Conversé con el color de los tomates,
eran muchachos
que brillaban en mis manos,
que brillaban en mis manos,
enamorados de cebollas intensas,
con sus inscripciones vigentes
en el partido.
Sus corazones eran limpios y frescos,
amigos del aceite,
cariñosos con el pebre,
impúdicos ante el ajo.
Algunos cantaron
hasta convertirse en jugo,
vertiente colorada de las almas,
salsa y espíritu de luz.
Algunos previeron el disgusto,
arrugaron su piel en las matas
y pudrieron su carne sobre la tierra.
La "naturaleza muerta" es de Jacques Barcat y proviene de http://jacquesbarcat.blogspot.com
1 comentario:
Todo a nuestro alrededor parece devorarnos. Y quizá nos devora... Un abrazo muy fuerte, querido amigo, y feliz año nuevo.
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