Todos los días me encuentro
con vecinos ausentes
personas que hablan en sueco
francés de Canadá
diferentes dialectos de Suiza.
Están los criados en Bélgica
niños nacidos en Moscú
seres que danzan en Colombia
jóvenes que inundan Barcelona
deslumbrados por París
jóvenes que inundan Barcelona
deslumbrados por París
afincados en la humedad de Venezuela
en pequeños comercios de Nueva York.
Faltan y están en todo el barrio
porque abundan
en el decir de sus abuelos
en los ojos de sus padres
y el continuo florecer de la palabra
en buses, almacenes
espacios de imposible indiferencia.
El tío ingeniero y endeudado
limpia baños
barre aeropuertos
y llevó cinco hijos
a la noche de Estocolmo.
Francisco se acostumbró
al mal carácter de los franceses.
Mayi tiene novio en México
aprendió el arte del mole
pasó meses en Chiapas
y en Ciudad Juárez.
Silvio es feliz en Italia
tiene una foto con Pizarro
una novia fotógrafa
con familión de comidas y canciones.
“Mis nietos llegan en diciembre”
“Mi hermano cumplió cincuenta
y llevó a toda la familia a una gran fiesta en Zurich”
“Mi papá vive en Buenos Aires,
parece que se volvió a casar allá”.
“La Pili encargó una caja
de pisco y sigue igual que siempre”
“La Feña nunca pudo acostumbrarse
a la oscuridad de Oslo”.
“Karin lleva diez años en Holanda”
"Mi hijo está feliz en Calgary"
"Mi hijo tiene tumba en Tucumán"
Entonces los idos van sentándose en las plazas
ocupan las graderías de “El Sauce”
comentan los programas de la tele
son activos en la red
beben cervezas tibias de Inglaterra
pululan en los retratos de las casas
son vecinos invisibles
socios del Club Orompello
y del Villa Moderna
gajos de nuestro espíritu
en el mundo.
Es cierto que a veces regresan
a perder sus ahorros
manejar colectivos
morder batidos y ayuyas
bailar en las fiestas de septiembre
abrigarse en nuestro enero
bendecir los recuerdos
reducir la pena.
Este poema está dedicado a Caroline Koch, hermana de viajes e ideales.
La imagen es de mi propio lente y corresponde al Pasaje Romero en Recreo.
Mañana escribo sobre los inmigarntes que se han incorporado a nuestro barrio.
2 comentarios:
Gonzalo, espero no "empobrecerte" al no discrepar contigo...
:)
Me encantó encontrarme contigo en este espacio tuyo y las calles de Recreo, que no sé si será algún pasaje cerca del Cº Esperanza, porque tiene mucho de nuestro viejo y querido puerto.
Te habrás dado cuenta en mi blog que me gusta mucho Valparaíso.
Me gustó tu poesía.
Aún no recorro todo tu blog pero seguiré haciéndolo.
Bueno, a mi también me gusta la fotografía, la poesía, además de la pintura y el dibujo.
Bienvenido a mi blog.
Yo también me quedaré por aquí...
Abrazos grandes.
Una realidad que avanzan en esta América desteñida por la miseria. Abrazos.
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