El anciano y el joven conversaban.
Uno con la maestría del invierno.
El otro con el azul de la ternura.
Sentí el agua cayendo sobre la tierra
y vi al sol dibujando sobre la hierba.
Junto a los músicos
un círculo de mil doscientas almas
buscó romper sus cadenas
transmitiendo alegría con las manos
desplegando el amor de las estrellas.
Como un murmullo
escuché miles de palabras
burbujas parabienes
burbujas parabienes
y sobre tumbas
el silencio.
el silencio.
Fue un vacío frío como el acero
columnas carentes de coraje
columnas devoradas por el invierno.
columnas devoradas por el invierno.
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