En “La Noche”, poemario fechado en 1999, Ennio Moltedo, ha abordado con singular lucidez la tragedia de la tiranía militar que aún sigue instalada en nuestro espíritu y nuestra cultura, devorándonos como una Noche Eterna.
El poeta de Valparaíso, nos invita a poner nuestro oído sobre la tierra; escuchar allí claramente el nombre de los asesinos.
Acto seguido, nos exhibe con toda franqueza su propio pesar por haber callado, no haber empleado los dardos de su palabra, no haber imitado a Dante.
Acto seguido, nos exhibe con toda franqueza su propio pesar por haber callado, no haber empleado los dardos de su palabra, no haber imitado a Dante.
Sancionándose, Moltedo declara un cambio de posición política, identificándose con Dionisio Ridruejo, integrante del círculo íntimo e José Antonio Primo de Rivera, Jefe de la Propaganda Franquista durante la Guerra Civil Española, voluntario en la División Azul y luego, paulatinamente, opositor a Franco y propiciador de la Democracia Cristiana en España.
Usándose a sí mismo de ejemplo se reclama ¿ Por qué no pronunciaste una sola palabra en tiempos de muerte, mierda? y nos enseña que el silencio permisivo - que nos envía a unas lúgubres catacumbas- es tan reprochable como la acción directa, la ejecución material de los crímenes, el hecho de herir con el corvo o martillar con la propaganda.
Gracias a la inquietud provocada por Ennio Moltedo y su Noche, nació esta evocación de Dioniso Ridruejo.
Dioniso Ridruejo
Ridruejo borró la paz de sus banderas
Racista y huérfano
lleva en los ojos dos líneas de su Falange
España lo hizo
católico y nazi
comisario de propaganda
voluntario contra Guernica y Miguel Hernández
Monárquico
Amigo de José Antonio
Invasor de Leningrado
Exiliado al interior de sí mismo.
Arrepentido año tras año
Vuelto Cristiano y Demócrata
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