Sobreviví a mi padre torturado.
Nunca doblé mi cerviz ante tiranos.
Me hice combatiente y prisionero.
Estudié Filosofía y Derecho en la Cárcel.
Encadenado obtuve mis
grados.
Persistí en la Democracia.
La República.
La asombrosa libertad.
Soberbio como bestia en arena soleada.
No di un paso atrás.
No me humillé ante traidores.
No fingí sonrisas.
No acepté obsequios ni palmadas.
Fui un ser libre y no un simple cómodo;
no un pequeño egoísta;
no un siervo del capital.
Nací desde la sangre de mi padre
Nací desde el exilio
Me enseñaron las traiciones.
La componendas.
Los practicones.
El vicio que agrieta los templos.
Sobreviví y enseñé.
Hablé de la tortura y la pena.
Defendí al hombre.
La dignidad del que
cumple la ley
del que la viola
del que la encarna.
Siempre rechacé homenajes.
Ahora protesto contra el poeta.
La imagen del jurista proviene de http://manuel-de-rivacoba.blogspot.com
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