¿Por qué estás en la sombra?
¿Eres acaso un sueño?
mi musa preferida,
agua que surge en mis sueños.
Te he seguido a la montaña y a las piedras,
busqué tu cuerpo en el humo de los bares,
recogí tu mirada en el rocío
quebré mi amor sobre tu alma.
A veces, pintas tu sonrisa en mi rostro,
deletreas palabras en mi boca,
germinas tu jardín en mis deseos.
A veces, permaneces en mi cama,
desordenas tu alegría en mi espíritu,
extiendes tus alas sobre mi pena.
Este poema conversa con William Wordsworth en:
¿POR QUÉ ESTÁS SILENCIOSA?
¿Por qué estás silenciosa? ¿Es una planta
tu amor, tan deleznable y pequeñita,
que el aire de la ausencia lo marchita?
Oye gemir la voz en mi garganta:
Yo te he servido como a regia Infanta.
Mendigo soy que amores solicita...
¡Oh limosna de amor! Piensa y medita
que sin tu amor mi vida se quebranta.
¡Háblame! No hay tormento cual la duda:
Si mi amoroso pecho te ha perdido
¿su desolada imagen no te mueve?
¡No permanezcas a mis ruegos muda!
que estoy más desolado que, en su nido,
el ave a la que cubre blanca nieve.
Versión de: Pedro Bádenas de
La imagen proviene de cameraobscura.skynetblogs.be
Corresponde a un retrato de Dora Maar, la artista amante de Picasso en los años 30.