He pasado desnuda estas horas
tocando al día con mi piel
cargando leñas desde el patio
nombrando la luz del deseo
bebiendo la humedad de las piedras
pulsando la verdad de mi cuerpo.
He dejado que las ventanas me observen
oré por la fecundidad de la tierra
dejé que el viento sembrara mi rostro
y el hogar de otra dueña
se alumbrara con mi boca.
Por la noche me vestí con tu mirada
devoré la sal de tus labios
indagué la rectitud de tu fuerza
descendí como lluvia
en tu copa y en tu fuego.
La imagen proviene de http://bbfm.tumblr.com
1 comentario:
Una preciosidad tu poema, amigo.
Palpitante en la pasión y en las verdades del alma.
Abrazos.
Publicar un comentario