidas en los ríos
laberintos de piedras negras y azules
profusas Alamedas de viento
extensos dominios del olvido.
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